Imperialism

76 REPERTORIO AMERICANO BAXENCH Carlos García Prada, de ilustre linaje UN LIBRO DE GARCIA PRADA santandereano y emparentado además con Manuel González Prada, el que hiciera caer ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS sobre el Perú de otros tiempos toda la cas(De El Tiempo. Bogotá, 31 de mayo de 1946. tigadora fuerza de su estilo, acaba de enviar a las librerías bogotanas su última coy presenta con justos juicios las figuras de lección de ensayos, cuyo título noblemente los máximos poetas que han sido represencodicioso responde con largueza a sus intativos de las diversas zonas colombianas.
tenciones fundamentales.
Los Estudios Hispanoamericanos son fanMuy pocos escritores colombianos le han damentales para nuestro propio conociprestado a la república en el exterior tan miento, que se basa en virtudes de las que importantes servicios, como García Prada, no es posible separar la condición poética, Su cátedra de literatura hispanoamericana resumida muchas veces en bombres que alen la Universidad de Washington, es no canzaron plenitud continental.
solamente docta sino eficaz en extremo para Es conveniente no olvidar que la poesía Colombia.
es fluído natural y médula de territorios en En la ciudad de Seattle, de azul perspeclos que el hombre ha llegado a obtener un tiva en el horizonte ligeramente enfriado carácter que lo singulariza como hermanapor las corrientes maritimas que descienden do augustamente con la idea democrática.
de Alaska, este sabio profesor colombiano Si Grecia fué un clima de poetas supremos explica desde hace mucho tiempo nuestra y si de sus canteras surgieron la Niké de historia de pueblo culto y esencialmente ciSamotracia y las sagradas columnas del Parvil, a unos hombres que se nos aproximan tenón, fué también la espada que detuvo al cada vez más con su interés inteligente y imperialismo persa en su expansión hacia sit investigador espíritu.
occidente.
Hemos querido señalar la posición geoEl índice de la obra de García Prada regráfica desde la cual García Prada emite su vela su facultad incesantemente investigaconstante mensaje, porque es allí, precisadora y selecta, que tiene hoy en los Estumente, en los Estados Unidos, en donde dios Hispanoamericanos una consagración nuestra cultura debe hacerse presente con Carlos García Prada admirable.
mayor insistencia. Por tal aspecto, la obra (1944)
que García Prada cuniple es de un valor opGERMAN PARDO GARCÍA timo y de felices cousecuencias para nues contrario las interpreta en función de actro país.
tos eminentes en la vida culta. veces con El estilo de la obra es elevado y responde trazos que descubren al escritor de visiones ahora sé que en el alma yo llevo a un plan que abarca trascendentales aspec universales, en una o dos páginas resume el germen divino tos. Las mayores figuras literarias de Co la posición de Colombia como la de una tielombia son vistas por este gran escritor a de tu Espiritu eterno.
rra en la que la sustancia poética logra Ttravés de un análisis que no desciende al fecciones heroicas, desde los abrasadores Tú eres la Idea, el Amor y el Ensueño!
empequeñecedor detalle, sino que por el climas costeros hasta las planicies heladas, Yo soy tu pasado, remoto e incierto, Tú eres mi porvenir luminoso y silencioso y quieto. POEMAS Ahora te escucho, Señor!
de CARLOS GARCÍA PRADA cayó de su Seno (En el Rep. Amer)
un Júbilo Inmenso que avivo para siempre JUBILO INMENSO mi Corazón despierto!
Una noche de horror y de muerte, me respondió el Silencio.
subí yo a la Montaña de Piedra, TU ERES FIEL BLANCA y le hablé a Dios, diciendo: pasaron miles y miles de años, una tarde, 4fuera. Señor, Tú eres el Terrible, alerciopelada y tranquila, la blancura lunar y yo tu esclavo desvalido y confuso.
subi yo a la Montaña de Oro, se aduerme en el mar.
Te temo y te imploro.
y le hablé a Dios, diciendo: En el azul lejano Señor.
Háblame, Señor!
flota una nube blanca.
Tú eres el Justo, el Triste y el Bueno, La Sierra, me respondió el Silencio.
y yo tu lujo dilecto.
entuelta en sus chales de hielo, En mis labios tu palabra de miel y y pasaron miles y miles de años. de fuego inunda ya al cielo un día, radiante y hermoso, es sangre de Amor con su clavo silencio de muerte.
subi yo a la Montaña de Hierro, que mana constante en el jardín la Noche de tu Costado herido.
y le hablé a Dios, diciendo: contra el corazón aprieta Te busco y te sigo. Señor, lay. a un lirio Háblame, Señor!
Tú eres el Invicto, que va desfallece.
yo tu soldado teal y atrevido.
y me respondió el Silencio.
En mis manos la espada de acero Adentro.
y pasaron miles y miles de años, es lus de fre Espírih, congelada y mi vida se aduerme una mañana. tajante, en tu blancura de nieve, tenue y sibilina, que lidia y que mata sin miedo!
subt yo a la Montaña de Luz, y en mi canto negro Te obedezco y te alabo.
y le hablé a Dios, diciendo: crepita y fulgura Háblame, Señor. Schor, el amor tuyo, fiel, blanco y artero. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica