REPERTORIO AMERICANO 207 la habitación mira hacia el jardín, mueve la cabeza y dice. Caramba. canción de desvario se está acabando. Esta vez no habrá un final de sollozos porque la mueca de la muerte no será mi despedida. Ah, esta impresión de sentirme casi sin pasado! Viviendo he descubierto que la realidad sólo existe intensamente en mí cuando se ha convertido en imágenes. Altagracia: mi destino me llama, y tengo que obedecer. La hora de las últimas caricias se acerca. No bajes la cabeza como ofreciéndola al sacrificio. De ti me llevaré el jadeo de tus fáciles abandonos, la línea esbelta de tu cuerpo de caoba es posible que la sueñe, tendida en toda su desnudez sobre un lecho de arco iris, quizás abriré mi ma.
no a futuras lluvias pensando en tu aceitosa cabellera. Te sé vinculada a esta tierra cálida, a estos árboles, a las nieblas que se deslizan de las cumbres hacia el valle. Todo eso ahora no importa. He perdido el hábito de las despedidas. Mañana quizás volverás a estar sola y, con tu hatillo, tendrás que buscar a otro. Mientras tanto, yo caminaré hacia el alba que arrancará para mí una nueva rosa de los vientos.
Esta mañana, muy temprano, Altagracia ha venido a traerme algunos objetos que pertenecieron a mi amigo. Por la noche ha vuelto. Ha entrado y se ha quedado mirándome, sin decir nada. qué has venido. le pregunto. Quiero quedarme aquí. Por qué?
En vez de contetsar ha dejado un hatillo sobre la mesa y luego ha echado aceite al candil. Al cabo de un rato, en un tono de gran humildad, ha dicho. Si tú lo quieres.
Me encojo de hombros, pero no me niego. pesar mío la observo. Por primera vez advierto que no es fea. Su frente ancha y ba.
ja armoniza con los pómulos salientes y con la boca, de labios gruesos y pálidos. En sus ojos, negros y brillantes, hay una expresión de sorpresa infantil y nostalgia; miran sin atención, como si en vez de aprehender la visión de la realidad, su mirada sólo supiera verterse con suavidad, acariciar lo que mira.
Su cabellera, que le llega hasta la cintura, la hace parecer menos alta de lo que es.
Ella se da cuenta de que la estoy mirando y sonríe. Le devuelvo su sonrisa. Entonces se me acerca, se sienta en el suelo y empieza a desabrocharme los zapatos. Al inclinarse le ha caido la flor roja que llevaba prendida en sus cabellos.
Con la inactividad ha vuelto el fantaseat y el pasado renace en las horas inmóviles. El silencio del bosque mojado me llena de inquietud. Los ojos de Altagracia interrogan las arrugas que surcan mi frente. Vuelve a invadirme la inquietud de las raras esperas. Obsesionante como un ritmo de maracas, una llamada oscura repercute en mi ser y, jadeando, huyo hacia el bosque, poseído de un deseo irresistible de correr, de agotarme en una carrera sin objeto. Al regresar, ntro siem pre a Altagracia esperándome a la puerta, desarmada de todo gesto de reproche, sin impa.
ciencias ni temores, como una rama espera el aliento de primavera. es en las tardes cenicientas, cuando la monotonía de las horas se acumula en mi alma y hace más pesada la carga del tiempo; en las noches invadidas de densos perfumes y cruzadas de visiones, es entonces cuando, súbitamente, me pongo a hablarte durante horas, en un idioma que no comprendes. En realidad me hablo a mí mismo, sostengo diálogos en tre mi impotencia torturada y el fuego de mis deseos. Tú me escuchas con la cabeza inclinada sobre el hacha, y te basta el sonido de mis palabras. Si tú comprendieras, yo seguramente callaría. Pero te lo puedo decir todo, y las palabras me van calmando poco a poco. Ayer, mientras te hablaba, te pusiste a llorar silenciosamente. No recuerdo de qué hablaba. Quizás intuiste que mi vida está hecha de partidas y que en mi voz temblaba una insinuación de despedida. Tus lágrimas me ayudaron a comprenderme. No hice ningún esfuerzo para consolarte. Acababas de darme una certidumbre que yo buscaba desesperadamente por el caos de mi espíritu, y me sentía feliz. No soy de aquellos que saben dar la caridad del consuelo. Las estrellas de este país están muy altas.
Pero ya las he visto todas en tus ojos. Hace tiempo que voy con mis raíces segadas y el viento del ancho mundo las ha encendido. Tus lágrimas me dijeron que la canción de la isla NOTICIA DE LIBROS (Colaboraciones)
E! deslinde, de Alfonso Reyes.
to novelistico, con brillantes ensayos entre esFondo de Cultura Económica, México, tas dos expresiones de la mente. Deslinde es.
pues, una invitación a la creación heroica, diCuando Aristoteles dijo: En estas tres rigida a los hombres de buena voluntad de cosas consiste la imitación, que son: con qué, nuestra América.
qué cosas y en qué modo se imita. dejó es Libro, no para leerlo. Libro para estutablecida la ciencia del deslinde en la literatu diarlo. Libro con misión, como la Poética, ra. En nuestro tiempo, y en este libro, Al para iluminar al Grande Alejandro. Atravefonso Reyes penetra en el macrocosmos de la sarlo, es vivir una milenaria jornada de exliteratura con un poder de discriminación ex periencias de la cultura. nos sentimos, al traordinario. Entra en el fenómeno de la pa final, fascinados en el centro de la trama labra y separa sus esencias, lo literario de lo la historia. trama de la tragedia de la civino literario, con la pericia de un químico. Só lización, como gusta llamarla Arnold Toynlo que al tratar una materia cuya sustancia es bee, el humanista inglés.
el discurso, el logos elaborado en las retorManuel Crespo.
tas de la mente y en el sucederse del tiempo, Washington. Julio. 1945.
nos ofrece los resultados de su labor en un trabajo de alta escritura. Porque, he aquí un El alma de China, de Juan Marin.
humanista que va de la mano con el artífice. Un documentado libro sobre China.
Usando las últimas aportaciones de la cultura, Reyes consigue, entre nosotros, compleEn un volumen de 450 páginas impreso tar el ensayo necesariamente limitado e in bajo el sello Editorial Claridad de Buenos concluso de Aristóteles (su Poética. hay Aires, Juan Marín ha lanzado a la publicihasta un modo aristotélico en el suyo, al desdad su gran libro intitulado El Alma de Chilindar ciertos aspectos. Naturalmente, desde na. La obra está dividida en doce capítulos.
entonces acá hemos ganado en libertad de creaa saber: Poesía, Pintura, Jade, Música, Arción artística, y no puede darse, así, con moquitectura, Teatro, el Emblema del Dragón, tivo del libro de nuestro mexicano, las batael Pie Vendado, China y Occidente, el Sueño llas que entre Lope Vega, Cervantes y de la Cámara Roja, Novela China Contempootros, originara la preceptiva aristotélica.
ránea y las Ruinas de Angkor.
Sobre el gran poeta chino Li Po, hace una Deslinde (355 páginas) es disertación, y semblanza bella y profunda, aportándonos esconversación en mucho, como, en efecto, resulta anécdota: Su temperamento era violento ta una ampliación de las lecciones sobre Cieny desigual nos dice En cierta ocasión un cia de la Literatura según el autor nos ad joven aprendiz de poeta lo interrogó. Deviertedadas en el Colegio de Morelia, Mécidme, maestro. cómo podría yo llegar a ser xico, en 1940. La conversación de Alfonso un gran poeta?
Reyes. Que nos fuese dado oírla de nuevo! Li Po respondió: Aprended primero, Reyes hay que buscarle su Eckermann. detenidamente, todas las reglas de la poética y sirve de introducción a La Teoría Literaria después atropelladlas una a una.
y otros trabajos que anuncia irá publicando. continuación, el paralelo y contrapunto Deslinde precedieron dos obras suyas de que hace entre Li Po y Tu Fu, tiene señalaigual tema y de valor permanente, canales en dos méritos psicológicos y sociológicos. Nos tre la Grecia clásica y nuestro Occidente: La dice: En Tu Fu y Li Po, ejemplares excelCrítica en la Edad Ateniense y la Antigua Rebos, se encarna esta antinomia que divide en tórica, a las cuales podría agregarse La Expe dos todo el arte poético de China: el primero riencia Literaria, todas ellas publicadas entre era clásico y confucionista; el segundo román1941 y 1944. La inteligencia creadora de Altico y taoista.
fonso Reyes no tiene par en estos momentos En relación con la pintura china, con gran en la América hispana. Lo Daemonic, inquie acuciosidad señala su órbita en extremo contud, poder de acción irresistibles, que explitrapuesta a la pintura occidental y a los ideacaba Goethe, parece lo tuviese cogido.
les griegos sobre la belleza del desnudo.
Divide en siete etapas su deslinde: la fun El capítulo dedicado al Jade, no decae en ción ancilar: historia, ciencia de lo real y li interés. Verbigracia, traza correlaciones, como teratura: cuantificación de los datos: cualifi la siguiente: Recuérdese el similia, similicación de los datos: la ficción literaria; des bus curantur hipocrático, base de la Medilinde poético: y matemática, teología y lite cina homeopática y establezcase qué conexioratura. Cada etapa es un vivario de fenómenos nes hubo entre los antiguos médicos chinos y correlativos. No deja piedra sin levantarla. los sacerdotes curanderos de los aztecas que teDeslinde constituye, por su dimensión hu nían en tan alta estima el Chalchihuilt (jamanística, una obra única en la república de de verde) en las enfermedades de aguas.
las letras bispanoamericanas, caracterizada has Al hablarnos de la arquitectura china, con ta ahora por la realización poética y el inten pulcritud y exactitud nos traza el mismo pa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.