Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 397 10 DAKIT ANGUSTIA EN LA VIGILIA (Atención del autor)
Para don Joaquín García Monge del infinito Redondez pesada del cerebro, el cerebro mío, el cráneo mio.
febril armazón sin geometria, sin centro, y sin medidas.
II Notoria sensación de alas caídas en el jardín opaco de la noche, verta.
Rapsodra infinita de multitud de ayes: Estruendo del rayo adormecido alfilerazos clavados en la tarde.
en el alero qureto de la torre inmensa; Dificil parir del mundo, extraña sensación de muertos anocheciendo.
encendidos en el color ceniza Ondas agrestes del cerebro, del telón de fondo del cráneo mío, carrusel de ideas, del cerebro mio.
de conceptos labrados He cavado sigiloso en la tumba por el llanto.
sin eco del tiempo. mudo Epidemia de vasos, buscando en liebrico afán exuberancia del rojo amortajado.
Ilustración de Bakit el hilo de seda del recuerdo mío.
Estertor nervioso de la frente.
Amnesia del todo y de la nada: Laberinto de piezas. con su propio cansancio, con su propia inrespuesta ambigua No. No entraré validez. allí quedó, pugnando tristemente al golpe sin ritmo del ansia, insaciable, cavando en el tiempo. mudo en el arcano profundo de aquel templo; por levantarse, cuando el tren me arrastró Insomnio eterno en el silencio oscuro no violaré la virgindad hacia otros paisajes. Todo esto fué rápido de su secreto.
y doloroso. En un princio fué un cuadro de la bodega vacía de esperanzas, Prefiero esperar en el pórtico que sólo golpeó mis ojos. Pero, al compás de de sueños, de inquretudes.
del golfo de mis ojos, los minutos que siguieron, se me fué meCansancio cerebral en la vigilia. y atento seguir la huella del gusano tiendo en el alma. golpes. Sí, a golpes se Andes del seso ya sin jugo.
en el cajón sonoro me fué adentrando la visión de algo muy Expresión dolente de impotenca.
del último suspiro.
serio. Muy deprimente. De algo que estaba Cansancio.
muy cerca y muy lejos de la tragedia del Parto del mundo es el cerebro, caballo viejo. De mi propia tragedia, quizá.
Deshecho humus calente lo cubre todo, anocheciendo.
De la tragedia de muchos hombres. Porque impenetrable, insondable, a veces saltamos también, sólo por miedo, CARLOS FERNANDEZ SESSAREGO.
yace. y es ese salto el que nos hace pensar en el en la hierba marmorea San Marcos de Lima, Perú. 1946.
vigor de una vida plena de realizaciones. es entonces cuando queremos vivirla. es, también, entonces, cuando comprendemos EL CABALLO VIEJO que ya no podemos vivirla. Cuando senti(En el Rep. Amer. mos todo el peso de las desilusiones y todo el vacío que nos dejó nuestra falta de fe y Sucedió durante uno de mis viajes. De dad. Luego, con miedo. Saltó sobre sus de valor. Porque antes, antes del salto, tenesos viajes que han querido ser fugas. De patas para huir. Dió unos cuantos saltos didos al sol, no nos dábamos cuenta de que esos en que, al fin, no pude alejarme lo bas ridículos pero, al mismo tiempo, pareció teníamos el alma enferma y el cuerpo lacetante de mí mismo. De esos en que, tampo comprender que, en realidad, no estaba en rado. De que habíamos dejado pasar estéril.
co, pude acercarme lo suficiente a mis propeligro. Continuó corriendo y saltando, sin mente nuestros mejores años. Esperando.
pios ideales. no sabíamos qué esperábamos: otro país.
Yo iba en el tren. Por la ventanilla miraba embargo, pero ya en otra actitud. Ahora parecía hacerlo con gusto: retozaba, Había otro mundo, quizá; otros problemas de más correr los campos, salpicados de una que otra casa. De pronto, me enfrente a un poencontrado, gracias al temor, las fuerzas fácil solución. cuando, primero el miedo y luego la esperanza, nos llenan de un ansia trero donde yacia un caballo. Era un caba perdidas. ahora las aprovechaba para su tremenda de saltar y correr, tropezamos con lio viejo que estaba echado al sol. Lleno de propia expansión. Pero tropezó y cayó ronuestro propio fantasma. Con ese anciano mataduras, parecía cansado y enfermo. Pri dando. Más que contra un obstáculo matedébily frío que, sacudiendo ante nuestros ojos meramente miró hacia el tren con curiosi rial, había tropezado con su propia vejez, sus cadenas, las cadenas de todos nuestros errores y de todas nuestras faltas, dos cierra STECHERT. HAFNER, Inc.
Agencia del decididamente el paso. caemos otra vez.
Sobre la hierba blanda del hastío, de la inBooks and Periodicals Repertorio Americano diferencia, de la desesperación. ahí quedamos, revolcándonos. Tristemente. Como 31 East 10 th Street, en Londres: el caballo viejo. Sí, tal como quedó el cabaNew York 3, Con esta Agencia STEVENS BROWN LTD.
llo mientras el tren, ese tren que pudo ser la verdad, el amor, la vida, nuestra vida, la New Ruskin House, que hubiéramos podido vivir, sigue su marpuede Ud. conseguir una suscrición al 28 30 Little Rusell Street, cha hacia el futuro. Un futuro que ya no REPERTORIO AMERICANO London, England conoceremos.
ROMÁN JUGO Costa Rica, enero de 1947. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica