Marxism

188 REPERTORIO AMERICANO UN GRAN FILOSOFO HUMANISTA CHILENO Por Conangla Fontanilles. En el Rep. Amer. ideales, a juicio de Molina, y a la propagación apostólica de los mismos, en todos los grupos y colectividades humanas, debiera orientarse la función educativa, animadora de todo progreso genuino.
Cuanto antecede resume, a grandes rasgos, los primeros capítulos de la apasionante apología De lo Espiritual en la Vida Humana. Pero con ser tan sugestiva la primera parte, aumenta en la segunda su interés y ofrece motivos, a menudo, de que se exalten el entusiasmo, la simpatía, la gratitud y la admiración del lector, por las consoladoras enseñanzas y el estimulante optimismo que de esas páginas emergen.
La Editorial Nascimento de Santiago de Chile acaba de publicar, en segunda edición, uno de los libros más excelentes de que pueda gloriarse el pensamiento latino americano: Se titula De lo Espiritual en la Vida Humana, y es original del sabio filósofo y sociólogo Enrique Molina, Rector de la Universidad de Concepción, autor de una veintena de obras que le han conquistado la más alta categoría junto a los pensadores pretéritos y actuales de justo re nombre en América.
La vigorosa y concienzuda personalidad in telectual del doctor Molina se revela en cada una de sus producciones. En todas se hallan, exquisitamente ponderados, el talento, la justeza de comprensión y la aguda intuición con que el lúcido filósofo y humanista chileno sabe enfocar, examinar, considerar y deducir atinadas lecciones sobre los complejos temas escogidos para sus estudios.
La simple enunciación de las obras de Enrique Molina señala ya las profundas inquietudes del insigne pensador, en busca del sentido más hondo, puro y trascendente de los problemas que mayor relación tienen u ofrecen con los misterios de la vida. Por ejemplo: La Filosofía de Bergson, Por los Valores Espirituales, Proyecciones de la Intuición, La Herencia Moral de la Filosofía Griega.
Pero donde las potencias filosóficas del Dr.
Molina brillan con mayor intensidad es en De lo Espiritual en la Vida Humana. Las facultades creadoras del autor: certera perspicacia mental, insuperable claridad y elegancia de estilo, se enlazan y armonizan con acierto tan delicioso, en las páginas de esa obra, que la convierten en una bellísima producción literaria, además de responder plenamente a lo que el autor se propuso al escribirla: una defensa vibrante, entusiasta, de los principios espirituales y del humanismo integral, frente a las cuestiones turbulentas del mundo material y económico.
Comienza por revisar y estudiar el sentido de la vida humana, no en cuanto a las funciones meramente fisiológicas, sino como ejercicio de la razón o de la actividad creadora, productos del enigma espiritual y de su derivante complementaria, igualmente misteriosa y maravillosa: la conciencia.
Discurre luego en torno a estas realidades subjetivas, con encantadora sencillez, con observaciones y argumentos asequibles a todo lector inteligente. lo mismo al exponer el proceso epistológico, como al definir las diversas teorías de los más famosos pensadores de todos los tiempos conocidos, sobre los problemas esenciales de la vida y de la evolución en el orden espiritual, lo hace de manera ajustada y convincente, sin incurrir jamás en alardes innecesarios de erudición ni de polémica, sin valerse tampoco de lucubraciones abstrusas (recurso socorrido de simuladores presuntuosos y de simples cocteleros de opiniones ajenas. Por deducción juiciosa y serena de su austeridad mental, Molina no se deja influir por ninguna interpretación de supuesta verdad dogmática o absoluta, en el orden filosófico ni en cualquier terreno de los dominios intelectuales. Cumple su noble afán con propio esfuerzo y con responsabilidad propias, consciente de las limitaciones relativistas inseparables de todo estudio sobre cualquier preocupación del espíritu.
Pero si de sobra conoce que la caducidad amenaza las creaciones humanas, también está convencido que de éstas, entre las mejores, va quedando una esencia: la cultura; y que a todo espíritu anheloso le corresponde el deber de examinar si en el decurso de los siglos hemos de hallar un progreso o no, y sustraer de la turbia corriente los valores que más convengan a un mejor destino.
Entra de lleno en el estudio del espíritu, y se pregunta. Qué es el espíritu. Una sustancia, una causa, una función, una nueva palabra acaso, o una consecuencia sin sustancia de las actividades de la vida? Las principales formas, inciertas y positivas a través de las cuales se revela ese personaje ubicuo del drama universal, son captadas y descritas exactamente por la visión intuitiva y por la palabra fluida del autor. BAIXENCE Paso a paso, el examen de los diversos sentidos que por los filósofos o por el vulgo se Enrique Molina asigna a la palabra espíritu, le sirven a Entique Molina para esclarecer más y más el vago En la observación anterior enlaza Molina contorno de esa fuerza o sustancia imprecisa, el juicio que le merece el tema del Progreso, y aliento de los vivos y el ánima de los muerla función elevada que a este concepto le asig tos. Por algo, observa, espíritu y alma son exna, siempre que no se le quiera mantener ex presiones sinónimas, en gran parte de su sigclusivamente en el plano social y político, nificado.
donde tanto se ha abusado de él y se le ha vul Pero al margen de especulaciones metafísigarizado; sino a condición de mirarlo como cas, con percepción filosófica tan sutil como geuno de los modos por donde el hombre llega nial, descubre Molina en qué consiste la difea la realización de su vida espiritual. median rencia probable entre espíritu y alma. Por ello, te el reconocimiento de valores tradicionales. sencillamente, opina que es más propio referir aun amplía su convicción ideal sobre las cosas de la inteligencia al espíritu; y las de el Progreso, después de confrontarla con pare los sentimientos, al alma. Pueden ofrecerse exceres optimistas y pesimistas de grandes pen plicación y definición más inspiradas y lumi sadores, aclarando luminosamente dónde, a su nosas, de ambas locuciones, tan a menudo usaentender, radica el más apreciable valor del pro das y confundidas como sinónimas?
greso, ya se trate de invenciones, de adelantos Justifica, además, su aguda opinión, con materiales o de ideas novísimas. Es menester, estas observaciones complementarias, bien condeclara, que esa invención, ese adelanto ma vincentes: Así cabe decir: lo siento con toda terial o técnico, esa idea nueva, sirvan para el alma, y no sonaría bien lo siento con todo el bien, que sus aplicaciones tengan valor mo el espíritu. al revés, se puede hablar del esral y social. o sea que contribuyan al mejo píritu de fineza, espíritu de sutileza; y resultaramiento de las relaciones entre los hombres, ría casi un despropósito referirse a una alma objetivo muy difícil de lograr sin el perfec de sutileza. Aun cuando hay casos, agrega, en cionamiento de las almas y el aumento de poder que no cabe hacer la distinción: como cuando humano y humanitario, en cond se habla, con igualdad de sentido, de alma didominio de la naturaleza.
vina y de espíritu divino.
No repudia Molina, sin embargo, los fac Con engarce de exquisitas especulaciones, tores económicos, en la vida humana, y hasta entra Molina en pleno estudio de las teorías y coloca las necesidades de esta clase, entre las pri doctrinas concernientes al espiritualismo, a parmeras; pero niega que sean las únicas, en opo tir de la concepción védica de un espíritu unisición a lo que pretenden los fanáticos del de versal, único, incorruptible y eterno, del cual terminismo marxista. lo más, estos facto las almas humanas no serían más que múltires no pasan de ser y de servir tan sólo como ples chispas de la misma esencia. Relaciona medios para la persecución, obtención y satis aquella concepción ontológica, indica o brahfacción de ideas, propósitos o fines netamente mánica, con derivaciones más o menos conespirituales.
gruentes de sistemas filosóficos sucesivos. Cómo no convencerse, viene a decir, de Estudia luego las diferencias más notables que no hay para el hombre objetivo más cime que ofrecen entre sí las opiniones respectivas ro que el de inspirarse en los dictados de la de los grandes filósofos antiguos y modernos, bondad, del amor y de la justicia, que hacen sobre el tema espiritualista; sobre el entronque llevadera la vida común. Cómo no conven de éste con las teorías del neointuicionismo. cerse de que las discrepancias de cualquiera es adentrándose cada vez más resueltamente en el pecie deben apartarse para no perturbar el ejer fondo de su propósito, discurre con amplitud y cicio de esas normas a la vez positivas y sagra con maestría insuperable, acerca de las relaciodas? He aquí por qué en el cultivo de estos nes vitales entre lo material y lo espiritual; en miento y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica