182 REPERTORIO AMERICANO junto al libertador Bolívar, cuyo elogio hizo el canciller mexicano, al libertador San Martín, gran capitán de la epopeya, que habló en nombre de la causa del género humano y cuya grandeza moral no fué jamás igualada en la historia.
El Crimen de la Guerra, LIBRO QUE SIGUE SIENDO PROHIBIDO OCEAMA OCEANO PACIELA de un siglo, en 1844 presentó el plan completo de cuestiones relativas al derecho internacional americano, cuestiones que con posterioridad planteó Mr. Blaine en el Primer Congreso Panamericano de Washington, lo que prueba que el estadista yanqui conocía al fundador del derecho público de las naciones de origen español. No lo nombró, sin embargo, lo que acaso se explique por el hecho de que Alberdi se refería exclusivamente a los países de Iberoamérica.
Es claro que el silencio de nuestros delegados en Petrópolis no tendría explicación.
La Memoria proclama la política económica que gobierna por medio de la libre navegación de los ríos, la abolición de las aduanas, el zolverein al estilo germánico, la inmigración, los ferrocarriles, la paz, el comercio y la industria Propuso Alberdi, como primera cuestión, el arreglo de los límites territoriales entre los nuevos estados. La América no podrá establecer contiendas por territorios, sin incurrir en el ridículo de esos dos locos a quienes Montesquieu supone dueños soberanos del orbe y disputan por límites.
Alberdi, con una audacia magnífica, rechazaba la herencia colonial y decía que era menester recomponer la carta geográficopolítica de nuestra América. Había que delinear nuevas fronteras naturales. El congreso que auspiciaba no sería sólo una junta de plenipotenciarios sino una corte arbitral y judiciaria que pudiera adjudicar en calidad de árbitro supremo costas, puertos, ríos, extensiones de tierra al país que los necesitara para su existencia de pueblo libre.
Otra cuestión que planteaba Alberdi es la abolición del espíritu militarista y el establecimiento de la paz por la ausencia de los medios para hacer la guerra. Proponía, para prevenirla, una judicatura de paz internacional que pondría al rebelde fuera de la ley de neutralidad.
Proponía, además, la cuestión del derecho marítimo de la unión continental que involucra la uniformidad aduanera, de la moneda, de pesas y medidas, así como la creación de un banco y un crédito continental. Planteaba cuestiones relativas a la validez de los títulos universitarios; las garantías al autor de inventos o escritos; la construcción de un sistema de rutas internacionales; la inviolabilidad del asilo político, pues cada Estado ha de poder ser tribuna de oposición y censura inviolable de los demás.
América deberá intervenir decía el gran americano cuando no se cumpla el pacto de comunidad. No olvidemos que estaba descartado el peligro de una nación muy poderosa que pudiera sojuzgar a los pueblos. Alberdi se refería a una comunidad, sólo para las repúblicas de origen ibérico. Excluía de ella a Estados Unidos que nunca nos han rehusado brindis y cumplimientos escritos. decía Alberdi. pero que jamás han tirado un cañonazo en nuestra defensa.
ALBERDI LOS DELEGADOS ARGENTINOS El espíritu de Alberdi debe presidir en puestra América la organización de naciones libres e iguales, sin sometimiento a los poderosos que pretendan controlar el mundo. La raíz esencial del pensamiento del autor de El crimen de la guerra es la dignidad y la libertad humanas, fundadas en el cristianismo, y el repudio inexorable de la fuerza como principio moral.
Afirmen los delegados argentinos en Petrópolis que Alberdi es el precursor silenciado en Chapultepec y en Río de Janeiro, y exalten (Editorial de La Prensa. Buenos Aires, 10 de agosto de 1947. Después de haber aprobado por 63 votos sobre 120 la inclusión de una pregunta relativa a las razones por que se ha prohibido la lectura en las escuelas del admirable libro de Juan Bautista Alberdi, El crimen de la guerra, en el pedido de informes verbales al ministro de justicia e instrucción pública, la Cámara de Diputados, mediante una de las rectificaciones de votación, que suelen realizarse con frecuencia, resolvió esta segunda vez por 62 sufragios contra oponerse a la referida inclusión.
Así se ha perdido una ocasión para que el país conozca si subsisten en el pensamiento oficial las razones por las cuales se proscribió, hace ya cuatro años, esa obra ejemplar, escrita en 1870 para optar a un premio instituído por la Liga Internacional y Permanente para el de la paz.
Como se recordará, el 10 de agosto de 1943 es decir, a sólo dos meses del movimiento del de junio una resolución del Ministerio de Instrucción Pública prohibió la lectura y el comentario del libro en los establecimientos de segunda enseñanza. Una solicitud, formulada después de restablecidas las De acuerdo fermas constitucionales en el país, para que se (El Pacto de Defensa de Río)
derogara tal medida, sólo obtuvo una resoluPor Franklin ción absolutamente negativa en noviembre de 1946. Entretanto, una de las distintas inter alegato en favor de la paz de América y del venciones de que ha sido y sigue siendo objeto mundo, es el que ha sido proscrito de las esel Consejo Nacional de Educación había adop cuelas primarias y secundarias.
tado idéntica medida prohibitiva contra la ya Hemos dicho en otra oportunidad, y refihistórica obra. De nada han valido los esfuer riéndonos también a tan injustificada prohibizos que quienes conocen la obra y la conside ción, que porque es actual y porque se refieran una de las armas realmente eficaces para el re a problemas permanentes del derecho humaafianzamiento de la paz, han realizado en con no, el libro del gran estadista argentino tiene tra de la prohibición. Según también se recor un gran contenido ético y moral. Difundirlo dará, en los primeros meses de este año se pre sobre todo entre las generaciones jóvenes es una sentó un proyecto legislativo pidiendo infor nianera de crear en el pueblo la conciencia pames al Poder Ejecutivo sobre los fundamentos cífica y cumplir con uno de los conceptos alde la medida adoptada contra el libro, pero la berdianos: educar las voluntades de los hommayoría de la Cámara de Diputados destinó la bres si se quiere arraigar la paz de las nacioiniciativa a comisión. Ahora, esa misma mayo nes. También hemos señalado, en otro coría de la Cámara se ha opuesto a la inclusión mentario editorial reciente, que no es posible de la referida pregunta en un pedido de in tratar al autor de las Bases de nuestra Consformes.
titución sino en forma integral, que contemTodo esto ocurre no obstante que la Ar ple el todo de su labor y permita conocerlo por gentina ha ratificado tanto el Acta Final de la completo. Admitir o imponer el estudio de Conferencia Interamericana sobre Problemas de algunas de sus obras hemos dicho y prosla Paz y la Guerra, reunida en Chapultepec, cribir otras es presentarlo con carácter unilacomo la Carta de las Naciones Unidas, docu teral y dar, por lo tanto, ocasión a que se formentos ambos que consagran categoricamente me un juicio equivocado de un hombre cuya la obligación de defender la paz y el orden ju grandeza se afianza a medida que transcurre rídico del mundo sobre los mismos principios el tiempo. Negar aquel libro, agregábamos, es desarrollados por Alberdi en El crimen de la negar Alberdi, y hacer esto es desconocer guerra. Desde los decretos del gobierno de fac una de las glorias más puras de la Argentina.
to del 27 de marzo y del de septiembre de Todas estas últimas reflexiones caben ser re1945, relativos a ambos compromisos interna petidas con motivo de la decisión adoptada cionales, y aun más desde la ratificación de recientemente por la mayoría oficialista de la aquellas decisiones por la ley de 30 de agosto Cámara de Diputados y contraria al pedido de dc 1946, debiera ser estimulada en todo lo po informes sobre las causas que llevan a mantesible la lectura de una obra que coincide ple ner la proscripción de El crimen de la guerra.
namente con los propósitos de condenar las Tal pronunciamiento parecería traducir la opiagresiones, asegurar la colaboración mundial, nión de que el gran libro de Alberdi va condar solución pacífica y de derecho a las dife tra los intereses generales del país, pese a que rencias internacionales, prevenir el uso de las éste se ha comprometido solemnemente, y por armas, difundir, como dice la Resolución XLIII el mismo voto de los legisladores adictos al de Méjico, los ideales de paz y reprimir todo Poder Ejecutivo, a cumplir con los fines y cuanto pudiera contribuir a sembrar el odio enpropósitos expuestos concienzudamente en la tre los pueblos. El libro argentino que, sin du obra condenada por un index, inconcebible da alguna, puede ser señalado como el mejor dentro de las democracias. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica