Joaquín García MongeYolanda Oreamuno

14 REPERTORIO AMERICANO en su intimo fluir, que dan pie para el repaso de los distintos factores que gravitan certeramente en el arte americano de nuestros días. Max Jiménez ha hecho de la pintura uno de sus medios más felices de expresión. El sentido de la forma le viene de su amoroso acercamiento a la escultura, a ese arte de la gravitación, como la arquitectura, que llevó a Dédalo a hazañas místicas sorprendentes, a preciosos juegos entre el arte y la vida, entre lo estático y lo dinámico.
RAMÓN GUIRAO Habana, Cuta.
Beba cervera SELECTA Max Jiménez es nuestro huésped ilustre. En Cuba se le estima, se le admira, se le respeta y se le quiere. La exposición de Max Jiménez en el Lyceum constituye un acontecimiento de calidad en el mundo dinámico del arte contemporáneo.
MARIBLANCA SABAS ALOMA Habaus, Cuba De malta y lúpulo. Max le diríamos: No le haga caso a las críticas tontas o mal intencionadas de la parroquia; siga produciendo, siga trabajando con fe y entusiasmo. No se enfade, no se desanime. Son demasiado originales, son demasiado personales su arte y su obra literaria para que la mayoria le dé su visto bueno.
JOAQUÍN GARCÍA MONGE (Repertorio Americano. Donde menos conocen a Max Jiménez y donde menos se han ocupado de su obra es en su propio país.
YOLANDA OREAMUNO (Repertorio Americano. contra la incomprensión de los hombres de su clase. ha soportado, impaciente argonauta, los recios tifones de la vulgaridad; ha sido el blanco de intrigas e insidias, y lo que es más peligroso aún, objeto de falsos elogios; pero ya tiene esa reciedumbre, especie de piel curtida de mano que se crispa bajo el guante de seda, de brazo que termina en puño, de los que en soledad y en dolor sangran por las bocas numerosas de las heridas abiertas por el afilado pico del buitre de Zeus.
ANTONIO ZELAYA Marzo de 1945.
También hay troncos de árboles que se doblan para que podamos subir a ellos cuando somos niños; también hay palmeras en nuestras costas, que se tienden arrastrando sus cabelleras de palmas sobre la arena del mar. También descansan las gentes sobre el hombro de sus hermanos, recostadas sobre los muros o pegándose a los árboles.
FRANCISCO AMIGUETTI Todavía hay gente que exige figuras en los cuadros y que mide la obra de arte de acuerdo con el criterio que se aplica en la reproducción de los cromos para los almanaques comerciales.
RÓMULO TOVAR (Repertorio Americano. Max Jiménez con su obra artística le está haciendo un gran bien a Costa Rica.
OTILIO ULATE Las figuras de los cuadros de Max son de carne abundosa y las pinta negras de raza para que se sepa que está pintando las más carnes de las carnes; pero la corazonada del pintor que está diciéndonos el secreto de la vida humana y no retratando rumberas pone en el ojo de aquellas formas la tristura del indio. esto llamo yo el extraño zambaje de la pintura de Max Jiménez, Negros con alma lancólica de indios. Todas estas figuras son lipdas por eso. Les nace la hermosura de madonas como nace la florecilla humilde en la grieta de la roca; como nace la flor del crepúsculo al pie de la tormenta mandinga. Carnes creíamos que eran de las que vibran con lenguas de llama caribe. Son carns vegetales, frias en la sanguaza del cactus y del nopal. Brazos, piernas, pieles de nopal; sin espinas, para que la ternura no se espine la lengua. Ojos con silencio de estrellas solitarias; con desvío de peces timoratos. Manos como alas de humildes querubies, implumes aún; con algo de pollos en crecimiento. Bocas que no están para decir nada. Detrás de esos labios de tajada de hicha se siente discurrir la sabia amarga del dolor, por una garganti atragantada.
Estamos llorando con esos monstruos de Max Jiménez como con aquella Gioconda de Walt Disney que se sentía leve como riposa; esbelta y llena de gracia en su hipopotámica desnudez pudenda. Hay en todo aquello la lágrima anacrónica de Heine y y la que provoca Chaplin: lágrima sobre sonrisa.
SALARRUE (Repertorto Americano)
Quizás muy pocos lo entiendan, pero al arte no hay que en tenderlo, sino sencillamente hay que sentirlo.
RICARDO SEGURA maY sigue siendo bíblica su pintura aun en sus desnudos, que no están henchidos de voluptuosidad, sino de un fatalismo nostálgico. poseen el hechizo de revivivir la imagen de aquellos pueblos poderosos de Egipto, Tiro, Sidón y Judea, que el Señor condenó al aniquilamiento, a la postración o al castigo, por su impiedad o por su rebeldía, cuando se creyeron imperecederos y desafiadores del tiempo y de la justicia de Jehová.
EMMANUEL THOMPSON Dr. García Carrillo Corazón y Vasos si nos vamos tras esas tragedias silenciosas, cuyo escenario está detrás de un vano, en mitad de suburbio, en el rincón de una casuca, en el fondo semi oscuro de un alma sin mirajes florecidos enfrente, ahí vemos los veneros de Max y entonces no nos sorprenderá el motivo suyo ni la interpretación suya, porque comprendemos que ciertos dolores como ciertas dichas pos imprimen formas nuevas. Max lo vió así, lo expresó así y, al hacerlo, se ha salido de la línea clásica; pero ha asumido las formas interiores de la inquietud humana.
MANUEL SEGURA Consulta por cita Oficina en San José Le tienta a él, como escritor y como artista, los cuadros de fuerza detonante, la obra que requiere el esfuerzo inmensurable.
Es escultor y pintor hasta cuando escribe. Ha sido rebelde y revolucionario contra la chata sensibilidad de los medios intelectuales de su América. Ha luchado con agrio espíritu de innovador Electrocardiografia Metabolismo Basal Radioscopia Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica