Omar Dengo

Repertorio Americano Tomo XLII CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1946 Sábado 16 de Febrero Año XXVI. No. 1001 No. 13 en en BRIXENCE Claro, invencible, tal el de una primera noROBERTO BRENES MESEN via, el recuerdo de Costa Rica encontrada a los o La Vuelta de los Dioses veinte años en lo alto de una marejada de emociones contradictorias en que gemían, desPor César Brañas oídas sirenas, confusos deberes e imprecisas ansias. Costa Rica no era una diminuta Repú(De El Imparcial, Guatemala, Setiembre 25, de 1945. blica del Continente: era una isla dorada, la Isla del Tesoro, tesoro toda ella, expuesta a aura de simpatía que el maestro derrama en sueños piratas, donadora de sueños, ese principio de otoñada clara, o fin de claro Para el doncel recién llegado, todo asombro, estío, que es su edad infatigable. El maessonaban con particular eufonía los nombres tro ha sonreído a la alusión que habrá hecho de los escritores, de aquello que él aspiraba ser.
resonar alguna secreta cuerda de su lira, y nos Rómulo Tovar firmaba editoriales vibrantes y promete el libro que pronto está en nuestras reputados. La sombra reciente de Omar Dengo manos y pronto en nuestra emoción asimismo.
presidía la vocación educacional de la tierra.
Poemas de Amor y de Muerte San José, García Monge hacía Convivios universales en 1944 la Direccción de su grata Biblioteca Nacional.
Sí, Han vuelto, espaciadamente, pero firDobles Segreda, Director de la Escuela Normes, bulliciosos, ardientes, los dioses. Acamal de Heredia, manaba juventud y era, antes so, ay, la nostalgia de los dioses ausentes, de la treintena, conductor de juventudes a las esos que se fueron de la tierra tantos siglos que luego magistraría desde el Ministerio. Asatrás, esos que se han ido de la vida, de nuesdrúbal Villalobos, pasante de abogado lo tra vida, a nuestro pesar, y aun esos últimos proclamaba en sus versos impresentida la que, esperados, no llegan sino, indecisos, en diputación, amaba un tanto la ironía provinalgodones de sueño, en relámpagos de premociana de Luis Carlos López en difíciles postunición. ras. Albertazzi Avendaño no oteaba aún alHay en la poesía de Brenes Mesén un inturas de Congreso, porque soñaba con las del sistente evocar a dioses antiguos, sin nomParnaso. Rogelio Sotela, atormentado, se busbres ni emblemas, puros como ideas, regocicaba a sí mismo. Zamora se quemaba en injados y bienhechores como faustos días. quietud, y otros jóvenes bizarros, con quienes esta persistente evocación pone una nota, un era amable chocar en la dirección de Diario de acento de incertidumbre en sus poemas, Costa Rica, indoloras encrucijadas de época en que para nosotros, triviales hombres bohemia o en el misterio encantador entonces!
acongojados o indiferentes, les dioses yo no de las casas de placer donde lloraban histeria dicen nada, ya no tienen representación sienamorada resina pasional y novelesca quiera en altares que vació, iconoclasta, euR. Brenes Mesén hermosísimas mujeres a quienes no se vería nunménide, la vida. 1937)
ca más, lanzaban sus dardos al azul e ignoraban Mas no se crea que es toda su poesía moque su ilusión trabajadora contribuía a acurosa delectación en el tema; los temas de Bremular fortunas ajenas y a dignificar o deni. americanas de la América nuestra Libro nes Mesén son numerosos y amplios, y su grar ajenas políticas. Para ellos, como para de poesía: Los dioses vuelven, su título. Su verso lo mismo se entretiene en un remanso el doncel viajero ese muchacho de Guate contenido, una serie de poemas dotados ya de breve colindante con el madrigal, que ensanmala. dirían, olvidándolo al punto. la vi densidad y de alas, la doble dimensión de un cha el vuelo hacia el gran poema da tenía una sola razón, una sola inagia, un espíritu cultivado en disciplinas clásicas y duemurante octasílabo al endecasílabo, al alejanimperativo solo: vivirla. no el despecho, no ño de oriental riqueza de pensamiento y de drino, a moldes más graves ese que ya tan el interés.
fomas de expresión. De formas de expresión raramente se construye en nuestros días por En aquel ambiente que señoreaba la tona que ya ceñía, con señoril sentido, a una eco temor de hallar agotados los asuntos o desmachonería. 4studiada, sincera. de Julio nómica ponderación hecha para realzar la re yar, apocados, en el impetu por alcanzar las Acosta tras el extraño estallido revolucionaciedumbre vital del concepto.
cumbres. se da en la poesía de Brenes Merio que propagó en el país nubes de bruju Prosiguen los años tejiendo su astrológica sén el buen milagro de encontrar poesía en las leantes nicaragüenses avezados a la aventura e ininteligible red. Se tropieza aquí con enestrofas de un lacónico poema cuanto en las como no los costarricenses, sonaba el nombre sayos del costarricense en revistas de vuelo más dispendiosas de un relato o ensayo en de Roberto Brenes Mesén cual el de un joven continental. Se tropieza alla con referencias en verso, en que, si no se libra siempre el escollo maestro prematuramente maduro. El respeto carecedoras de su labor. Y, por fin, se le ve implacable de tal cual prosaísmo, éste se hace ya inclinaba sus temerosas genuflexiones a ca tornar, pocos años ha, a su huerto nativo, perdonar, hasta suponérsele intencional, por da sílaba del nombre del masetro poeta. Costa opulento de experiencia, cargado de renombre, inesperadas fulguraciones de ideas, por repenRica amaba el delicado juego de reverenciar a a escribir aleccionadora columna periodística que tinos y certeros centelleos de palabras, por esos sus grandes hombres, y lo hacía sin provin denominaba, poco más o menos, Pensándolo hallazgos poéticos que tanto place colecciocianismo, con ardentía, sí. juvenil, de pais que bien. luego, un día de azares ventu nar ávidamente en la obra de los poesabe lo que vale y aspira a mucho más. rosos, Roberto Brenes Mesén está en Guate tas.
Ruedan años. Brenes Mesén ilustra su nom mala. Rehilamos los viejos recuerdos a que Poemas de poeta maduro y de intelectualbre en la Northwestern University, en tiempos se liga, para nosotros, su nombre. Pero como le desplace el epíteto intelectual en que las Universidades norteamericanas no ante tantos grandes señores transeúntes, resis jado pensamiento, algunos de los de este habían franqueado tamañas puertas al rasta timos al señuelo con que la tentación nos inlibro desarrollan verdaderas alegorías que cuerismo intelectual latino americano. Bre duce a visitarlo. a conocerlo, en verdad. Es nutre vital filosofía, verdaderos dramas de nes Mesén había conquistado un puesto, no lo otro azar próximo el que le trae y le acerca ideas, de símbolos, que tienen en personajes o había debido al conjuro de circunstancias fu a nuestra sórdida caverna de Osos desencan acciones de la vida real resonancia de sueño: gaces del mundo, a mercenarismos o mesenis tados.
así, ese drama palpitante de humanidad mos de entre guerra. Hacia 1928, un libro suyo. Han vuelto los dioses. le hemos deshumanizada, de En la Barranca, Punreaviva su presencia en las letras americanas preguntado amigablemente, fundidos en el tarenas, o en los momentos estelares del murde repu Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica