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200 REPERTORIO AMERICANO LA INALTERABLE INGLATERRA Por César Falcón.
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México, Septiembre Octubre de 1945. Ninguno de los fabulosos aconteci mucho al incomprensivo y pelulante intelecmientos de la guerra en Europa ha resonado tual europeo. Pero al británico le ilustran racon más emoción en los corazones hispánicos zones profundas que como todo lo británico, que el triunfo electoral de los laboristas en In están metidas de raíz en ia historia. En efecglaterra. Por primera vez en estos días, mu to. qué tiene de comun ia Gran Bretaña con chas cosas importantes están ocurriendo por Europa? Nada, desde la época de Cronwell, primera vez las gentes hispánicas, y más que fué al mismo tiempo el liquidador de Euaún que las de América, las de nuestro cen ropa en las islas y el iniciador de la Gran tro racial, las de España, advierten que nues Bretaña universal. Desde entonces, lo que nostra vida histórica está engranada en la británi otros seguimos llamando Inglaterra ha venido a y que la suerte de Inglaterra está trazando haciéndose más y más asiática, africana, amenuestros propios destinos.
ricana y oceánica y menos y menos europea.
El caso es cierto desde hace varios siglos, La política británica en Europa es una desde que Felipe II, el gran organizador del política de seguridad, de defensa, como quien feudalismo español, vió con admirable exac dice, y en consecuencia, una política beligetitud dónde estaba su enemigo. Pero si aho rante. Muchos pactos, tratados, alianzas, inra, y sólo ahora, no obstante los numerosos trigas, conspiraciones y guerras, pero muy poreveses que han tundido la carne española, ca economía. La economía, la negociación de nuestros políticos elevan la vista en uno de compra y venta, que constituye la base de su los ángulos verdaderos de nuestra existencia, existencia, ha ido asentándose, afirmándose y no es ciertamente porque al fin se hayan es perpetuándose en Asia, en Africa, América y clarecido sus mentes, sino más bien, conside Oceanía. Casi toda ella reside hoy fuera de Eurando sus intenciones, por lo contrario: por ropa y este hecho fundamental convierte a la que la cerrazón mental se ha hecho más apre Gran Bretaña en una entidad económica extada, más desesperada, más a ciegas. La luz traeuropea, aunque amenazada políticamente que los ilumina es un signo pavoroso. Indica por Europa. Están claras las circunstancias?
que la derrota de la República Española Conviene dejarlas bien precisas, porque aquí y el hecho vale también para Hispanoaméri reside, a mi juicio, el núcloe del problema.
ca, aunque aquí no tengo oportunidad de ex Para comer, prosperar y acrecentar sus riplicarlo les ha dejado tan sin norte, que quezas, Inglaterra necesita muy poco de Euvan ya, perdidos sus propios controles, a que ropa: las fabulosas utilidades que la han enrimarse como mariposas, en la llama que los quecido y los víveres que la alimentan, le viealucina y los destruye. Lo cual indica asimis nen de los otros continentes. En cambio, los mo que el mundo hispánico, o, por lo menos, peligros más ciertos contra su existencia, tanto la Hispania europea, está hoy más dentro de políticos como militares, le vienen de Eurola órbita británica que nunca, más dependien pa, de ese ardoroso fermento de doctrinas, prote de la rotación política de Inglaterra, y, por pagandas, rivalidades y amenazas bélicas. Cuatanto, más perdida, más sin esperanza y más lesquiera que sean las proporciones de los sin posibilidades en el inmediato futuro. movimientos nacionalistas de las colonias y de la rebelión universal contra el dominio bri2. Qué es Inglaterra? Ningún inglés tánico, es evidente que todos ellos se nutren tiene de Inglaterra la noción que generalmen de la orientación y el aliento político de Eute tenemos nosotros, los extraños, y como es ropa y que encuentran su más vigoroso eslógico, la única noción que vale, la cierta, es tímulo en los antagonismos políticos europeos.
la de ellos mismos, la que se abona, no sólo Europa produce las fuerzas ideológicas e incon el mejor conocimiento del asunto, sino cluso, a veces, militares que van como rayos también con la admirable capacidad racional contra el Imperio Británico. Inglaterra lo sadel ente británico. Para el hombre a quien be, y toda su política en Europa, la admiranosotros, con inconsciente inexactitud, llamable política que le ha dictado la necesidad, mos inglés, Inglaterra no existe, aunque es está dirigida por este conocimiento.
una cosa real, con la verdadera realidad de la tierra. El inglés piensa, siente, conoce y vi Política británica en Europa, quiere ve en el British Empire, esa enorme abstrac decir, repito, política beligerante; defensa del ción de tierras y pueblos y riquezas cuyos li Imperio Británico, lucha implacable contra tomites se difunden en la redondez del planeta. das las doctrinas, los partidos, las naciones, El inglés jamás se llama a sí mismo inglés, los movimientos y los hombres que atentan o siempre se llama britton, de Britannia, la que puedan atentar contra él. Es una política de rule the waves.
línea clara y firme. No ha variado desde CarEsa noción abstracta del país, inaccesible los II, desde que la revolución industrial le proa la mente hispánica más aldeana, por lo porcionó los medios de dominar territorios y general, cuanto más de izquierda es, sin em mercados. Entonces viró en redondo, y en vez bargo, desde el punto de vista histórico, la de seguir buscando en Europa, como Enrique más cabal Tiene la profunda realidad y la VIII y la gran Isabel, el alivio de su miseria, indeclinable exactitud de la comida. El inglés trazó las grandes líneas de su prosperidad sobre sabe que si es inglés, oriundo y dependiente el mapa de la Tierra y montó guardia contra de este pedazo de isla que se llama Inglate el peligro europeo. Felipe II vió las grandes rra, no puede comer. Quien le alimenta y, perspectivas de la potencia que insurgía. Si además, le enriquece y ha creado su tremendo por ir contra ella, como fué, en nombre de la poderío, es esa entidad diversa y dispersa que persistencia del feudalismo, no pudo conteel llama Empire. Aquí donde mana su vida, ner su desarrollo, nos dejó, en cambio, el aviso esta su verdadera nacionalidad. Por esto el y no es culpa suya que nadie entre nosotros, británico no tiene, ni puede tener vínculo nin ni feudales ni demócratas ni proletarios, haguno con Europa, a la que desdeñosamente yan sabido recogerlo.
llama el Continente. cosa que le sorprende Las realidades están ahí, sin embargo, tan firmes como nuestras cordilleras. Británicos e hispánicos nos cruzamos en forma de X, Sobre la curva dorsal del planeta, desde Guadalcanal y Filipinas hasta la Patagonia y Gibraltar. Nada ni nadie puede evitarlo. Allí está la viva y permanente historia, y lo queramos o no queramos, la guerra, la inexorable lucha por comer, por vivir, por mandar. más inexorable que para nosotros, avezados ya, después de todo, al infortunio y la miseria, para Inglaterra, para los británicos de las islas europeas. Para ellos no hay alternativa y, por tanto, no hay dudas. Estas islas tienen cuarenta y cinco millones de habitantes en nada más que cien millas cuadradas de territorio. Puede darse en tales condiciones una política distinta de la habitual política británica? Es posible que algún insensato lo crea. Pero no, desde luego, el inglés. El inglés sigue imperturbable su recia política de defensa contra las revoluciones, contra la burguesía continental, contra el imperialismo germánico, contra el proletariado, contra la Unión Soviética. Si la línea no ha variado ni ha variado desde Pitt hasta Churchill, no es por ninguna de las razones que cierto tipo de mentecatez intelectual le atribuye a la psicología, a la moral, a la educación y al carácter de los ingleses, sino porque mientras exista el Imperio Británico no puede variar; porque esa política y nada más que esa y sólo ella es la única defensa del Imperio, el verdadero foso que rodea y protege el bienestar de la nación británica. Ahora hay un hecho de veras nuevo.
Los laboristas han llegado por fin al poder.
Disponen de mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, y zunque no la tienen en la de los Lores, pueden, si lo necesitan, hacer tantos pares del Reino como sean precisos para adquirirla. Los laboristas constituyen el partido, si no del proletariado inglés como ideología, del proletariado inglés como clase.
Han conquistado el poder con un programa revolucionario. nacionalización de industrias básicas, del Banco de Inglaterra y de los ferrocarriles y establecimiento de numerosas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica