REPERTORIO AMERICANO 431 mayo, se abriría.
EL INDIO PRUDENCIO Los vecinos decían que frisaba en el siglo, pero aún estaba tan alerta que esa Para Repertorio Americano y para su docmañana le encontramos al frente de su to director. Fraternalmente, casa remendando con cinco nietos las caMARÍA FERNÁNDEZ DE TINOCO nastas de burío del uso diario. Nos dio Era en el año de 1901, en Semana Santa. Con pena tuve que convencerla de mi ig respetuoso la bienvenida y pronto lo imBrisas de abril con ritmo de vientos ali norancia; redoblé mi insistencia de consul puse del objeto de nuestra visita.
cios, mecían los cafetos de nuestra heredad tar un médico y logré hacerlas pasar a la Se quedó mirándome desconcertado, como si estuviese consultando el libro de y su primicia: el botón que al leve rocío de cocina para «un puntalito de Charlie; pero recetas de su mente, y tras breve parpacomprendí como era necesario en este caso deo de sus ojos entrecerrados, me dijo: Albergue ideal para el vivir tranquilo, era más que cualquier bocado, el pensamiento El caso es difícil, doña Maria pero le esta finca en las regiones atlánticas de mi de amor por el que sufre!
prometo tantear Vengau nos dijo luego tierra; medio propicio para iniciar las pri En la tarde regresaba yo de los cafetales de haber amarrado las bestias a la sombra meras experiencias de los años juveniles en y al desmontar mi yegua predilecta, hallé. y lo seguimos.
la vida hogareña y encauzar la futura feli en el umbral de la entrada a Petra, que aún Pasamos como una exhalación por el rancidad.
pululaba con su pequeña. Se había tapado cho pobre y oscuro, en donde su mujer, la Fué sin duda por estos y muchos más fe aún más con el oscuro chal y en sordina, Morocha, entumecida de dolamas picaba holices motivos, que jamás en los desfiladeros con esa voz infinitamente triste y humilde jas de chircagre sobre una tabla redonda, y de la legendaria Quebrada Honda se oyó un del mendigo, me repitió: tras los saludos de rigor a ella y sus hijas, solo eco desabrido de las voces de guerra Por vida suvitica, señora, hágame la ca que atemorizadas se escondían, seguimos al proferidas antaño por nuestros mayores, ridad que sólo usted me la puede curar.
cerco, charral sin gran simetría ni plan, pe.
ro donde crecían sus famosos remedios.
cuando marcaban el paso entre los altos ce Hay voces que llegan al alma! La de Pe Alli. me dijo allí está lo único que rros y lograron subyugar al pirata invasor tra penetró en lo más profundo de la mía.
yo conozco capaz de disolver las nubes.
de nuestras ricas costas de Matina! La dulce Yo no era madre; pero el tierno sentimienSeñalaba Prudencio con tal certitud un paz allí disfrutada, sirvió de manto protec to, anegaba mi ser con dulce y vana añoarbusto de romero coposo y fresco que nuestor a mi espíritu intuitivo, el que no captó ranza. Así fué que entré en comunión con tras miradas se extasiaron en la planta. Esuna sola vibración afrentosa, de los derro su dolor y tras una instantánea meditación, taba en plena florescencia, y el indio acertados bucaneros de Mansfelt!
mi fuero interno aprobó la sugerencia de cándose, arrancaba las corolas fragantes sin Recuerdo sí con admiración el denuedo «Prudencio el indio y puse en mis labios tomar ni una sola hoja ni un tallo. Me incon que el brazo fuerte de Minor Keith esta frase que le volvió la esperanza: vitó a seguirlo en su faena y pidió un peabrió de un tajo aquellas moles de granito Bueno, bueno, Petra. Vuelva dentro riódico a su hija; pero intervine muy a tiempara tender cinta doble de acero por donde de una semana, y lave el ojo de la niña con po para reemplazar el papel de dudosa prose deslizaba a todo vapor su famoso ferro. agua de rosas pero frescas. Charlie le dirá venencia por un impecable pañuelo que sacarril al Norte, frente a nuestra casa; y nuncómo.
qué del bolsillo de pecho de mi marido.
ca dejé de alabar, cada vez que a caballo Las maravillosas curaciones del suquia Aqui Prudencio aqui le dije tendiendo el cuadrado de lino en el que fueron recorríamos los empinados caminos cerriles eran legendarias.
cayendo y amontonándose las delicadas flode la finca, que al valor y pericia de mi ¿Y quién era él?
res color lila claro, sutiles como alas de compañero se debió también ese trazado, Un indio güetar de raza. Sin duda algumariposa y, perfumadas. Concluida la opeque, llevaba por objeto regar por primera na, uno de esos posibles descendientes de ración hizo un doble nudo del lío y me lo vez en las inclinadas laderas de los históri Guarco o de Garabito que al igual que sus entregó.
cos desfiladeros de Quebrada Honda, la si bisabuelos, amó su terruño y su libertad y Cuando nos refrescábamos sentados en el miente de nuestro grano de oro, el que aún se quedó rezagado entre riscos y cañadas escaño renco que una piedra del río sostehoy produce a sus dueños óptima cosecha. como curandero de su tribu en las vegas del nía, bebiendo a la sombra agua de pipa en tampoco echo en olvido que como co Reventazón, aprendiendo en la naturaleza sus copas naturales, continuó el buen indio rresponde a toda dueña de finca, fui vigi a curar a su prójimo. Vivía en la isla, diciendo: lante del bienestar de los servidores y sus agreste parcela rodeada por el torrente; y Ahora al llegar a Quebrada Honda mujeres y niños en cuanto atañe a salud e desde antaño don Saturnino Tinoco, el funbusque un frasco de vidrio de boca ancha.
higiene. Múltiples veces los recomende al dador de Juan Viñas, y su recordado priBien lavado con agua hirviendo y seco; médico del pueblo vecino o les apliqué esos mogénito don Federico, lo dejaban vivir servirá para llenarlo hasta el tope de las flomil remedios caseros y sencillos que jamás en aquellas tierras que cultivaba de plátares de romero que han de aguantar antes, un día de sol. Estrujadas bien, tápense con faltan a toda señora de casa.
nos, granos y pejivalles. Con su prole se el tapón y séllese este con un buen poco de Una mañana, en ese preciso año, cuando dedicaba a la pesca del luciente bobo, y en repasaba en el cuaderno de apuntes diarios, estas faenas le había conocido, admirando cera negra de arragre o de jicote. Abrase un hueco de a vara donde le dé bien el sol mi lista de enfermos, una pobre mujer es la destreza de sus hijos, y la suya para cuy el agua, y entiérrese el frasco echándole posa de un palero, se presentó solicitando raciones.
todo el terraplén encima y pisoteando con una medicina para su hija de siete años, Ahora, para miércoles santo teníamos fuerza. Déjelo quieto por meses, al cabo Pálida y desgreñada apareció la enfermita proyectado paseo a los Bajos del río; así es de los cuales desentierre su remedio. No le que padecía de una nube en un ojo. Insis que se presentaba la ocasión para pedirle un haga ché porque ve que en lugar de flotía la madre que de mi famoso anaquel ha. alivio.
res hay un moho repugnante y negro. no: bría de salir la panacea. iPobrecita, cuánta Cuatro horas de buen andar a caballo, no le agregue ni guaro ni agua. Deje que compasión me despertó!
el moho, que estará todo sudado, resbale que para eso había entusiasmo y juventud. Imposible. Petra, imposible le consobre un traste limpio, lavando por supuesnos llevó al rancho de Prudencio. Recuerdo testé. no vé que hasta allí no llega mi sato el frasco antes de remover cera y tapón.
que era ya muy anciano, algo más alto que ber? Lleve la niña al Doctor de Juan Vi.
Lo que le resulte, aprételo bien y cuélelo los indígenas que de Tucurrique nos visitaen una de esas tarlatanas limpias que usan ñas él la curará sin duda.
ban, ofreciendo chirraca, zarza y copal; en el hospital de Cartago para curar heri. Pero, señora lloraba la madre ¿no vé pero no tenía canas, solamente le surcadas. pase lo que resulte a un frasquito que ya se la llevé y me la encontró incura ban mil arrugas en las facciones enjutas, bien limpio, nuevo, póngalo dentro de una ble? Le dió píldoras y medicinas. y la dejando libres sus ojos chispeantes y pe. latita de las de salmón llena de agua fría Bybe no merma. Ya la chiquita no vé. queños pero que no flote parejo que quede. Cuan Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica