REPERTORIO AMERICANO 127 LA ANTIGUA ACREDITADA CASA MARCOS ESPEJOS LLERANDI Mi alma partió sin enojos, oi lejos su aletear, mi cuerpo quedó en la sombra mis ojos sin luz están y mis manos quietas, pálidas, no pueden acariciar. Entonces, llamé a mi alma; Vuelve otra vez. Dónde estás?
Mi cabeza está vacía!
y no quiero ya pensar.
Eres tú mi complemento, sin ti no puedo soñar. Traemc toda tu dulzura, Ven, que te quiero abrazar!
Ella se acercó despacio, mas no me quiso mirar.
Sus ojos llenos de lágrimas claváronse en el cristal y la ventana hermanaba con ella su hondo penar. Sus vidrios goteaban quedo voltié a verlos sollozar, y una sonrisa muy honda, lc dirigi al ventanal. Esquina Diagonal a la Biblioteca Nacional)
LE RECUERDA que, como siempre, tiene para Ud.
CUADROS con finas láminas suizas, MARCOS con molduras nacionales y extranjeras, ESPEJOS de distintas formas y medidas, PORTARRETRATOS en vidrio, cristal, cuero, plástico, dorados, tallados y calados.
Para su regalo, le ofrece SUVENIRS del país y de fuera, así como óleos, acuarelas y tallas de distintos artistas.
Asimismo, se encarga de replatear espejos manchados y de restaurar marcos artísticos antiguos.
Teléfono 4688 San José, JARDINERO, TENGO SED!
SUENO ALADO Me remonté al Cenit ebria de altura encendida la luz del sentimiento volé. volé arrastrando mi amargura los astros desafié del firmamento.
Jardinero de ojos negros, ven a regar mi vergel están las rosas marchitas, y los geranios también.
Sus pétalos se deshojan, porque tienen mucha sed Dadles agua, dadles agua, jardinero es tu deber, Jardinero de ojos negros, ven a regar mi vergel.
Así llegué, audaz en mi locura, rerré los ojos y cambié mi acento; el destino acogió mi desventura y me perdí en los ámbitos del viento.
Mas sentí que al llegar mil chispas de oro cegáronme al instante mi decoro bumiliado quedó. Voló el anhelo.
Deseché una a una mis querellas tuve grandes amigas las estrellas y la luna sonrióme desde el cielo. Por qué, Señor, has deshecho este huerto de placer. Hoy es árido sendero, sin aves, flores haced que esta tierra ya reseca vuelve pronto a florecer.
Ya no hay sombras, ya no hay césped, y las abejas se han ido a libar lejos la miel. Manda acibar de tus vides!
Mándame agua de tu edén!
Miré llorosa: la tierra, perlaba en gotas mi sien de pronto en todo el huerto brotaba agua por doquier! En surtidores de plata, se bañaba mi vergel.
AMANECER Todo es alegre en el monte!
Todo es alegre en el campo. Mira! el sol sobre los cerros cómo se mece bailando!
Jardinero de ojos negros, mira mis rosas de ayer están lozanas y frescas, tú les diste de beber!
Has revivido mi senda con el milagro al verter tu cántaro en mis rosales, que hoy han vuelto a florecer. Jardinero de ojos negros, es de los dos el vergel. Costa Rica, 1947.
Los pájaros acompañan con su música de sabios. Hay chirridos en los huecos!
Los reptiles y los sapos, quieren unirse a la orquesta y en el pozo están las tanas croando!
Las mariposas vestidas con los colores más raros son las reinas de la fiesta no se cansan de dar saltos! hasta el agua del remanso at chocar contra las piedras hacen un compás de tango. Todo es alegre en el monte!
Todo es alegre en el campo. EL PODER HIPNÓTICO Por José Moreno Villa (De El Nacional. México, junio 29 de 1947. He subrayado en mi artículo anterior el sus novelas. Sus fuerzas hipnóticas nos conpoder hipnótico en los dos obreros intelectua ducen el alma a un ámbito donde queda ables llamados Unamuno y Ortega Gasset desde corta, incapacitada para moverse por sí misma, la tribuna, de oradores. Como alguien pudiera sometida gozosamente al poder mágico de las unir el concepto hipnotizar con el de embau palabras.
car, que se toca con el de engañar, prosigo. Pero diré más; diré que sin esta fuerza La fuerza hipnótica que se desprendía de hipnótica no hay obra de arte. Es decir, que estos ejemplares humanos será, como tal fuer no sólo se manifiesta en la oratoria o en la za, idéntica a la de los embaucadores; pero los novela, sino en la verdadera poesía, en el verfines que ellos se proponían eran altos, no dadero teatro, en la verdadera pintura, en la bles, mientras las de esos otros son viles, ba voz del cantante, y en la faena del buen tojos. No discuto aquí el acierto o desacierto rero. Es un poder de captación que, por no de sus doctrinas o posiciones intelectuales. estar al alcance de la mayoría, nos parece cosa políticas; digo solamente que nos embelesaban de magia.
al hablar, como nos embelesaba Galdós con El poder hipnótico, al igual que la simSi en la ciudad de Panamá quiere usted una suscrición a esta revista, pídala a MAURICIO VERBEL Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica