276 REPERTORIO AMERICANO SON POESIAS NUEVAS de CLARIBEL ALEGRÍA (En el Rep. Amer. ALMA mía, despierta, despierta de tu sueño y mira hacia la vida, yo he visto hace un momento de la cumbre del dia, el corazón del mundo destrozado y abierto.
HAY días en que siento en la distancia la voz de un canto que responde al mto, tiene el ritmo profundo de los mares y es ingenuo y dorado como el trigo.
Yo lo busco anhelante en el espacio, y tiendo a él mi tembloroso ruego, pero es inútil mi inquietud, inútil y se pierde en la sombra mi lamento.
Hay noches que lo siento en mi amargura y voy tras él llamándolo sin tregua, pero es en vano mi ansiedad, en vano, el alma sigue sola entre la niebla. veces me pregunto con angustia, si nunca ha de llegar hasta mi vida, y si yo iré tras él eternamente, sonámbula de llanto y de fatiga!
En sus heridas hondas corre sangre de fuego, que arrasa troncos fuertes y árboles en flor, sangre del hombre mismo, alma mía pequeña, del hombre que es tu hermano y es el hijo de Dios.
Al escuchar sus gritos senti un temblor extraño, un temblor aguzado que me inundó de llanto, la misma tierra dura se estremece al oírlo, y tí estás ignorando su profundo dolor.
Despierta ya, despierta, no puedes dormir más en esta hora de angustia, es la sangre del hombre la que grita en el suelo, y no tienes derecho a ignorar su lamento.
Qué estrecha se me hace el alma para guardar a mi dicha, a mi dicha que es tan vasta que en el mundo no cabría.
Despierta de tu sueño, alma mía pequeña, y vela con el mundo que está rojo y abierto, veces siento deseos de gritarla por la vida, y de dársela a los vientos para gule alumbren el día, Hawmond, 1944.
pero es tan honda, tan honda que no me atrevo a decirla, porque la tierra es angosta y de gozo se abriría.
No cierres la puerta, ven a ver el agua saltando descalza, ven a ver el agua que baja del cielo profundo y enciende en el viento su canto!
No me sigas, sombra, iré sola con el viento, iré a regiones altas donde til no subes, tré hablar con el silencio.
Yo siento algo hermoso este día, como si un temblor subiera de adentro a mis labios y quisiera abrirse en palabras hondas y danzar, danzar con la lluvia blanca que da su mensaje a los hombres.
Estoy embrujada oyendo el secreto que me dice el agua!
Todo tiembla afuera, todo está en suspenso esperando el signo que ya se presiente.
Espera mi regreso.
Volveré, sí, volveré, espera mi regreso aquí en la orilla.
No sientes en la playa una presencia de alas?
Mira el mar cómo se abre, se a divinan en sus aguas corredores invisibles.
Espera, sombra, espera, volveré con el día, iluminada.
Abre las ventanas, mira la lluvia corriendo descalza en la tierra.
y ESTOY faligada, anoche en mis sueños anduve pon largos caminos, escalé montañas profundas y llené mis manos del oro que habla dejado la tarde.
Toda la tarde he pasado viendo como corre ello, y adivinando el secreto que dice el viento a mi oído.
Supe del milagro blanco que se estremece en el lirio, y en las campanulas clar as que se asoman al camino.
Estoy ebria de frescura como las ramas del pino, ya va estallar en un canto mi corazón encendido.
Amanecía a mi regreso, El viento, un viento alegre, se guardaba en los pliegues las estrellas de plata.
Todo estaba en calma, sólo yo corría con el pelo suello y los labios himedos de cantos silvestres.
No me hables ahora, quizás en silencio recuerde mi salto a la tierra.
Toda la tarde he pasado viendo como corre el río, y adivinando el secreto que dice el viento a mi oldo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica