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REPERTORIO AMERICANO 129 ANTONIO URBANO EL GREMIO TELEFONO 2157 APARTADO 480 ALMACEN DE ABARROTES AL AL POR MAYOR San José, Costa Rica próximo año, al objeto de que no ingrese en el nuevo edificio un solo libro que no esté cncuadernado y debidamente catalogado.
Para ello cuenta la Biblioteca con un departamento auxiliar de imprenta, en el cual, al igual que la Biblioteca del Congreso, imprime sus fichas catalográficas. Estas fichas serán disti buidas a las distintas bibliotecas del país, facilitando el servicio de las bibliotecas y haciendo más rápida la obra del bibliotecario, al mismo tiempo que más fácil al lector el familiarizarse con las fichas de los catálogos. Los bibliotecarios de provincias recibirán los libros con sus tarjetas impresas, y el lector disfrutará de catálogos uniformes en las distintas bibliotecas de su país.
La cbra de Silva Vila tiene su complemento en la Universidad, su antecedente en la Asociación de Ingenieros del Uruguay.
Por iniciativa del ingeniero Federico Capurro, pro tada para celebrar el cincuencenario de la ingeniería uruguaya, esta Asociación inició en 1943, bajo la dirección de Arthur Gropp, la organización de cursos anuales de Ciencia Bibliotecaria, colaborando con el director de la Biblioteca Artigas Washington, su señora, Dorothy Ceddes de Gropp, y la señorita Jeanne Williams. Tres años trabajó la Escuela en esta forma, hasta que el mismo Capurro, senador de la República, presentó al Congreso el proyecto de ley, incorporando a la Facultad de Ciencias Económicas de la República, la citada escuela, donde se graduaIon, en sus tres cursos, 102 bibliotecarios, de los cuales ha tomado la Biblioteca Nacional su personal técnico actual.
El 14 de Agosto de 1945 fué aprobado el proyecto de ley de Federico Capurro, y por primera vez en el Continente, fuera de los Estados Unidos, un estado de América dejó es.
tablecida en su Universidad Nacional una Escuela de Bibliotecarios, elevando estos estudios al justo rango del servicio social que a ellos encomienda la convivencia civilizada de nuestros dias. El senador Capurro relató a sus compañeros del Senado las experiencias de un viaje a los Estados Unidos, quedando impresionado por los servicios que prestan no ya la prodigiosa organización de la Biblioteca del Congreso. sin disputa la mejor del mundo, sino todas las bibliotecas diseminadas en el país; lo que le hizo pensar en los trabajos que otros países de América como Argentina y Perú vienen realizando para mejorar sus bibliotecas, y pensar en su Patria, decidiéndose a presentar el proyecto de ley pidiendo la creación de la Escuela de Bibliotecarios en la Universidad, con vista de los magníficos resultados con ella obtenidos en sus tres años de labor independiente, porque, dijo: Debemos empezar por mejorar los servicios mediante la ocupación en las tareas bibliotecarias, no escogiendo dos o tres personas competentes sino todo un cuerpo de funcionarios instruídos, hombres con sólida preparación dispuestos a emprender, en colaboración todo lo que dejo expresado. De nuestras setecientas bibliotecas hoy aisladas, sin significación colectiva, débiles en sus esfuerzos individuales, debe surgir una vasta acción coniún que, construyendo y fortificando un núcleo central y vivificando todas las ramificaciones, desarrolle la extensión cultural que le es propia, amplia e intensamente, muy por arriba de lo que hoy disperso y fraccionado, se aboga en su aislada y mezquina pequeñez; y la base única e indispensable para alcanzar tal finalidad es la escuela. Cuánto tiene que aprender Cuba de esta actitud del Uruguay para no quedar rezagada ante el movimiento progresista de la cultura continental! Ni biblioteca ni museo nacionales tenemos. Las instituciones culturales, que debian extar nuestra cultura, la que paseo Martí por todo el Continente, a la que Finlay y Varona dieron relieve universal, lejos de alianzar la República en cimientos de eternidad, parecen mostrarla como una endeble armazón, incapaz de ocupar el puesto que por su tradición histórica le corresponde ante los imperativos epocales de nuestros tiempos.
HABLA MOSCÚ Le vendemos una REMINGTON grande, silenciosa, randa nueva.
Precio: 200 Por Fernando Campoamor. Envio del autor. En Arterisa, Cuba. 1947)
Lectura en la Exposición Mos nes, que entonces eran una manada de fantascú. Capitolio Nacional.
rras, en túnicas blancas, con escudo, cruz, espada, y una cota de malla desde la cabeza Fué en junio de 1941 y no hemos de olvi hasta los talones. Salieron desnudos.
darlo. Fué en junio, el día 22. Hitler hollaba En 1612, al grito de Moscú, Moscú. la tierra de Europa como un cerdo repleto de los jinetes bravos de Kusmá Minin, a nado de sangre. Madrugando. aun visibles las es sobre las aguas lacias del Moscova, sacaron del trellas que estrenaban el verano septentrional Kremlin a sus violadores. dos siglos después aprovechó la noche breve para pegar su pis fué Napoleón el loco de turno. Como Hitler tola las espaldas de la Unión Soviética. abora. arracimó tropa mercenaria y sin declaLo que vino después, tampoco hemos de rar la guerra entró por la vía de Smolensk.
olvidarlo. Murieron en su puesto los centine En pañales, con los cueros pegados a los huelas, bajo el poderío de las divisiones motori sos, el corso vió ahogar sus residuos imperiazadas; murieron las avanzadas del Ejército listas en las aguas del río Beresina.
Rojo bajo la traición de las bombas aéreas.
De sorpresa, se abrieron paso los pardos des El Tercer Plan Quinquenal quedó detenide Grodno a Brest, desde Kaunas a Vilna, hasdo por el ritmo forzado de la guerra, y los ta Minsk. Habló el Jefe soviético: Es cues pueblos de la se impusieron un tión de vida o muerte. Habló Elías Erenburg: horario de 24 horas. Moscú, con tenazas por Aun se puede vencer y vivir. Puede ser que el norte y el sur, era un pecho agitado, humañana nos quede sólo una solución: vencer meando a la par con los obuses enemigos y las o morir.
baterías de la plaza. Cavaba zanjas en sus La swástica caminó sobre campos húmearrabales, removía piedras, encapsulaba pólvodos, sumergiendo las barcas y achatando con ia, oía los mandos y esperaba. como siempre los tanques de acero las flores del lino. De sereno y confiado. Moscú creía en el maun asalto llegaron a Smolensk. Decían ellos riscal Stalin, que no dejaba el Kremlin en que iban a Moscú, y Moscú les esperaba para aquel cerco de fuego.
darles buen recibo.
El Buró de Información de Berlín dió al De nadie podían temer los rusos, que hacable la noticia: La ofensiva contra la cabían tejido el cañamazo de su historia recha pital de los bolcheviques ha llegado tan lejos, zando a diestra y siniestra la ambición inva que ya se puede ver el casco de la ciudad con sora. Muy atrás en el siglo xu, en el x111 unos buenos prismáticos. Pero Stalin guese las vieron a pulso con los propios alema rrera guateada, rostro firme dió la orden que También le vendemos un piano STEINWAY Magnífico estado Excelentes voces Arpa de acero Precio: 000.
Están a sus órdenes en la oficina del Repertorio Americano Teléfono: 3754 50 vrs. al del Teatro Nacional. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica