REPERTORIO AMERICANO 39 EL SON EN PUERTO LIMÓN (Envío del autor) entre tanto rdeda el son: Música, danza y el son, bailan en puerto Limón ritmos de fiebre y carbón.
Los negros llenos de sal, sudando le dan al son un ritmo muy especial.
Se va el caimán, se va el caimán, se va pata Barranquilla.
Se va el caimán, se va el caimán.
Están locos en Limón, retorciéndose al danzar, gritan negros borrachos humo, mujeres y alcoholY se embadurna la noche con figuras de charol.
Cinturas que se golpean.
Manos crispadas al son.
Senos al viento, parados como dos copas de ron.
Es unu danza de negros humo, mujeres y alcohol Un olor de los infiernos relámpagos de charol gritos de negras borrachas alaridos del trombón.
Un paso que tiembla y alza su enagua de caracol.
Una negra retorcida va apretando más el son.
Se le escapa la cintura con un extraño rumor y un negro desencajado la aprieta a su corazón.
Los ojos casi brotados.
Las piernas en la flexión vibran, como alambres rotos de una vieja instalación. Madera de Francisco Amighetti)
Yo lo miro muriendo con su solo ojo azul, mirando fijamente la culata y el látigo, casi triste, casi malo, Están locos en Limón retorciéndose al danzar.
Música y fiebre en el bar.
Como un diástole el bongó.
Como un grito de saxofón, como una lluvia el tambor.
Sigue y sigue y sigue más, porque la danza es así, locura, fiebre y carbón. están locos en Limón humo, mujeres y alcohol y una danza de churol se va retorciendo al son.
Protegiendo su ojo de las botas para salvarlo En Los baños canta el mar una orática canción. los negros al danzar tienen la fiebre del son.
Ay mama Inés, ay mama Inés.
Todos lo negros tomamos café.
de convertirse también en una piedra dura.
De su salobre vida aferrado, temeroso de que la muerte le guarde aún otro daño y le robe su eterno mar inmóvil y lo obligue a seguir esperando ahora que está sintiendo el corazón cansado, pero tan cansado.
Los borrachos en el bar van gritando otra canción y hasta el mar, el mar. el mar!
también bailando está el son. alza por los dedos finos de una mano de carbón, el ámbar de la cerveza y la canela del ron están locos en Limón retorciéndose al danzar.
Joaquín GUTIERREZ.
Claudio BARRERA.
Gritan a los cantineros, y una mulata al pasar, muestra los dientes, más blancos que dos terrones de sal.
Limón, Costa Rica.
Junio 1948.
Libros colombianos y venezolanos RESPONSO (Envío del autor, en Santiago de Chile, julio de 1948. Ediciones antiguas y modernas Colecciones completas de Boletines y Revistas agotadas Lo que no tenemos lo solicitamos Pedro Carmona Apartado Nacional 12 37 Bogotá, Colombia Tenía un solo ojo azul; en la otra órbita tenía una piedra.
No quería ni a los niños ni a los perros, era algo bárbaro, medio infernal era.
Porque tenía sólo un ojo debían haberle ahorrado ese culatazo.
Nunca nadie le dijo: Amigo mio. bien: Conversemos una tarde entera.
Porque de niño fué triste y un niño triste es casi un santo, no debían haberlo torturado.
No quería piedad, quería igualdad, y no tuvo igualdad ni piedad siquiera.
No era soberbio, pero era amargo y se desbordaba como una jarra llena.
Porque fué rudo y solo y no fué amigo de los pájaros, por lo mal que vivió, por todo el daño que le hicieron los hombres, no debían haberlo asesinado.
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131 Varick Street New York 13, Cuando él venía todos se callaban, tosian nerviosos. Era huraño, casi malo, casi un pedazo en bruto de tristeza, La vida le debía ung muerte buena, una muerte cualquiera, no un hipo de espanto.
11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica