REPERTORIO AMERICANO cida en el mundo artístico de los grandes centros y los que saben de arte afirman que Goya y Picasso le dieron al pincel de Max, fuerza y forma dinámicas.
El artista desaparecido, cuyas huellas profundas quedan en la Literatura costarri cense, en las Artes Plásticas, y en la poesía, ha conquistado la suprema liberación, y abora, al evocar su recuerdo, tratamos de penetrar respetuosamente en su simbolismo.
La historia le hará justicia, y sabrá decir a las generaciones venideras, que Max no fué sólo un escultor, poeta, pintor y novelista, sino el potentado que pintó el dolor del pueblo de Costa Rica y de los pueblos que recorrió, y que no le regateo a los pobres los privilegios a que tienen derecho.
MAX JIMENEZ, EL GIGANTE VENCIDO (Es un recorte de La Ultima Hora. Se durmió teniendo aúu en las retinas la un peregrino incansable e inconforme. Sorvisión sublime de los Andes y sin que bió en la cuenca de su mano las aguas de toaún hubiera quitado de su vestimenta el pol das las latitudes. Pero en toda parte también vo del camino. Se escabulló de la vida que dejó su huella de creador que no dejaba un damente, contrariando los principios mis instante de dar las excelencias de imismo.
mos de su existencia, que fue un torbellino Esta tarde, cuando el sol bajero diga su de inquietud orientada hacia lo grande, lo adiós, el cuerpo de Max se hundirá bajo la nuevo y lo fuerte. Pero es que su tránsito loza funeraria. El gigante vencido por la hacia lo eterno tenía que ser así: con el mu Muerte, sonreirá desde los cielos: allá su tismo de lo inesperado. Con la fuerza prepoalma recia, su espíritu fecundo, habrá apritente que dejó constante su vigoroso genio sionado, en un reseo manifiesto de creación, en las telas y en el granito, en sus novelas las fuerzas del cosmos para perpetuarlas y en sus poemas, en sus apasionantes conen la estampa nueva que buscó sin reposo, versaciones y también, en todos y cada uno cuando, peregrino de todos los caminos de de los hechos de su existencia vigorosa.
la Tierra, sintió la quemante sed de algo Cuerpo giganteo. Cerebro potente. Era más que él intuía, y en cuya búsqueda se un contraste de su tierra pequeñita, donde quebró el vaso de su existencia generosa.
las mayorías tienen la chatez de lo mediocre. grandes zancas recorrió el mundo. Era JOSÉ ANTONIO ZAVALETA CORINA RODRIGUEZ ALGUNAS POESIAS DE MAX JIMÉNEZ (De Sonaja, Quijongo y Revenar. Selección y envío de Flora Amighetti, Margarita Bertheau y Arturo Echeverría Loría. VIEJO CACHORRO DESPUES YA SERA TARDE Estoy viejo por dentro, como un viejo cacharro, expuesto a la intemperie; de liquen patinado; No sabes que tus senos, tienen forma de copa, un pa viejo cacharro de balcón enrejado: que copas invertidas sobre tu cuerpo son: manos que usan alma, hacen joya del jarro, no ves que tus dos pechos mañana son estopa, porque una flor habita en el viejo cacharro.
y no habrá quien exprima su jugo al corazón?
Venimos ya de ancianos a caminar la tierra ¿No sabes que en la boca puedes sentir la vida, a tomar el progreso por lo más avanzado: que hay mieles en las bocas así como en las rosas?
en vejez de mayores principia nuestra guerra que la abeja fecunda sólo flor encendida y somos como un niño nacido ya encorvado.
que después, es ya tarde y allí mueren las cosas. Yo estoy viejo por dentro, como un viejo cacharro. No sabes que tu cuerpo todo es de sensitiva que es en los repliegues donde el amor se anida?
EL MAL DEL TIEMPO No te niegues el bálsamo y caritativa, Ya te has hecho vieja, pasión de mis veinte años, después ya será tarde para aliviar tu herida mi mundo eran tus ojos, tus dos ojos castaños.
iQué daño el de los años, pasión de mis veinte años!
EL ARCO IRIS SIN COLOR Sin ti, sólo el vacío; sin ti, sólo ansiedad; de todas mis pasiones, la Santa Trinidad.
Te palpare ya blanda, con mi bordón de anciano. Qué tarde siempre llega la cruel cternidad!
piel cetrina y sin carne los huesos de la mano, Sin ti, cuánto he sentido la miseria de todo, yo que he sido tu amigo.
sir tus ojos, sin tu boca, sin aquel que era tu modo encorvarás mi cuerpo sobre tu vientre negro, a tu lado, todo cielo; nada, lodo.
sin color arco iris, sin arranque de alegro, y andaré de mendigo.
Ahora, ya vieja, pasión de mis veinte años, equién se ve ahora en tus ojos, en tus dos ojos castaños?
Me sentaré a tu vera a planir por iuventudes ¡Qué daño el de los años, pasión de mis veinte años.
y sentiré en el alma el botón de las virtudes, de dnancio celestial.
ALAS ROMANTICAS con ser de mis ansias y alegrías domadora, Eduardo Casado viviré la tristeza de un futuro sin fora, Alas! para ir a las cruces y todo será igual.
que flotan en los mares, Los ojos serán luces en el fondo de un pozo, y abandonar los mástiles los brazos los salientes de un tronco ya leñoso, al divisar las luces que guían otros barcos para nuevos lugares.
pidiendo caridad No sabré de futuro que agregar al pasado, Alas, para ir a los huertos donde abren las fores, un año será un día, sin meses de agostado, alas de cisne que escondan la saeta, y que vacía inmensidad.
alas muy negras para blancos amores, alas de cisne y Tupiter poeta al caminar tu fondo me obligarás a verte, Alas, de cóndor al ruido, sabiendo que mi curva recogerás inerte, volar y volar sin que se ofrezca un nido. cuánto dolor, qué poco amor!
alas que sostengan mi ansia clamaré por Fausto, bienvenido el infierno, hasta creer que es el mundo y sólo será un grito, que no se oirá en lo eterno.
la bola que aquel día se me perdió en la infancia. En dónde estás, Señor. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica