212 REPERTORIO AMERICANO ¡Amado Diciembre. Pronto vendrá!
Venía con la eterna sed de los años y de la espera y con mi cántaro lleno de agua cristalina acallé su sed.
AHORRAR Qué feliz me siento ya, porque una vez más a mi sendero llegarás.
es condición sine qua non de una vida disciplinada IX Venía con el cansancio, con la fatiga del camino y le ofrendé mi tibio brazo, para que descansara, su cabeza matizada por los años, por los abrojos del sendero. Lluvia incesante!
lluvia que se desliza, a lo largo de las horas, a lo largo de ambiente y tierra en unísono de verticalidad.
DISCIPLINA es la más firme base del buen éxito LA SECCION DE AHORROS del ¡Madre!
pero una mañana, que recordar no quisiera, el caminante de mi vereda, ise alejó Madre lluvia!
en canto de tu soledad, de esta soledad que también es mi soledad, elevo el cáliz de mi desesperación en esta noche de ausencia, para que mi plegaria. Sea!
BANCO ANGLO COSTARRICENSE VIII ¡Amado, Diciembre. Pronto vendrá. el más antiguo del país)
está a la orden para que usted realice este sano propósito Cerraré la ventana de mi eterna tristeza para correr con mi ensoñación, en pos de tu bienvenida; en la playa del recuerdo.
AHORRAR ¡Lluvia incesante!
lluvia que se desliza, que se pierde, entre corazón y lágrimas en unísono de amargura. Amado, Diciembre. Pronto vendrá!
Ruth Ligia BRICEÑO.
Me vestiré toda de rosa,. Llevaré engarzados en mis cabellos todos los nomeolvides que tú me dieras. Llevaré todas las rojas amapolas que en tu ausencia florecieron.
San José, Costa Rica.
Setiembre 1948.
rias calladas, tristes como el sauce. Kwan Yin las recibirá en sus manos de loto. Giran los mundos, cambian las voces: el dolor es siempre el mismo y la diosa sigue fielmente recibiendo la amarga ofrenda. En su rostro, las medias lunas de sus ojos continuarán derramando bondad y ternura. La Tierra y el Cielo se aunarán una y mil veces; el Viejo Maestro seguirá hablándonos desde las montañas sagradas, y su voz se entrará en el corazón honda, muy hondamente. Pero Kwan Yin ha de asombrarnos siempre con la inagotable ternura de su imagen. sin edad, sin palabras, sin la ortodoxia de religión determinada. Con el ritmo sutil de los bambúes mecidos por el viento, seguirá perfilándose con sus abiertas en copa de amor.
manos Cuartillas de Hilda CHEN APUY. En el Rep. Amer. EN EL PABELLON DE LA PRIMAVERA Amigo: en la vida todo pasa; todo es secos; y mi boca tendrá el rictus de la amarvano; todo muere. Mira el volar de la go gura más intensa.
londrina: hoy aquí, mañana allá.
Amigo: en la vida todo es vano. Mas, En la vida todo es leve. Efímera es la iqué importan los días futuros! El espíritu dicha; inconstante, hasta el mismo dolor. La de mi espejo está alegre hoy. Ni una sombra flor que hoy se levanta, mañana estará mus lo empaña. El día está claro. Los pájaros cantia; el sol que nace, se oculta y vuelve a na tan y vuelan rozando las aguas del estanque.
cer. Tu pena y mi pena. qué son? Tu dicha Las grullas se pasean por la orilla de la laguy mi dicha. a dónde irán? Hoy miras los na. en la tetera de fina porcelana el líquibambúes y los arrozales en mi compañía. Ha do dorado y transparente está esperando. Leblo, y tú me escuchas; río, y tú ries. Mi vida vanta tu taza, amigo, y bebamos una vez es un estanque y hoy te asomas a él. Allá, más. Agotemos el té aromático en el Pabeen el fondo, te reflejas. Mas. quién sabe llón de la Primavera. Piensa que este día es cuánto durará la quietud de sus aguas? Ven una joya rara. cuando la hayas perdido, drá el destino, el destino. Ya lo conoces. di a tus amigos: tú, pájaro viajero, verás otros paisajes. Hermanos: soñé que era mía una herPasan las garzas: pintas en mi abanico mosa joya. Soñé que estaba, en la tarde, mila más bella. Pasan los días: escribes en la rando sauces y bambúes. Hermanos: he perpalma de mis manos el verso más fino. Pa dido un sueño.
san las horas: sueñas mirando en el fondo de seré entonces blanca, toda blanca, portu taza azul mi rostro triste. Pasa la vida, que podrás mirarme en los lotos sagrados.
la hermosa vida ondulante y traidora, la gran serpiente astuta: tú estás aquí, amigo: pasa SEGUNDA IMAGEN DE KWAN YIN la vida, y tú eres un soplo y yo soy una hoja. Giras y giras, y un momento te aquie Kwan Yin camina levemente. Sus manos tas para mirar la hoja; mas, un día. un son dos hermosos lotos blancos que se abren día. amigo. soplo y hoja no serán nada. en copa de amor, El Todo nos absorberá. Otro sopla y otra Qué hermosa viene hoy su imagen, dulhoja se harán compañía, pero tú y yo no es cemente perfilada! De lejos, precedida por el taremos entonces.
sordo rumor de las plegarias, viene la Diosa Amigo: en la vida todo pasa. Iremos a de la Piedad, esparciendo el consuelo de su las montañas sagradas a visitar los templos. sonrisa serena. Temblante, como imágenes que Desde lo alto de una roca podremos mirar los se reflejan en el agua movida por el viento: valles desdibujados por la niebla. Así también así la siento en el recuerdo intimo y lejano.
mirarás mi recuerdo en el cristal opaco de tus ¡Qué frágil su figura, qué tenue su túnica!
años idos. pensarás que miras a una muer. Que no se oigan las palabras! Que no se ta, porque estaré pálida por el frío del olvi sienta la angustia. Podrían diluir su imamis ojos estarán tristes, muy tristes y gen en las aguas del olvido! Sean las plegaTERCERA IMAGEN DE KWAN YIN ¿Ves esas nubes flotantes sobre nuestras cabezas? Es la túnica de la Diosa que flota por detrás de la luna. Mírala, que muy pronto se irá con la noche. Has de contemplarla, amigo, con tus ojos más puros, con aquellos que tienen aún la suavidad de la infancia.
Retrocede, amigo mío, recógete en lo más intimo de ti mismo, y Kwan Yin brillará en tu cielo más dulce y más bella que la luna en el otoño. Tiéndete sobre la tierra y abre todo tu ser a su imagen. Ella bajará hasta ti con su sonrisa sutil, será como una estrella en tu corazón.
RETRATO Se van durmiendo las garzas en sus ojos. sus ojos de amplio mirar franco, de asombrado mirar de niño sensitivo. Se van durmiendo.
La línea de los labios se curva, semisonriente. La frente morena se inclina y la luz va formando caprichosos dibujos sobre el cabello oscuro. Mas, luego, se agitan los párpados como pájaros en huída. Se agitan, y de nuevo recobran la calma. El atardecer apacible se tiende sobre la somnolencia de sus ojos. Las garzas esconden el pico entre las alas, y se van durmiendo, durmiendo.
San José de Costa Rica, setiembre de 1948.
do; y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica