ImperialismPrivate Property

REPERTORIO AMERICANO 93 en palco y hablando perversamente el francés, logré no ha mucho en una gran revista que se daba a Ibrahim Pachá en el campo de Marte, acercarme hasta el que ocupaba la familia real. Mais ou allez vous, Monsieur. me decían los guardias; yo respondía en castellano puro con calor, con energía, y el pobre municipal me dejaba pasar, sospechando que algo de muy racional debía decir puesto que él no entendía jota. He aquí la piedra de toque de la cultura intelectual de una nación, aunque no sea la de la instrucción del individuo. Sacados del excelente libro: Domingo Faustino Sarmiento: Prosa de ver y pensar. Selección de Eduardo Mallea. Buenos Aires. 1943. consiguiente, inalienable: de donde, en lo moderno, surgió la tierra de las comunidades rePalabras de Sarmiento en 1846: ligiosas, las manos muertas; era esa propiedad Se toma usted extrañas libertades al escritrasmisible sólo al hijo primogénito legitimo: birme; abusa usted (don Antonio Aberastain)
de donde remanecieron los mayorazgos moder de sus títulos de mentor de mi primera junos y la sucesión abintestato, pues el testa ventud, aquel buen tiempo en que usted me mento era en un principio prohibido, como cubría con su mole y su prestigio de supremo que la tierra pasaba al nuevo sacerdote o hijo juez de alzada, contra mis compatriotas, que mayor, y por consiguiente, había deshereda no habían consentido, sin su aseveración reimiento de la mujer y de los segundones. Las terada de usted, en creerme dotado de sentido casas y las tierras, templos de habitación de común.
los dioses lares y penates, manes de los ante Pero aquel auxilio tan constante, aquella pasados difuntos, no podían tocarse unas con decisión invariable en mi favor, para sostenerotras: había que dejar entre pared y pared, en me en mis primeros pasos literarios, no lo autre campo y campo, un espacio libre; de suer torizan a usted a decirme que mi carta sobre te que no se conocieron entonces los juicios la Isla de Mas a fuera no vale gran cosa, y de medianería ni de deslinde. El que tocaba que en adelante escriba sobre cosas útiles, prácun Término con su arado era entregado a los ticas, aplicables a la América, so pretexto de dioses infernales, era sacrificado, junto con sus que un hombre entre nosotros debe ser teóribueyes, en expiación del nefando crimen. co y práctico, repicar y andar en la procesión.
como la propiedad era inalienable, y sólo ¡Cómo. mí se dirigen esos consejos. Era transferible al jefe de cada familia, asimismo usted, por ventura, quien en San Juan consera intomable para usos públicos, ni con in truía máscaras en Carnaval, fundaba en mala demnización ni sin ella. El decurso de los años, hora colegios y creaba el Zonda, aquel diario de los siglos, ha venido cambiando todo eso, indigno que los patriotas pisoteaban por las como puede observarlo el buen lector. No queinjurias que hacía al decoro, al honor y a la da en pie, de aquel fetichismo macabro, de fama de la provincia en el Universo y en otros aquel paganismo idolátrico, sino la muela cor lugares? Era usted, doctor, el que iba a la cárdal de la apropiación por el individuo contra cel antes de pagar los doce pesos que el Podesla comunidad, que todavía consagran los en nos cobraba inconstitucionalmente por el vejecidos Códigos; pero que la teoría de la sexto número, para ultimarlo, como lo consiRenta, sabiamente aplicada por espíritus ver guió. Quiere usted hombre más práctico, daderamente cristianos, destruye en sus malos doctor. mí, hombre teórico! mí, que efectos, tomando esa renta de la propiedad raíz no pido, como Arquímedes, sino un punto de para la comunidad social, por medio del im apoyo para poner mi patria, o la de otros, papuesto único. Nos atrevemos a recomendar, a tas arriba, porque no soy difícil en punto a los que estudian y enseñan la pavorosa mon la propiedad y pertenencia de las patrias! Su serga del Derecho Romano, la obra profunda celo, que agradezco, doctor, lo extravía esta de Fustel de Coulanges, La Cité antique, sin cuyo conocimiento apenas puede uno formarse (Del libro: Domingo Faustino Saridea de lo que fué aquel Derecho, ni de lo miento: Prosa de ver y pensar. Emecé que es la Historia Antigua.
editores. Buenos Aires. 1943. vez.
Un libro de preocupación y estudio, útil, bien escrito, documentado: El moderno Imperialismo. Proteccionismo y Libre cambio, etc. Por Antonio José Restrepo. Casa editorial Maucci, Barcelona, Desde Friburgo, Suisse, en 1922, nos la mandó su autor insigne. Saquemos esta referencia de la página 57 (la doctrina es perdurable. Como lo demuestra Fustel de Coulanges, la apropiación de la tierra por los individuos contra la comunidad, tiene un origen religioso, no jurídico; vino de las tinieblas de la prehistoria ancestral salvaje, que no de las luces del mismo paganismo evolucionado, ni mucho menos del cristianismo humanitario, igualador y solidario. Las rancias leyes romanas, de que se deriva nuestro más rancio Código Civil, consagraban la propiedad individual co.
mo indispensable al culto de los muertos, al fuego sagrado encendido en el ara de cada familia y a los dioses términos que bordaban y defendían el campo de cada dueño. Esa religión primitiva murió hace siglos, pero sus huellas preceptivas se encuentran aún en todas las legislaciones, y el cristianismo justiciero, que se proclamó universal, no ha sido suficientemente práctico y entendido para poder desarraigar ciertas instituciones gentílicas, que, como la propiedad privada de la tierra, dejan subsistir el privilegio de casta en una de sus más perjudiciales formas. Como la tierra en que estaba el ara, la tumba donde reposaban los antepasados, que eran los primeros dioses, y el campo circuido de los Términos (otros dioses terribles en defensa del fundo. todo eso constituía la propiedad exclusiva de cada familia representada por su jefe, era, por MUJERES DE BARRO Por Carmen VILCHIS BAZ (En el Rep. Amer. los campos de México rompen su inmo las consideran con cuerpos de bestias.
vilidad con figurillas humanas vestidas de co De su silencio ha brotado el grito que lores. figurillas. porque parecen tan insig recorre los montes, un grito extraño, libernificantes a los lejos, que muchas veces se tario, humano, que pide para sus carnes fatiengaña el ojo forastero que avizora su presen gadas, la atención de los hombres que gocia.
biernan, de aquellos que atendieron sus maEsas figurillas son mujeres morenas, con nos con agua, ropa, comida, enseres, carne, trajes manchados de pobreza y de tierra; ro infinidad de cosas del campo que llevaron las pas que decolora el sol por los caminos, que ciudadades, y que volvieron siempre en forma estru ja el tiempo, que oprime el anhelo de de afanes sin eco, sin respuesta, sin compensaotra mejor; ropas humildes, lacias, mustias ción.
que rara vez se aderezan para ocultar su mise son. mujeres. de barro mexicano, sanria. ropas que pocas veces bañan su baja gre y carne propia, que padece sin redención calidad, en las aguas cristalinas de estas tie posible.
Sin embargo. quienes recorren el país, Mujeres de barro que cruzan los cami saben todo esto. que no pasa de ser un menos en todas direcciones; que rompen a pasos 10 espectáculo que provoca la censura, la combreves la forma momentánea y caprichosa de pasión, la lástima, o simplemente. el olvila tierra que se junta. Mujeres de barro prie do.
to, rajado por el sol, que han salvado sus ojos Pasar por los campos de México, no puede oscuros del aire y del fuego que abrasa sus ser, no debe ser, solamente el curso necesacarnes por los montes.
rio y forzoso de un camino. Si hay que cruMujeres de barro mexicano, que luchan zarlos es preciso encontrar en el aire puro que con los días y repasan la batalla victoriosa en pulula en los montes, el respiro humano de las noches envueltas de misterios. Mujeres seres que, siéndolo, viven como animales. de del campo, de clases laborantes, de casta cam lo que la tierra da, de lo que ésta les priva, y pesina. hunden sus dedos en la miseria de de lo que hacen sus manos avezadas a los una vida que les niega todo.
trabajos más rudos. son mujeres, cuerpos con alma, almas Los campos no están solos. No son tierras sin cuerpos humanos, porque los civilizados abandonadas, por más que la incuria las rras.
MARCO TULIO ZELEDON Abogado Atiende la representación de casas extranjeras, la inscripción de marcas de fábrica, y toda clase de asuntos de su profesión.
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