Working Class

118 REPERTORIO AMERICANO a morir fuera de su suelo, viendo quebrarse en la inutilidad sus armas duras y sus puños sagaces, y por eso le repugnaban, y ésta es una señal de su nobleza, estos otros expulsados de su patris argentina que se complacían morosamente en su tristeza y en su protesta, adivinando que eran penas y ademanes estériles y por eso acusaba a Alberdi de desterrado profesional.
Sarmiento no fué nunca un vencido profesional. Ensordeció, calló, acusó con su terrible, hosca locura, dimitió ese grito lírico, modulado hasta el virtuosismo que calma una querella que se escucha a sí misma teatral e inocua. No aceptó la responsabilidad de hacer palabrerías primorosas sobre el tema horrendo de la caida de su patria.
Atrás quedaba su obra de gobernante, de apósto. de maestro, de director de su familia, de su gente, de su pueblo. Había tenido una concepción biográfica de la Historia, dice Martinez Estrada, el cual añade que para Sarmiento, la historia hispanoamericana conservaba indelebles trazos personales de sus héroes. Sarmiento no ha escrito sino historia argentina. En Sarmiento está todo hablado en el tono del sermón, de la homilia, de la disertación. Su estilo persuasivo de maestro de literatura patriótica y de patriotismo vivo, se concilia perfectamente con su actitud de educador. La educación popular fué su postulado casi único, el norte de su prédica y acción.
De la actitud de Sarmiento hacia España nadie ha hablado mejor que nuestro Unamuno, de quien Martínez Estrada cita unas palabras, éstas, que le revelan como certero adivinador de los secretos de quien escribió Recuerdos de provincia: Su odio a España es el de un español, y el de un español que la quiere bien. Su odio a Rosas es de la misma clase.
Un espíritu beligerante, movilizado, ardiente, como el del autor de ese otro libro inolvidable que se llama Radiografía de la Pampa, debía aplicar su atención y lo ha hecho en este libro a esa otra gran inteligencia beligerante, la de Domingo Faustino Sarmiento, el prócer argentino.
DAVID MÉOFOR: POETA DE LA TIERRA men de poesías que dió en llamar Aliento de todos los vivientes.
Previendo un obstáculo que pudiera ser un peligro a sus medios de sustento, me escribió así acerca de un seudónimo David Méofor. No tuve más remedio que adoptar un seudónimo. Como empleado del gobierno, si mis versos no hubieran cuajado con los críticos, o me hubieran tildado de rojo o herético y se hubieran enterado de ello ciertos jefecillos gubernamentales, hubiera podido pasarlo mal.
Nuestro poeta tenía en cuenta el caso de Walt Whitman que fué suspendido como oficinista del gobierno por haber escrito un libro que no agradó al clero.
Mi amigo, al ponerse en busca de un seudónimo, dió con uno bíblico en este pasaje del Salmc 118: Había levantado del polvo a los humildes. La palabra hebrea Méofor significa del polvo. Por considerarse a sí mismo un ser humilde, ya que su empleo de cartero es una de las más humildes profesiones al servicio del prójimo, le pareció apropiado hacer constar que su poesía surgía del polvo.
Luego, antepuso a Méofor su segundo nombre propio, David, cuyo patrón bíblico había sido también un gran poeta, y cuyos Salmos son para mí fuente constante de inspiración. Así nació David Méofor como autor de un libro de poesías titulado Breath of All Living. Aliento de todos los vivientes. Un amigo del autor, Alfred Wrench, dijo en su introducción: Los ojos de Méofor buscan irremisiblemente la verdad. En medio del mundo tan materialista en que vivimos, él ha ballado amor y esperanza, y belleza, y un profundo conocimiento de la potencialidad del proletariado. Estas páginas contienen la historia de estos hallazgos, y las trazas memorables de la lucha empeñada hacia la verdad, la comprensión y la convicción. Aquí no sc acepta fácilmente todo lo establecido ni se transige con lo condenable. Dondequiera que ha encontrado podredumbre, David la denuncia con apasionada honradez. El arte es lo incidental nada más que las chispas levantadas por los golpes de poderoso martillo que forja en el yunque universal.
David esperó apenas que se secara la tinta de las páginas impresas de su volumen para enviarlo a un número selecto de críticos y poetas, solicitando su opinión y crítica. Así fué que Dorothy Hobson escribió en el Poetry Bulletin: Este volumen de Poesía proletaria es lo más refrescante y estimulante que ha venido a nuestras manos en los últimos años.
La poesía de David Méofor. es viril, retadora e intensamente vívida.
John Cowper Powys, uno de los más ilustres hombres de letras ingleses, felicitó al autor por medio de una admirable carta personal: Mucho me ha impresionado su libro, Aliento de todos los vivientes. mi juicio es lo más conmovedor, excitante y acerbo de la moderna poesía judía, y he leído mucho de ella. sé por qué es tan grande! Por su Honradez y Sinceridad! Tiene mucho de la noble sinceridad de la poesía norteamericana de Walt Whitman y de mi admirado amigo, Edgar Lee Masters. La poesía de usted está muy por encima del verso corriente. Hay en ella una grandeza, una ternura, una simplicidad y una objetividad que me llegan al corazón. La firmaba suyo (en homenaje a su poesía. John Cowper Powys.
Mas dejemos que la poesía de Méofor hable por sí misma, para juzgar si merece realPor August Wagner. Envío del autor. En Hollywood 27. Calif. Hablé a los hombres, buscando trasmi sentirse todo judío joven y sensible entre tantirles la amarga y dura verdad de mi to odio que, dirigido hacia él desde todas parideal.
tes, nace de una enemistad innominada. Escuchad la Voz Cósmica! supli. siguió leyendo para terminar así: queles inútilmente.
David Méofor. Qué soy, perseguido a través de los siglos, aguardando con paciencia inmortal, Deseo hablaros de un gran poeta norte esperando sobrevivir la destrucción y el odio americano. No se le canta todavía por perpara redimir de su odio a los que destruitme manecer oscurecido ante el fuego mortecino quisieran!
de modernas preocupaciones, mas llegará el día en que su obra resplandecerá en el Par He aquí un poeta auténtico, dije para mí.
naso de la Poesía Norteamericana con lo meLuego pude comprobar que otros pensaban jor de todos los tiempos.
igual: críticos notables, escritores, poetas; toTuve el privilegio de conocer a David dos al parecer, menos los editores. Estos consMéofor hace unas pocas semanas en una reu tituían un bloque casi infranqueable a la punión celebrada en el Gremio de Poetas (Poets blicación de sus trabajos. Mas el espíritu eterGuild) de Nueva York. Ambos nos hallano que anima la inspiración genial no podía bamos en una sala en la que se han visto con permanecer silenciado. Nuestro poeta se sacrifrecuencia reunidos la flor y nata de los poe ficó hasta que logró ahorrar lo necesario para tas, para intercambiar, como esta vez, ideas poder imprimir mil ejemplares de un volue imágenes mediante la lectura de poesías por parte de los reunidos.
Un caballero alto y fornido hallábase a mi izquierda. Era judío, y tan pronto como LEA DE tomó la palabra para leernos una poesía de su reciente creación, el aire pareció impregnarse de una sutil y rítmica melodía que, llevada y dirigida por un ímpetu vívido y vital de sinceridad, daba más fuerza y sentido a sus palabras.
EL JAUL (Prosa)
Estas expresaban el grito de dolor de miEL Domador de Pulgas llones de judíos de todas partes y de todos los tiempos; presente, pasado y futuro. Prosa. Qué soy sino el perseguido nuevamente a REVENAR (Versos. cada generación por enemigos nuevos, por enemistad eterna?
Obténgalos en el Ante el mundo aparezco distinto e inconfundible; Repertorio Americano sin embargo, soy indefinible.
EXTERIOR: Sus palabras penetraron profundamente en mí, evocando visiones de judíos perseguidos Precio del ejemplar: 00 a través de las edades. Cuán perplejo debe de MAX JIMENEZ Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica