Marx

REPERTORIO AMERICANO 359 SELECTA BE La Cerveza del Hogar இர தத gresan rápidamente en Chile, por cuanto la encuadernación tiene más actividad ahora que antes. Cuando abrí mi taller dice si no era algún misal ennegrecido y desparpajado, algún breviario más pasado de tabaco que mi pipa. Ahora no; encuaderno ya partidas de libros, ediciones. Cuando el libro no me gusta o es anti liberal, pido el doble; así cumplo con mi conciencia. Guerra a todos los despotismos. 1847. Llámanle Le Pére Tranquille, y jamás vi tranquilidad igual, aun después de apurar una botella de burdeos, que es como si dijéramos en medio de una deshecha borrasca.
Quiérenlo los franceses como a un ser privilegiado, y yo, por simpatía y por imitación, gusté desde el principio de este sencillo y patriarcal carácter. Presentose con poncho, lo que me hizo sospechar que estábamos en Chile.
Dijome alguien que poseía una buena educación y vastos conocimientos en historia, lo que me hizo abrir un palmo de boca al ver tanta ecuanimidad sabiendo algo; porque tengo para mí que el hombre que sepa algo, debe dejarlo conocer de a leguas por su botaratería y sus maneras incisivas. Al menos así se usa entre nosotros. 1845. SO EXQUISITA SUPERIOR biles no sirven en este momento y en la lucha caerán derrotados antes de la pelea. Marchad, jóvenes. En vuestra labor, en vuestra inteligencia en vuestro arrojo reside la salvación de Colombia. En el semanario Sábado, de Bogotá, 13 de marzo de 1948. Bernabela, pensando que la va a estrangular, se aparta; luego, sorbe y dice. Pes vea, miamo: la plata sirve.
Preparaba los dedos para enumerar, cuando en el portón se oye ruido de muletas, y una voz desfallecida de anciano plane. Una limosnita, mis amos, por amor de Dios!
Augusto grita energúmeno. Sali de aquí, vagamundo, perezoso. Tirá a trabajar si tenés hambre!
Un Ay, Jesús! se oyó, y las muletas, lentas, vacilantes, sonaron en el zaguán hasta perderse en la calle.
Advertencia de José Martí, en agos.
to de 1902 e inactual en 1947. Ezguerra da el ejemplo.
Saquemos esta Nota. Es parte de una carta (diciembre 30 1943) de Gerardo Gallegos, en La Habana, al editor del Rep. Amer. en esta ciudad. Recomendamos su lectura. Notaba yo que Luis Cano y sus compañeros, que conocemos con la denominación de centenaristas, quieren gritar pero los gritos se ahogan en la garganta, quieren escribir pero la pluma obedece a conceptos diferentes, enfriados, sujetos a una norma de vida distinta.
Ellos han cumplido ya su misión, porque los hombres en Colombia envejecen a los cincuenta, y los centenaristas se han envejecido diez años más. Por eso es muy razonable que ellos opinen diferente a nosotros, y por eso la voz de ellos no alcanza a orientar en este día lo intimo de la conciencia nacional. Entonces, maestro. le pregunto yo¿qué pasa con esta juventud. Yo se lo pregunto a usted responde Luis Cano. Me parece digo yo que el principal problema de nuestra juventud consiste en que no sabe a dónde va Тan pronto cree en Marx como en el cura; tan pronto se emborracha como recibe la hostia. No hay unidad entre la juventud; uno va por aquí y otro por camino diferente, sin probabilidad de que se encuentren Los jóvenes son superficiales, estudian en desorden, leen en desorden, piensan en desorden. fundamentalmente se han olvidado del humanismo, que es lo esencial para encontrar un rumbo definido, para pensar universalmente, para entender el mundo y los hombres mediante criterio amplio. Los jóvenes se han olvidado del valor del hombre y por eso no saben qué hace el hombre, ni buscan al hombre, qué orientación debe tomar la república, en función de la época que vivimos. Por qué no responde la juventud al imperativo del momento? le pregunto de nuevo a Luis Cano. veces creo dice que a la juventud se le cierra el paso, y si eso ocurre a la juventud cabe empujar las puertas; o puede ser que los muchachos son tímidos, cosa grave también, y que hay necesidad de reparar.
Jóvenes de Colombia. actuad. Tened fe en vosotros mismos! Empujad una, dos, cien, mil puertas, todos los muros que se interpongan en vuestro camino decididos a trabajar por la grandeza y la paz de Colombia. Hombres atrevidos son los que se necesitan. Los déLos que en New York hablamos castellano queremos muy bien, de tiempo atrás, al distinguido colombiano Nicolás Ezguerra, que se ha dado todo a su país y fuera de él vive enamorado de sus libertades. De él es el patriotismo ardiente, el juicio que lo doma y encamina, y aquel amor americano por donde vino a ser presidente natural y justo de la Sociedad Literaria Hispanoamericana de New York, cuya responsabilidad fuera en verdad grave. en estos años de eco universal, si no los aprovechase en enseñar nuestra América ante ésta otra con el poder y originalidad indispensables para asegurar, en la ocasión solemne, el respeto de un país como el del Norte, propio y fuerte, que ha de tener en menos, con razón, a los pueblos limosneros y arrimadizos. De la transfusión de la sangre mueren los enfermos, cuando no es sangre afín, Ezguerra no es de los que se quitan del ojo la luz natural y se ponen de chispa un botón de Edison.
En el mismo paquete de envío de Beau Dondon van ejemplares de Las Américas, cuadernos de divulgación histórica de los que soy autor y co editor. Le agradeceré que distribuya los mencionados ejemplares desde luego, aparte del dedicado a usted a personas o instituciones que tengan interés en cuestiones históricas; pues, mi vez, deseo establecer un canje con autores de obras históricas, en preparación del número de Las Américas que es cribiré para Costa Rica.
Señas: Gerardo Gallegos. Amargura 314, La Habana. Cuba.
Así termina Tomás Carrasquilla su libro: Frutos de mi tierra. Bogotá.
1896. El traje hace al caballero y lo caracteriza la SASTRERIA LA COLOMBIANA Que qué. grita el hipocondríaco, tirando la taza en que bebía. Que se murió Filomena?
Clavó en la negra una mirada centelleante, y con aire furibundo agrega. Ah maldita. Ojalá se hubiera. No, no: pobrecita. No, no. Imposible que se hubiera muerto. Una mujer tan rica. que tenía tanta capacidá pal negocio. Ese infame la mató. La enveneno. La plata no sirve sino pa uno condenasel. No sirve pa más. Virgen santa, miamito. Manquesté mal il dicilo. pero bien dice la niña Mina, que su mercé y estrenar la casa pa los locos del Mermejal. Tanté! ino servir la plata. Pero decime, negra del demonio exclama, asiéndola por un brazo decime. pa qué sirve?
de FRANCISCO GOMEZ e HIJO le hace el traje en pagos semanales o mensuales o al contado. Acaba de recibir un surtido de casimires en todos los colores, y cuenta con operarios competentes para la confección de sus trajes.
Especialidad en trajes de etiqueta Tel. 3283 30 vs. Sur Chelles Paseo de los Estudiantes Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica