Repertorio Americano CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica Sábado 25 de Enero Tomo XLIII 1947 No. 24 Año XXVII. No. 1012 2BExcuch LA ESCULTURA DE MARINA NUÑEZ DEL PRADO SU SIMBOLISMO CONTINENTAL (En el Rep. Amer. Una vez más apunta la fecha de mi jubi guardan en las superficies de armoniosa lilo admirativo hacia las páginas acogedoras nea el frío gélido del altiplano, un frío del Repertorio Americano. Ahora, para ha como silencio de altura, tocado de viento blar (junto a todos los amigos de la revista, fuerte y estrella rutilante; de vértigo y conque son siempre espíritus de selección y templación cósmica.
amantes de la Belleza) de la mágica obra es Las manos de Marina Núñez tienen el cultórica de Marina Núñez del Prado. atrevimiento de la nube que modela la cumPara enfatizar mis palabras de admira bre, o se mueven como las alas del cóndor ción adjunto algunas fotos de esculturas a con esa extraña sensualidad del que palpa que hago alusión en este articulo.
lo antiguo o lo eterno.
Sabemos ya todos algo, de esta joven hija La obra denominada Mineros, por ejemde Bolivia, y de los triunfos que en los Esta plo, es todo lo que se advierte a primera dos Unidos ha alcanzado en recientes expo ojeada: una obra de atrevida concepción, siciones, pero no se ha dicho de ella todo de estilización depurada y nos da a la par lo que merece decirse ni está la crítica favo del ge to de resignación, el grito de rebeldia.
rable penetrando por entero el espíritu tras La figura de puños cerrados, que ha con cendental de sus pequeñas esculturas, que sus brazos de cruz el doble eje de todo lo en el conocimiento intimo de la autora y al que está preso en libertad, como el placontacto con sus ideales y aspiraciones co neta, muestra claraniente la sed de liberabran colosales proporciones y nos están di ción y de justicia de una raza incomprendiMarina Núñez del Prado Auto retrato ciendo que no son sino proyectos o maqueda y maltratada. Pero esta obra es una asi tas de monumentos por realizar, escapándose como maqueta en madera de lo que se amda o de suave emoción estética, como lo fun día de la estrecha sala del museo al co biciona en piedra para ser erigida donde vemos en sus madonas y sus danzas, resrazón de la ciudad jardín, para alentar en sirva e ilumine. Marina explica y habla con pectivamente. Las madonas de Marina son la plaza pública o en el parque, donde las es esperanza y la maqueta crece a la altura del siempre indias de amor adolorido, tier.
culturas echan raiz y no se tienen como ob monumento y entonces, con ella, entramos nas y piadosas: tiernas no con el júbilo de jetos de colección, sino como pensamientos a su trascendental sentido de idearevoluciolas madres felices, sino con lágrimas en las cristalizados en medio del camino de la vida, naria y a su afinidad simbólica con la natumejillas y en las bocas. Madonas de ojos cepara alimentar el recuerdo o la esperanza; raleza, donde ella bebió esta lección primera.
rrados y manos apretadas en gesto protector; para educar o para leer soñar.
Los contornos son montañas; los torsis son madonas con los brazos alzados en úplica de No es Marina Núñez del Prado una anode. desfiladeros andinos y los pliegues de los misericordia o sumidas en un sueño vegetal ladora de bibelots o estatuillas más o menos ponchos sugieren avalanchas, los altiplanos de tronco y orquídea. En sus madonas vi comerciales. Su corazó: es cantera andina y las cumbres están en la obra. El pecho de bra siempre la tónica crepuscular de la «piede la cual ella extrae siempre sus bloques la figura rampante sugiere la roca viva sobre dad. momento en que la madre eterna reco para develar en ellos pensamientos afines, el abismo. Las cabezas vencidas son las nu ge al hijo envuelto en el trapo rojo del dolor con la tierra de donde surgen. Sus obras hares pasivas (tal vez las compañeras del iny no en el azul de Belén y Nazaret, que hablan siempre en quechua o en aimará y dio agobiado. las pelambres caen en forma ce sonrientes y felices las madonas de Rade fecundas lluvias. Pero en una de esas fael, Perugino y Fra Filipo Lipi.
nubes hay encendida la chispa de la tempes Nótese en la «Madona la conceptad y es allí donde el relámpago de rebeldía ción recia, de sabor siempre andino: madre anuncia el rayo de la justica y ese relampamontaña que acoge la vida tierna de todos go está patente en los brazos estirados y los reinos en el abrazo de sui musculatura de puños convulsos, que son la vig rosa. Otra vez aqui, la forma humana se cuando a la cruz. le nace la hoja famigera crece al tamaño geológico; la cabeza tierna se de la espada. Esta obra podria ser también desprende en dulzura de nube acariciante. Una Tempestad sobre los Andes. preñada de lágrimas, y la forma del hijo Completa la idea libertaria de la obra que reposa segura eu un nido de altiplano, curacabamos de mencionar, cierta extraña si vándose su cuerpo hacia abajo con aspecto militud que hay entre el tipico gorro aimara de crisálida, para decirnos que presa en los y el gorro frigio.
vendajes del dolor presente, está la que Marina Núñez no es toda ella un grito de un día será la libre mariposa de la raza protesta (como en este magnifico grupo que amerindia, amante de la Belleza, para encenun día será tallado en proporciones heroicas der la gracia de su vuelo sobre el mundo.
Mineros y en granito, para consagrarla; también hay Siempre, hasta en las obras de aparente Escultura de Marina Núñez del Prado en sus obras expresiones de ternura profun, sencillez, Marina Núñez del Prado deja la cruz biesh Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica