REPERTORIO AMERICANO 273 Una Imprenta para REPERTORIO Algún día, no obstante que presiento cercano. estos ignorantes, rudos, sudorosos campesinos, obreros y estudiantes, mandarán al diablo a tales señoritos, generales, latifundistas y racketeers que hoy infestan (perdón, perfuman. a la sociedad. cuando tal magnífico contraste sobrevenga, la dichosa muchacha norteamericana, probablemente, no entenderá el por qué. Lo entenderá, sin embargo, un pueblo rescatado.
Enero 1948, University of Florida.
SKOTOS KAI BOR BOROS Este noble propósito del escritor venezolano Aquiles Certad, sigue su curso, en Costa Rica y en América.
Anotamos las últimas contribuciones: Tercera contribución de los Amigos de García Monge en los EE. UU. 35 dólares.
Samuel Arguedas, en México, contribuye con 20 ejemplares del interesante libro Chispas y Caprichos por John PetitSenn, y del que es traductor. Lo ofrecemos a los amigos a el ejemplar. Exterior. 75 oro amer.
Demetrio Cordero, suscritor de toda la vida al Repertorio Americano, en San Vicente de Moravia, contribuye con 20. 00.
Seguiremos anotando las nuevas contribuciones que nos lleguen. De El Figaro. Habana, 16 noviembre. 1913)
Dionisos. Qué hay por allí?
Me lo ha hecho sospechar el recuerdo de Xanthias. Tinieblas y lodo. que, ayer mismo, dos escritores, sin ninguna reAristófanes: Las tanas, 273. lación entre sí, han descubierto en un articulillo que escribí hace poco, y que intitulé casi Dionisos acaba de atravesar el espantable humildemente Yo pecador, la prueba de que, pantano del Aqueronte, y pregunta a Xanthias, en el fondo, miro con siniestros ojos la orgasu esclavo, el cual otea los lugares de arriba nización política de mi patria.
da, lo que divisa en torno. Tinieblas y lo No creo que esos escritores se han detenido do le contesta el fámulo.
a pensar la enormidad con que me cargan la Si trasladamos la escena de las márgenes conciencia. Pero permítanme que les pregunte, de la mal oliente laguna infernal a las orillas si adoptamos el sistema de prescindir de lo que del cenagoso puerto de la Habana, y nos figu claramente y sin ambajes expone el que esramos recorriendo sus calles más acá de Galia cribe, para atribuirle otra intención muy dino y Angeles, no más tarde que a las ocho de versa y que puede ser hasta la contraria de la la noche y después de un día de lluvias, po declarada. habrá quién se atreva a tomar la dremos representarnos con lastimosa fidelidad pluma. No vamos a dar así en los procedila situación del maltrecho viajero de Aristo mientos típicamente inquisitoriales? Hagamos fanes.
de una vez regla general de nuestra interpreSólo que el maleante poeta vivía en Ate tación la del pesimista que aseguraba que la nas, ciudad de las musas, pero sin resquicios palabra sirve al hombre para ocultar su pensade policía urbana, en los tiempos de Pericles: miento.
y nosotros vivimos en este gran centro mer Pero no he de contentarme con esta obcantil, en pleno siglo veinte, después de haber servación, aunque la considero capital. Voy a florecido los organizadores y reorganizadores tomar por lo serio la insinuación, y a contestarde las grandes ciudades que dan carácter a la muy seriamente.
nuestra época.
Ante los males que forzosamente presenta No me es posible sufrir las mil incomodi toda sociedad humana, caben dos posiciones.
dades cotidianas a que me veo sometido, como La del que los señala y pinta con sus verdadecada vecino de estos extensos y populosos ba ros colores, para mover la conciencia y la vorrios, sin protestar in pectore, contra la esluntad de los interesados, a fin de ponerles el pantosa desidia de los administradores de la posible remedio. La del que se los atenúa y los ciudad, contra la grande y pequeña corrupción atenúa, pretendiendo ver mejor, porque esconque se esconde y actúa tras esa desidia, y con de la cabeza bajo el ala, como ciertas conocitra la pasividad musulmana de que damos pruedas Zancudas.
bas las víctimas. Hoy como ayer, y ayer coAdopto siempre la primera. No por premo hace sus cuatro y hasta sus cinco años muy sunción, no porque crea tener mejores ojos, sicompletos.
no, porque donde veo lodo y advierto que me Al llegar aquí, he comenzado a pensar si rodean las tinieblas, encuentro más saludable, no estaría cometiendo un desaguisado, sin pizpara los demás y para mí, decirlo en voz alta, ca de intención, desde luego, por decir así, tan que no seguir chapoteando y refunfuñando.
sin ambajes y en letras de molde, lo que solemos decir y repetir en nuestras casas y en todos Enrique José VARONA.
los corrillos de que formamos parte.
12 de noviembre, 1913.
cupen pues todos tienen saliva. Le dije que se fijara como yo podía escupir, demostrándole en la práctica, y yo no era judía. Entonces. por qué lo dicen. Porque, le contesté, hay cristianos que a pesar de las medallas que llevan quieren hacer creer que los judíos son despreciables y no merecen ser tratados como seres humanos. Que decían que los judíos habían escupido a Cristo (aunque Cristo también era judío y aparentemente no escupía. Me preguntó si por eso yo no le ponía una medallita y le respondía que yo había preferido regalarle un corazoncito de oro para recordarle que más valía lo que se lleva en el corazón que lo que se profesa de palabra. Luego me preguntó si era verdad que los negros mataban. Le dije que había hombres y mujeres que mataban, de todos colores, ricos y pobres, y que los nazis, que se las echaban de ser más blancos que el palmillo, se habían ganado el récord mundial de matones. Que en el Sur de Estados Unidos los blancos mataban a los negros por vicio. Que eran peor que animales porque los animales no matan sino por necesidad y defensa propia. Que en Puerto Rico los yanquis mandaron a matar a los puertorriqueños patriotas, como ocurrió en Ponce y Río Piedras. En cuanto a ser locos, los había de todos los colores, y el ser viejo o negro no era señal de ser loco ya que en Puerto Rico había muchos locos y eran de todos colores y en Estados Unidos abundan los locos. Es más; recordé, aunque no se lo dije, el estudio reciente de un médico sobre el estado mental en Puerto Rico. Pensé si los padres de estas criaturas estarían ya en lista o si no ellos por lo menos los pequeños cerebros envenenados de sus hijitos por el más potente y funesto de los venenos: el Prejuicio.
Consuelo LEE TAPIA. Los judíos escupen y los negros matan.
Libros colombianos y venezolanos (De El Boricua. Santurce, Puerto Rico, 19 diciembre 1947) menudo en la lucha por la existencia de Pero ya el veneno del prejuicio comenEl Boricua, ardua y pesada tarea, pero amo zaba envenenar sus pequeños corazones. El rosa y llena de fe, nos hallamos en una de las mayorcito le dice al hermanito menor. Yo numerosas y largas esperas sentadas en nuestra soy grande y yo no escupo porque los judíos antigua carroza frente a hogares puertorrique son los que escupen. El hermanito contesta flos. Mucho puede observarse durante estas con la lógica de los años (y de muchos adulesperas que a veces se prolongan más de una tos. los negros matan y son locos. En hora. Recientemente nos hallamos parados fren eso se acercaba una mujer obrera, jíbara ente a un hogar humilde pero acomodado. Es juta, de cuya edad sólo el hambre y la midecir, la casita era de bloques de cemento, su seria llevan cuenta, semblante demacrado y patio no nadaba en agua, la pintura estaba fres arrugado. Como tres avecitas asustadas corrieca, había luz y no tenía letrina. Era la tarde ron al patio, cerrando el portón, y gritando: cita. Los tres niños que bendecían ese hogar. Una loca, cierra el portón.
estaban vestidos de limpio y acabados de ba Mi nena, que nos acompañaba, se quedó far. La madre joven, charlaba en el pequeño perpleja oyendo y mirando a estos niños bien balcón con otra mujer. Las criaturas se veían alimentados, con sus cuellitos circundados por saludables y de la conversación que entabla cadena de oro y medallita bendita, su patio mos con ellas dedu jimos que todos sus deseos decente donde jugar. Cuando desaparecieron eran satisfechos, que eran inteligentes. Conta me preguntó. Por qué los judíos escupen?
ban 6, y años.
Le expliqué que todos los seres humanos esEdiciones antiguas y modernas Colecciones completas de Boletines Revistas agotadas Lo que no tenemos lo solicitamos Pedro Carmona Apartado Nacional 12 37 Bogotá, Colombia Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica