REPERTORIO AMERICANO 205 en arrecomo tando en sus discípulos el interés por el para morir como héroe en el altar de su riencia ni los rencores del sufrimiento estudio; se preocupó siempre por formar patria.
carne propia para brotar a la luz: tal eclociudadanos bajo los auspicios de la li Esta efigie que ahora ha venido a quesión se realiza espontáneamente en presenbertad, de la concordia y de la digni darse para siempre entre nosotros y que dad moral. Es el verdadero exponente habremos de ponerle por pedestal, el amor cia de experiencias ajenas y rencores extrade la cultura del pueblo cubano y el ge de nuestros corazones, requiere ese cariño ños, Si alguien podia comprenderlo así era nuino libertador de la hermosa Perla del y esa devoción y no será el costarricense el hombre que había realizado una heroica Caribe, el gran visionario del futuro de de suyo acogedor y estimador de todo lo acción para mantener con la vida el derelos países americanos, vivió para Amé noble y grande, quien desoiga ese impecho de hablar y de luchar. Nuestra amisrica, a quien él llamó nuestra madre rativo, porque si nuestros corazones no lo América. Fué el creador, el organizador hicieran, lo harían las cumbres andinas tad, apenas iniciada, creció cuando el Lic.
del gran Partido Revolucionario que dió a gritos de tormento. Orotina tiene desde Paz y Paz leyó mis páginas de La Cana Cuba la libertad, sacándola de la escla esta hora sublime, espejo de libertades y ción de los Libres escritas hacía varios años vitud en que vivía. El solemne manifiesto ara de sacrificios; camino de apostolado y publicadas, cuando lo pude, a mi cosde Montecristi definió en 1895, la Repú que fué a su vez camino de muerte en ta. Me refiero a este hecho incidental porblica nueva, basada en la libertad del la más grande abnegación por la libertad.
que ahora tuve un momento de vacilación pensamiento, en la equidad y en la in El será así altar de sus oficios cívicos en dependencia política.
donde habrán de oficiar maestros, poeal comenzar el elogio del libro Lampocoy En sus viajes por América cultivó gran tas y héroes en magnífico Sinaí de re y Taguayni. De esta vacilación me admiración, dando a conocer en sus imdención continua.
piento, más bien me avergüenzo, pero al portantes escritos el amor a Cuba, a su Este es José Martí, el héroe cubano y recordar las palabras de elogio que él pude América toda: es cumbre y epopeya, Cuba de él y de todos; a su Cuba tan que ha venido a sentarse en la llanura, blico para mí y al pensar en estas mías para cara a la unidad continental. Al visitar él tuve la execrable visión de esos vividoMartí la tierra del Libertador y ve la bañada por el sol tropical, como índice señalador: éste el más grande compenaugusta sombra de Bolívar, exclama: El res que así lo hacen para ganar nombre y dio de todo lo noble y de todo lo heroico, prestigio por tales medios. Repito que me poema bolivariano está incompleto, yo de todo lo desinteresado y de todo lo quiero escribir su última estrofa. Cuando sublime. También de todo lo humilde avergüenzo de haber vacilado de decir lo comenta El canto del esclavo. dice: hasta estrujar su cerebro de poeta en afán que debo en elogio de Alberto Paz y Paz Si entre los cubanos vivos no hay tropa de volverse todo corazón en aras de la puesto que el caso no es el mismo ni Albastante para el honor. qué hacen en la libertad! Salve, apóstol máximo! Salve, berto Paz y Paz tiene nada de común con playa los caracoles que no llaman a la maestro! mi patria y esta libre ciudad tales gentuzas ni yo soy apto para tal desguerra a los indios muertos. Qué hacen de Orotina, sed bienvenido. Todos nueslos montes que no juntan sus faldas para vergüenza: que el noble amigo me perdotros corazones de hombres libres, serán a cerrar el paso a los que persiguen a los ne el mal pensamiento que tuve.
héroes. Qué hacen las palmas que gití por pedestal.
En nombre del pueblo de Orotina, Yo miro el libro de que hablo desde un men estériles en vez de mandar? En toabandono a la contemplación de los ángulo especial: el de quien, tranquilo en dos los casos, la Patria salía por sus presentes, la efigie del gran Maestro de su hogar, feliz en su medio, con todos los labios a relucir altiva y llorosa, maestros, paladín máximo de la causa una tortola gemidora que abriga a un derechos individuales de un hombre libre, libertaria cubana, el gran próder José cóndor bravío. En el áspero huerto, vió la lucha y el tormento sin tregua de un Martí, y lego a las generaciones futuras creció él, lirio perfumador.
en el duro y frío mármol de que está hombre que prefirió estar en ese potro de Si señores: Este es José Martí, el lirio hecho, el recuerdo de su imagen y de sus los tormentos antes que rendir lo puro de perfumador que vino a lucir y aromar y virtudes.
su corazón y de su mente a la alimaña. Estransformarse en estruendo He dicho ta expresión es de él, no se la robo; así dice en la página 23 del libro: Se ha dicho siempre que el General Ubico representa LO QUE NO SE RINDE NUNCA una especie de animal de presa, aunque a Por Zamora mi se me ocurre pensar que no es un ani(Atención del autor. San José, Costa Rica, de mayo de 1945. mal de presa lo que Ubico representa, como lo han representado muchos creadores de Concluyo hoy la lectura de un libro que poder hablar; se escribió, además, pensando pueblos. Se trata simplemente de un animovió mi más honda simpatía antes de en la esposa no menos heroica por cierto, mal feroz. Las palabras que anteceden haberla comenzado, por dos razones dife y en los hijos, mientras se recordaba anesas, y las que siguen después, son candenrentes: una, la incontenible repulsión que gustiadamente que estaban bajo la garra tes. Son verdadero fuego de la Justicia y guardo a los mandones tétricos que sin du tiránica capaz de hacerlos pedazos en cual lo entiende mejor todavía quien conoce la da el diablo invento para castigo de baje quier momento; se escribió, entendámoslo idiosincracia comprensiva, suave y hondazas y debilidades; la otra, por la sincera y bien, por un hombre debilitado y enfermo, niente humana de quien las dijo: un homviva simpatía personal que tengo al autor. con los nervios despedazados por la dura bre de gran altura espiritual, como me lo Este libro se intitula Lampocoy y Taguay experiencia que nos relata: casi podría de probó a la caída de su gran enemigo, cuan ni (Historia de mi fuga. Lo escribió el cir que se escribió sobre la losa de una tum do se publicó que éste vendría a Costa RiLicenciado don Alberto Paz y Paz, uno ba a la cual Alberto Paz y Paz se sintió ca a buscar refugio.
de los hombres de temperamento más equi descender muchas veces, como a un pro. Usted, increpo yo, que me dice que irá librado que conozco, mientras bebía del ca fundo pozo aterrador. según sus propias a buscar a Ubico si viene acá, quiere en liz de la amargura en el destierro y la po palabras de entonces.
contrar desquite a sus sufrimientos y nivel breza que sus amigos y yo por fortu Personalmente debo a este hombre vale a su vida hundida en el rencor.
na entre ellos tratábamos de dulcificar roso, de aspecto eminentemente civil, expre. No, me contesta él con tal nobleza de siquiera con palabras. Más que historia de sión de simpatía y loa que acepté en la esas que no se fingen, porque vienen desuna fuga, como la llamó su autor, podría época que las dijo como voz de los hombres de los hondos ancestros a través de todas conocerse por la historia del espíritu que no que luchan y sufren. Las dijo a fin de ma las oportunidades del bien y el mal, no. Iré se rinde nunca. esta historia, que todos nifestar su misma satisfacción interior al a decirle que si aun es tiempo se arrepienta los hombres amantes de la libertad debe conocer que el amor a la libertad, a la au de sus errores, medite en el daño que ocarían leer para llevarla en el corazón, se es téntica libertad humana, es fuerza tan viva sionó y lo explique si puede.
cribió dia a dia durante muchos meses, en y poderosa, tan vital e inextinguible, que no Esas palabras me recordaron el poema un país en donde se goza del privilegio de requiere los estímulos de la propia expe de Cerna a la muerte de Barrios, aun cuantuvo que a Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica