Socialism

120 REPERTORIO AMERICANO te abonado; y la sección correspondiente a uno de éstos, la cubrimos con hojas secas.
Aquel hermoso y simple concurso de germinación les pareció muy interesante. Entre ellas debatian cuál sería el triunfador y natu ralmente cada una de mis hijitas quería que lo fuese el plantado por ella.
Bien pronto descubrimos que la semilla puesta en suelo abonado y después recubierto con las hojas secas, había brotado primero y era una plantita robusta, sana, con tallo grueso y fuerte.
El segundo grano en tierra igualmente abonada pero sin abrigo, había germinado también, pero tenía su plantita asomando apenas sobre el terreno. Traía indiscutiblemente gran vigor a juzgar por la decisiva reventadura que en el terreno había logrado hacer, ganosa de balancearse pronto en el aire y tibiarse al sol.
Del germen del otro grano no se percibían ain trazas.
En aquel momento recordé las publicaciones de Einstein y de Papp y pensé para mis adentros: ciertamente las cosas tienen alto, ancho, fondo y edad (o tiempo. medida de Einstein pero además, tienen otra medida: circunstuncias que las rodean. por circunstancias quiero concretar, particularizar, aquí, las materiales. Dentro de una gran acepción para dicho término, podrían abarcarse indebidamente las otras medidas de que luego hablo. Ello sería tan ilógico como referirse sólo a volumen de las cosas por el vocablo tamaño. a sabiendas de que éste en rigor, abarca en sí tres dimensiones, productoras en verdad del tamaño de las cosas.
Esa dimensión de las circunstancias está patente en todo cuanto nos rodea. Si miramos en la lejanía el seto de cipreses observamos que los que están en lo alto de la colina se hallan encorvados. El viento inclemente que subió de la hondonada y hostigó sus tiernos troncos, les impidió crecer erectos. Alla abajo, el sauce sobre el río tiene un follaje de color intenso, por el sitio propicio en que se encuentra y sus frondosas ramas son sostén y abrigo de innumerables pájaros. En contraste, el sauce sobre el camino está raquítico, languidece triste y en sus ramas los pájaros no prenden sus románticas y cantadas aventuras.
En relación con lo anterior viene ahora a mi memoria otro recuerdo de la infancia.
Eran muy buenos amigos allá en el pueblito Jejano donde naciéramos, nuestro gran poeta Lisimaco Chavarría y mi padre. Lisímaco como cariñosa y familiarmente se le llamaba en casa hombre noble y profundamente agradecido, había venido a ofrecer a mi padre su reconocimiento por no sé qué pequeños favores Rato después salimos de la casa los tres. Ero una preciosa tarde de verano, con un juego de luces en el ocaso, como precisamente encantaba contemplar al poeta. Su sentimentalismo de fino artista patente en sus composiciones no podía sustraerse ni al arte ni a la grandeza de cuanto lo rodeara. Al salir a la entonces plaza y ahora parque cenLIC. ANIBAL ARIAS Fral, los últimos rayos del sol daban en la Abogado y Notario torre de la Iglesia, coloreando así con una franja dorada rojiza la parte superior y haciénSan José, Costa Rica dola ver luminosa en contraste con el pórtico y Teléfonos: Of. 5329 Hab. 5994 la parte baja de la construcción. No parecía Apartado 1653 sino que a ésta un como vaho oscuro ascendiendo de la tierra, hacía borrosos sus contornos. En ese momento sonaron en el camLas medidas, que me ha parecido observar panario los toques del Angelus y una multien las cosas y a que luego me refiero.
tud de golondrinas salieron presurosas y festivas de sus innumerables nidos y poblaron el Quien ha vivido procurando observar y aire con sus vuelos de giros sorprendentes y meditar, se habrá dado cuenta, seguramente, alocados. y chillidos resonantes y alegres. Cualquiera hubiera creído que el sol del poniente llevarlo todo hacia la perfección. El niño crede que existe una ley evolutiva que tiende a al dar en las viejas campanas las había roto ce y curiosea por aprender. De hombre enconen mil partículas volanderas y vibrantes! Litrará su vida estancada, rutinaria e indiferensimaco entonces, tomándome de la mano, con te, mientras no comprenda y acate esa ley y voz sonora y grave rica en matices cálidos artúe dentro de su órbita. Desde el momento y afectuosos me dijo: mismo en que haga algo por sí mismo, aun Mira, Raúl, las golondrinas sienten la que sólo sea un poquito a diario, por mejomúsica de las campanas y gustan del sol.
rarse, por elevarse, por desenvolverse, el tefíjate como suben para alcanzar sus últimos dio, el cansancio y la indiferencia por la vida, rayitos.
se terminarán. Vivir se convertirá en algo inDespués pasó un considerable tiempo. Un teresanre y bello, en el más fascinador y abbuen día el poeta trajo a mi padre la sorpre sorbente de todos los deportes. Es que entonsa de nn precioso Pasito. él mismo lo haces no sólo no contrariamos sino que ayudabía tallado y pintado, primorosamente, pues mos a nuestro destino y al fin evolutivo de Lisímaco era también un acabado artista en la existencia.
escultura pintura. El bardo parecía triste y hablaba de su muerte que sentía acercarse. El que ha leído el precioso libro de Maude la que contó a muchos y cuyo presentirice Maeterlinck sobre La Inteligencia de las miento lo indujo a escribir esos dolorosos y Flores, comprenderá y creo que estará de acuerbellísimos versos de Anhelos Hondos.
do con el autor y conmigo, en que esa inteligencia es innegable. Maeterlinck ese poeCuando volví al pueblo la medida de las circunstancias golpeó y grabó penosas imta exquisito de la naturaleza, que compuso presiones en mí. En el transcurso de esos años, en prosa, a diferencia de nuestro Lisimaco Chavarría, que escribió en verso, ha tenido en ese una grave dolencia se había llevado a Lisiextraordinario y bello libro una admirable, denaco (murió en 1913) y fuertes temblores licada y tierna serie de aciertos. En los animababían dejado en peligroso estado la Iglesia.
El campanario quedó ausente de campanas y les esas demostraciones de la inteligencia son mayores y más claras. Ellas van aumentando golondiinas: ruinoso como estaba, su mudez de ahora me lo hacía aparecer más desolado y perfilándose mejor en las especies, a medida y triste. Sentí una congoja inmensa dentro que se acercan al hombre, en el que parece tede mí mismo y algo allá en el fondo, me hiner la inteligencia la máxima expresión.
Tanto en las especies vegetales como anizo pensar aquella tarde ventosa y fría, que todo lloraba la desaparición del poeta.
males inferiores, podría pensarse en un prinSi observamos cuidadosamente el bosque cipio que es sólo instinto, el instinto de la y nuestros vecinos; si recordamos con deteconservación, desde el mimetismo de las manimiento la historia de nuestros compañeros, de riposas y la espina de los cardos, hasta el perfume de las flores carnívoras para atraer su nosotros mismos, no podremos menos que llepiesa y la acumulación de reservas en los horgar a la conclusión apodictica, de que en nuestra vida y en la vida de todos los seres y las migueros y colmenares. Todo evidencia que existe ese principio inteligente que tiende cosas la medida de las circunstancias conprimero a conservar la especie y luego a hatribuyó también a determinar su identidad, su desarrollo y estado.
cerla mejorar, prosperar, desarrollar, evolucioPara el investigador, para el historiador, para el pensador, esa medida resulta funda en cuanto al reino mineral. será posible mental, también. El juez, el socialista y el su estancamiento. su paralización. Seguro filósofo, no deberán omitir su consideración. que no. Sólo que sus transformaciones se han El científico en su laboratorio conoce el operado en estado natural a través de los mivalor y trascendencia de esta medida en el aná lenios, sin posibilidad desde luego de que lisis y la producción de los fenómenos que una misma generación pudiera darse cuenta observa, de los misterios que desentraña o de de sus cambios. Pero la vieja teoría de los las maravillas que pretende producir. alquimistas parece haber sido verificada por El estadista, el político y el predicador la química ultra moderna, consiguiendo medeben conocer esa medida mejor que los de diante las maravillas de la ciencia las transmás, o irán a tremendos fracasos. Jesús de mutaciones por ejemplo de los mineNazareth el Maestro por excelencia. a rales brůtos en preciosos en poco tiempo, aunfuer de vidente, de iniciado, tuvo el precioso que a un costo tal que sus resultados no son don intuitivo de cuantas circunstancias podían comerciales.
rodear a, e influir en, sus auditorios.
Resulta así, innegable, también partiEl profesional, el financista y el comerc cularmente en el hombre que el uso y culciante, no pueden ni deben ignorarla.
tivo de sus sentidos materiales desarrolla su yo circunscribo esta quinta medida de inteligencia y los demás sentidos espirituales las circunstancias a lo real, fundamental y que todos en conjunto lo conducen y guían mente, por contraposición a las otras dos nue hacia su mejoramiento y elevación, y que vinar.
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