REPERTORIO AMERICANO 89 JUGUETE La luna anoche llegó a mi cuarto, jugó a los toros con el reloj, tocó el ropero, besó la silla, mordió la mesa y el tocador.
La luna anoche llegó callada, pasó la verja y el corredor, de puntillitas llegó a mi cama y con sus rayos me despertó.
PRIMEROS VERSOS (En el Rep. Amer. Las poesías de Victoria Garrón tienen la trasparencia de un remanso de aguas limpias. Vienen a ser, sin proponérselo la autora, una saludable reacción contra los ensayos de moda que, en buena parte de la lírica juvenil de nuestros días, son juegos intelectuales o abusos de lenguaje, cuando no incapacidad y ausencia total de verdadera poesia.
Nos complacen estos versos porque tienen la sinceridad y la ingenuidad de la poesía popular, vena eterna de la mejor lírica en nuestra lengua y por la cual aboga André Gide en la actual producción francesa. Victoria es Licenciada en Filosofía y Letras y es profesora de literatura y de gramatica comparada, pero no lleva a la expresión poética los problemas del pensamiento ni los de la prosodia, que son objeto de la ciencia y no del arte.
No vemos en estos poemas influencia alguna y menos imitación.
No existe en ellos ni aun la preocupación formal. Nada se interpone entre el sentimiento de su autora y sus versos, ni la estructura misma de los versos, que adquieren por ello la sencillez y la ligereza aladas de la emoción más honda.
Abelardo Bonilla.
Luna malilla. qué te propones. Quieres peinarme con tu esplendor o es que pretendes limpiar la mesa con la colita de tu fulgor?
Pero, iqué veo. Ya te despides!
Ya te cansaste de tanta luz. la lunita salió callada por la puertita de mi balcón.
5, junio, 41.
MI AMOR ES UN SENDERO ESTOS SON MIS VERSOS: LA ENSENADA EL GITANILLO Yo que amo los caminos.
yo que amo los senderos. él venía del camino y los senderos.
Traia polvo imperceptible de las largas caminatas, traía esencia de jazmines en la mirada encendida, cargada de nostalgia su visión de soñador. el mundo se hizo llanura, sin riscos, sin valles, sin cumbres, ni honduras.
Como el agua de la ensenada tranquila. me siento de pronto verde y azul. cristalina.
Me hundo en el agua que me cubre angustiada, y en sábanas de raso me quedo dormida.
Palpitar de ondas bajo el cuerpo leve. de raso el colchón, de raso la almohada caricia de agua y de sol, en la blanca playa.
El mundo se hizo llanura, sin riscos, sin valles, sin cumbres, ni honduras.
Portete, enero, 47.
Llegó de pronto y caminó a mi lado, traía el porte de gitano o de andaluz, se diría que el alma del paisaje venía prendida en su alma de cantor.
Voy por la calle larga pisando tus recuerdos: en cada paso uno, en cada voz, un verso.
Tu nombre hecho de sombras seguíame de lejos y parecía decir. La realidad no es esto. yo tenaz seguía pisando tus recuerdos: mi vida es una sombra, mi amor es un sendero.
La realidad se esfuma, impera la ilusión, lo que uno en verdad siente dentro del corazón.
Por eso tu silueta por el sendero azul, es más real en mi mente que el sauce y el bambú.
Existe lo que amamos, queremos lo que es bueno, lo malo es un fantasma en forma de traición; pero la vida es fuerza, es flor, es luz, es llama, es esencia que inflama, manojo de ilusión.
17 agosto, 46.
Victoria Garrón.
Costa Rica.
Llegó sonriendo con la copla a flor de labio, la alegría, el optimismo y el humor; en el mágico cela je de la tarde fué esfumando su silueta de pintor.
5, marzo, 47.
POR ESOS CAMINOS LEA DE Por esos caminos de la patria mía te encontré de pronto callado y tranquilo, por esos caminos de la patria mía me puse a seguirte a paso tardío.
El tiempo era hermoso, dorado el camino, las noches más bellas, de almendro los días, por esos caminos de la patria mía jornada a jornada, junto a ti seguía.
Vínose el invierno, crecieron los ríos, los claros caminos tórnanse sombríos, y en la misma senda por donde tú ibas.
iba mi esperanza ciega y abstraída buscando: tu huella en el polvo, tu luz en la rama y tu esencia de roble y de pino, en la encrucijada de viejos caminos.
La noche hizo presa de las praderías, tus pasos ligeros casi no se oían bajo el cruje cruje de la noche umbría, y en un gran recodo, me quedé perdida.
Te busco callada a lo largo del río, te espero en el puente, recorro el camino en que paso a paso no ha mucho seguimos en busca de almendros, de flores y nidos; pero es ya muy tarde, no hay sombra de nidos, y mi peregrino quizá se ha dormido en la encrucijada de viejos caminos.
Limón, 7, enero, 47.
Llegué hasta el borde de tus ojos y me detuve indecisa. Sed, ansias, deseos?
Había parpadear de sombras lagunas de alegría.
Voy a escuchar tus silencios con mirada sostenida.
Hay lenguajes de lenguajes, el mío, lo es sin palabras. Sueños, quimeras. Me detuve al borde de tus ojos, así en silencio me quedé dormida.
11, marzo, 47.
MAX JIMENEZ EL JAUL (Prosa)
EL Domador de Pulgas (Prosa)
REVENAR (Versos)
TARDES DE CARRIZAL Obténgalos en el Cielo azul, vigüirros y hojas verdes.
Caminito empedrado, Repertorio Americano agua fresca y una espera.
EXTERIOR: Precio del ejemplar: 00 18, abril, 41. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica