REPERTORIO AMERICANO 319 ROMANCE PATRIO (En el Rep. Amer. Lic. Anibal Arias Abogado y Notario San José, Costa Rica Teléfonos: Of. 5329 Hab. 5994 Apartado 1653 suenan a cartas de naipe, es el pálido horizonte que va al fin iluminándose, igual si una mano fuese relocando los detalles.
El marino, alma sin rumbo, en sus intérmines viajes vuelve a ella en las gaviotas que de tarde en tarde salen hacia otros puertos y calla tal un pequeño sin madre, mientras se quema en su pipa el rosicler de un celaje. Ay, la patria. Verbo claro, palabra de fe y coraje, himno de guerra, plegaria del eterno caminante, solar de glorias extintas, rincón de viejas edades, blasones que se deslustran, recuerdos que se contraen. Ay, la patria. Para muchos un ensueño azul en que arde la vida cual una llama, una corola que se abre, unas alas que se tienden, una canción en el aire.
Para algunos un imperio que perdura sin que nadie lo conturbe.
Para otros, unicamente una calle que ha ido al través del tiempo como una huella borrándose.
MANUEL SEGURA MÉNDEZ Costa Rica. Setiembre de 1946.
La patria es, si somos niños de alguna ronda, el paisaje: el huerto siempre maduro, la luz alegre del valle, la campana de la escuela en los cielos de rosa y jade.
Pero la niña ha creído, cuando se enciende la tarde sobre los techos más altos y a lo largo de las calles, que la patria es esa nube de armiño que está dorándose, esa música sin notas en el rumor del frondaje, esas palabras que el viento habrá pronto de llevarse sin que la voz de la niña se haga valer cuando llame. Ay, la patria son los campos que recorrieron las madres con sus hijos! Ay, la patria es la casona que sabe de sus risas, de sus fiestas, de sus pasteles de hojaldre de sus cuadernos sin hojas, de sus crenchas al desgaire!
Ay, la patria es esa franja de mustio verde en que yace la esperanza de tenerlos cual los cipreses de grandes. Es aquel recodo en ámbar del poblacho. un arbol grande y una puerta bajo el sesgo de un rótulo sin esmaltes, después del puente cogido por juncos color de alambre, con un ventorro en que hay una placidez de tiempos de antes, como si allí nadie hubiese, como si nadie all entrase.
La lluvia en son monocorde que nunca acabar la nave, en que las místicas ranas sus salmodias pertinaces van alargando hacia el cielo tras una luna en menguante.
La guitarra cuando llora desdenes que piden sangre.
En el camino de adioses que discurren los compadres desde el rancho hasta la iglesia los domingos, mientras pace frente a altares de silencio el hondo buey sin romances.
Es la casuca incrustada dentro del monte, y el ave que agita sus alas de oro como un pañuelo en el aire por el alba que madura y la noche que decae.
Es la carreta en el fondo de un eco que se deshace; son las ramas cuyas hojas UN ENSAYO DE HUXLEY CIENCIA SIN CONCIENCIA (De El Tiempo, Bogotá, de agosto de 1946. Nada entusiasmaba tanto a nuestros abue descamisados blandiendos viejos sables; un los como la idea del progreso. si se les niño con sendas pistolas en las manos.
hubiese preguntado en qué consistía éste, Con esto bastaba para defender una bahabrían respondido: Más ciencia, más liber rricada y derribar un gobierno. Porque las tad. Fueron éstas las dos pasiones del si armas de que el gobierno disponía no eran glo xix. La Ciencia, con grande, era «el muy superiores a esas. La Libertad, infianuevo ídolo. La Libertad, también con mando las almas, podía transformar una mayúscula, la moderna diosa. Ciencia y turba anónima en una hueste heroica y libertad parecían dos hermanas insepara vencedora, bles. Aquélla florecía donde reinaba ésta. Mas hoy, cuando el poder tiene en sus la inversa, cuando la ciencia desvanecía las manos las ametralladoras y los gases, los tinieblas de la ignorancia y del fanatismo, tanques y los aviones y todos los recursos la libertad triunfaba.
descubiertos por la ciencia, una rebelión poQuién les hubiera dicho a aquellos ante pular es técnicamente imposible. Ni en pasados nuestros que sus pietos se encon Alemania, ni en Italia, ni en otro análogo trarían ante esta realidad imprevista: In país ha caído un régimen totalitario hasta menso avance de la ciencia, eclipse de la que ha pasado las fronteras un ejército exlibertad!
tranjero provisto de armas semejantes. esta sorpresa se añadiría una descon La ciencia, por otra parte, no sólo ha certante paradoja: La libertad declina pre inventado armamentos. Ha dirigido la orcisamente a causa de ese prodigioso desa ganización de una policia política, secreto rrollo de la ciencia.
instrumento del Estado, con sus ficheros y Tal es, por menos, la opinión de Aldous sus archivos, su dactiloscopia y sus laboraHuxley, expresada en su reciente ensayo torios. Merced a ese Argos que, invisible Ciencia. Libertad y Paz. El progreso de él, lo ve todo, las rebeliones mueren antes la ciencia afirma el ilustre escritor inglés de nader.
es uno de los factores que determinan la Pero hay más. Lo terrible del moderno decadencia de la libertad.
despotismo es que no sólo encadena los El abuso del poder, la opresión del pue cuerpos sino esclaviza las almas. Ahí, en blo por una minoría dominante es hoy co su dominación psicológica, es donde mejor sa mucho más fácil, más segura y más efi le ha servido la ciencia. Los más admiracaz que hace sesenta años, cabalmente por bles inventos, el linotipo y la prensa rotaefecto de los inventos científicos y de sus tiva, la radio y el cine, monopolizados por aplicaciones técnicas. Es la ciencia la que el poder dictatorial, le permiten penetrar ha hecho posible la dictadura total, el Es en las conciencias, deformar las mentes, tado totalitario, y ha hecho, en cambio, im. envenenar los corazones, crear en todo el posible, la rebeldía, la insurreccióu de las país una atmósfera psíquica uniforme, al masas sojuzgadas.
antojo del régimen imperante, dentro de la Recuerdo ahora aquel famoso cuadro de cual, no ya la rebeldía, como decíamos, hasde Delacroix, el pintor romántico francés, ta la simple discrepancia intelectual resulta visto hace afios en el museo del Louvre: inconcebible.
La libertad conduciendo al pueblo. Allí apa Esto es lo peor, lo horrendo. Con los acrece la figura simbólica con el gorro tuales medios de la ciencia, un gobierno frigio en la cabeza, la bandera tricolor en absoluto, no sólo cuenta con millones de la diestra, y en la izquierda un fusil de esclavos, sino de esclavos voluntarios, interchispa. Tras de ella, un intelectual de levita raída empuñando su escopeta; obreros (Concluye en la pág, siguiente. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica