64 REPERTORIO AMERICANO También y esto entre nosotros Roberto Brenes Mesén, el maestro y oigo ahora palabras que me murmu el amigo, que se ha ido agarrándose El traje hace al CABALLERO ran anhelos de más, de mucho más; el corazón, que se le anticipaba. Con de allá, de más allá, de mucho más y lo caracteriza.
vosotros y cou vos, Trigueros de León.
allá de las estrellas en donde ahora cantar, que buena falta hace desY la SASTRERIA están. La voz de Max Jiménez, el pués de tantas lágrimas.
La COLOMBIANA hombre que lo era demasiado para conLORENZO VIVES vivir con tantos hombrecitos, y la de de FRANCISCO GOMEZ e HIJO San José, Costa Rica. Juuio, 1947.
le hace el traje en pagos semanales SONETOS o mensuales o al contado. Acaba de recibir un surtido de casimires en tode ALFREDO VINCENZI dos los colores, y cuenta con opera(En el Rep. Amer)
rics competentes para la confección de sus trajes.
PRESENTACION la inteligente gentileza de este gran trabajo poético, sometiéndose a la dura disESPECIALIDAD animador de cultura en el Continente, que ciplina del soneto, para no caer en el liberEN TRAJES DE ETIQUETA se llama Joaquin García Monge, debo el tinaje que usan algunos jóvenes, con el Tel. 3283 30 ye. Sur Chelles intenso piacer de presentar, en su famoso pretexto de ejercer el arte ultramoderno.
Paseo de los Estudiantes Repertorio Americano, las primicias poéticas Contigo ha estudiado Alfredo este fenómeSucursal en Cartago: de mi hijo Alfredo Vincenzi Peñaranda. Di. no de la nueva sensibilidad; y conmigo, no 50 vs. al Norte del Teatro Apolo fícilmente hay en Costa Rica un escritor de se atreve a menospreciarlo. Hay razones la época que no haya recibido el espaldarazo profundas para que el arte, que es vida camde don Joaquín, al calzar la armadura de biante, trate de remozarse siempre. no Lic. Aníbal Arias Caballero Andante, vamos a ser nosotros quienes detengamos el Abogado y Notario En los elogios que se le han hecho al di impetu del devenir Como se ve, Alfredo no San José Costa Rica rector del Repertorio, no se alude a este rehuye la valoración justa de la fenomenoaspecto del paternal animador de espíritus, Teléfonos: Of. 5329 Hab. 5994 logia artística. Pero no quiere caer en repusiendo así que, en mi concepto, es uno de diables extremos, que no siempre son reflejo Apartado 1653 los más elevados que se le pueden hacer. de las imposiciones de ese gran devenir de También mi hijo toma ahora el camino la Belleza y de la Vida.
del Repertorio en busca del simbólico espalMal augurio interrumpe su vagar He aquí los sonetos de mi hijo, para que descuidado darazo de García Monge. también les se vea hasta qué punto maneja la forma, la corresponde a mis hijos hacer un fervoroso un matiz agorero da la bestia al paisaje, imagen y el ritmo.
recuerdo de este acto y de su magno ofiMOISES VINCENZI al triscar con recelo, convulsiva y salvaje, ciante.
San José de Costa Rica, y saltando al escape por el flanco escarpado.
Mi hijo Alfredo ha preferido empezar su agosto de 1947.
Es famélico tigre que liviano camina.
ORGULLO TORERO ¡Y admirando la tarde en la arboleda, sip quebrar ni una zarza con su gracia felipa, rigida y grave en un peñón se queda hacia el cérvido fino que en las lianas se iTarde torera. el clarin vibro. enreda.
Bajo el oro fundido del lucero, absorta en el milagro del paisaje. con gesto majestuoso el gran torero Ya dos brasas se encienden en sus pérANORANZA su capote de lidia desplegó. fidos ojos En ocaso estival y venturoso, al mirar a su presa, con terribles antojos, Airoso con el toro se encontró.
y un rogido estremece la tupida arboleda. turbóme su gentil adolescencia. luego de jugarlo por entero, con ademán elástico y certero al eclipsarse el sol en su presencia, EL RETO DEL JAGUAR la espada en el morrillo le clavó.
se ocultó, más que nunca, presuroso.
Para mi padre ¡Las astas de los más fieros bureles Salto Cupido, grácil y gozoso, Moisés incenzi rozaron esa tarde sus caireles!
y en minuto feliz de mi existencia, al fin de su faena sorprendente, Se desmayan las frondas y la fértil pradera confirmó con su flecha la sentencia cuando pasa flexible la visión majestuosa, un derroche de gloria torpasol: que nos uniera en brindis amoroso.
del jaguar reluciente de silueta vist sa itejiendo en cada nube un arrebol, que es señor en los valles y en las selvas tendióse ante sus pies el sol poniente.
Tras la alameda apareció la luna. impera.
en esa noche azul de mi fortuna, LA GARZA BLANCA estreché con fervor sus ma manos belles Es elástico el porte de la pérfida fiera: Para mi madre va azotando sus flancos con la cola nerviosa: Vitalina de Vincenzi y febril la abracé con pasión loca.
y en sus claras pupilas de mirada fogosa, Señora de las aguas tropicales ¡Y al profanar la gracia de su boca, se retuercen fulgores de salvaje lumbrera.
y reina de la pampa y la sabana, nie guiñaron, sonriendo, las estrellas. Ni una brizna lastima con sus blandas la garza blanca luce en la mañana pisadas. EN LA SELVA su albo plumaje junto a los charrales: En el fondo dorado de su piel, agrupadas.
Para mi madrina Volando suave sobre los juocales, van temblando las sombras que tomó en la Gabriela Mistral es del espacio grácil soberapa. espesura.
y su apariencia es frágil y liviana, En el claro del bosque se solaza el venado. al bajar por las trochas, en sus vueltas parada inmóvil frente a los raudales, Con sus cándidos ojos acaricia el follaje. triunfales, Por el aire al cruzar a gran altura, y su esbelta figura se arrincona al ramaje en los troncos afila sus curvados puñales su nivea y elástica figura confundiendo sus astas con las ramas del y un rugido se esparce por la inmensa desciende majestuosa en un viraje. prado. llanura. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica