230 REPERTORIO AMERICANO.
Nace el hombre y sabe donde nace pero no sabe dónde va a rendir su última jornada. Sale uno de la casa con un fin y en la esquina le tuercen el camino que uno llevaba, las circunstancias. Un polvillo en un ojo hará a uno ciego por unos instantes y no ve a la persona que probablemente fue a buscar. Sé de un amigo que se dispuso a ir de un pueblo a otro a ver a su novia.
Iba en el volante del carro, una avispa se introdujo en el carro, le picó violentamente un párpado y se desvió el chico enamoTado habiendo ido a dar con su carro por un precipicio. Esto lo contó el único compañero superviviente que pudo saltar por una ventanilla y engancharse en un árbol.
UCA Pequeños detalles han cambiado el rumbo de la historia. Buscamos grandes causas para un asunto histórico trascendental y Baixench todo está en un vasito de agua o una palabra mal dicha o el egoísmo personal de un hombre pequeñín.
Tomaba yo el tranvía para dirigirme al RICARDO ODNOPOSOFF EN PUERTO RICO Hotel Condado, en el reparto aristocrático del Condado en donde se le estaba dando (Eu el Rep. Amer. un agasajo a la periodista cubana Mariblauca Sabas Aloma. Después del agasajo iba a trico se sentó un jovencito con un violin. mundial. Venia Odnoposoff anunciado por oír la tercera conferencia que estaba dictan Ojos azules, cara limpia de hombre bien, una fama de años, desde que tenía cuatro do sobre Rubén Darío en la Universidad manos suaves y blancas. Leía yo la obra de años. En Bruselas había intervenido en el de Puerto Rico el poeta español Pedro SaAmado Alonso sobre Pablo Neruda, lo cerré «Concurso Internacional Eugéne Isaye y linas que ahora nos visita afortunadamente y quise recordar la cara del joven recién logró el primer premio. Esto está considepara los cientos de oyentes que le escuchan.
llegado. Sí, era Ricardo Odnoposoff, el vir rado como uno de los honores más aquilaEmpezó sus conferencias en una pequeña tuoso violinista argentino que había sedu tidos en el mundo musical mundial. Tamaula para setenta personas y concluyó yéncido al público portorriqueño con sus dos bién intervino en un concurso internacional dose al teatro de la Universidad en donde conciertos en una misma semana. y esa no en Viena y entre 235 concurrentes logró el cabía cómodamente el enorme gentío que che de ese día de mi encuentro tocaba el primer premio. Ha participado en orques fué a escucharle. Pedro Salinas ha sido un tercer concierto a petición de miles de per tas bajo la dirección de maestros tan exigen.
EXITAZO con letras mayúsculas aquí en sonas que le oyeron. Yo no lo había podido tes como Toscanini, Bruno Walter, FurtPuerto Rico. Sus cátedras las han llenado oir en ninguna de las dos ocasiones anterio wangler, Kleiber, Szenkar, Busch y otros profesionales, estudiantes principiantes, lires. Una noche que me disponia a ir caí famosos Acababa de dar en febrero pasado teratos y hasta mecánicos que aman la poeenfermo y la otra no tenía dinero. Sentía en Carnegie Hall de Nueva York en donde sía. Es un auditorio muy heterogéneo. En.
en el alma que se fuera sin oírle. Esa noche solo aparecen los consagrados un concierto tre los literatos vemos a la Dra. Concha no podía ser, tenía que continuar con Sa y el crítico más crítico del New York TiMeléndez, a la Dra. Margot Arce; al pove. linas. Le hablé al cabo de unos minutos mes, Straus, dijo en una larga columna que lista Enrique Laguerre; a los poetas Car que echó a correr el carro y le pregunté por le dedicó. Ha cogido a Nueva York como melina Vizcanrondo, Carmen Alicia Cadilla, su nombre. Era de padres rusos, nacido en una tormenta. sigue Es maravilloso.
Manrique Cabrera, Miranda Archilla Ama. la Argentina, pero se sentía tan argentino las otras críticas dicen que hay otro más deo Matos Paoli; Marigloria Palma; al pin como Martín Fierro. Es la fuerza de esa entre los inmortales del violin ahora, el tor Cristóbal Ruiz, a don Fernando de los tierra maravillosa de la Argentina, de esa argentino Ricardo Odnoposoff. Nuestra Ríos, a la pedagoga Carmen Gómez Tejera; patria noble, de ese gran pueblo, centro y América ha dado otro violinista inmortal.
a los periodistas Mariblanca Sabas Alomá, eje de la política sudamericana. Me pre El primero, el cubano Brindis de Salas y José Alegría, y otros y otros. Todos nos guntó si le había oído y me dolió decirle ahora a Odnoposoff.
damos cita en las clases de Pedro Salinas. que no y me dolió más pues fué después de El programa que presentaba para la ma.
Sus cátedras serán siempre recordadas como larga charla y que nos hicimos amigos. trícula de la Sociedad Pro Arte Musical de las del Dr. Federico de Onís, del Dr. Ferveces una mirada hace a dos seres amigos, Puerto Rico era por demás atractivo; Sonanando de los Ríos, del Dr. Amado Alon un instante o una causa común. Otras ve ta Núm. Op. 24 de Beethoven. Concierto so. El poeta Salinas empapa el ambiente ces se toma meses para verdaderamente en Re de Paganini, Rondo de Mozart, Ca.
de sándalo y a todos nos ha encerrado en acercarse el uno al otro. Una vez que le pricho Vasco de Sarasate, Berceuse del Pá su cajita. Creo que Ruben Darío ha tenido comuniqué que mi tesis en la Universidad jaro de Fuego de Stravinski e Introducdos grandes exégetas: uno es Arturo Ma.
de Columbia bajo la ayuda de Onís fué soción y Rondo Caprichoso de Saint Saens.
rasso y el otro, Pedro Salinas.
bre el Gaucho Martín Fierro y que el gentil Fuime a oirle. El hombre que apareció Pero me estoy encampanando en el co.
don Ricardo Rojas me había ayudado desde en escena era distintísimo al que habia yo meta del entusiasmo con Salinas y estoy Buenos Aires, nos acercamos de tal manera hablado esa misma tarde. Las luces no le dejando a mi figura central del artículo. que ahora veía al bermano hispanoameri daban directamente sobre su persona. Apa.
Salinas le dedico artículo aparte. Por doncano y me cambió el rumbo de la noche. recía en una línea meridional, en un clarode iba? Sí, que había hecho planes para Esa noche conseguiría dinero para irle a oir. oscuro y al descansar su cara sobre el vioirme después del agasajo a Mariblanca Sa Dejaba por una noche a Darío, a Salinas. lín, apareció la figura extraordinaria de bas Alomá a oír a Pedro Salinas. Pero no Son pocas las buenas oportunidades que Beethoven. Era Beethoven el que tocaba, sucedió así. Al lado mío en el carro eléc tenemos de oír a un violinista de fama El Beethoven que tantas veces hemos visto Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica