Nazism

REPERTORIO AMERICANO 347 AN ORANZA DOS SONETOS Dedicado a don Julio Acosta, compañero de (Alención del autor)
mi padre en la infancia.
SAN JOSE, CAPITAL Soplaba el viento frío de Diciembre, y en Mi madre habia ido a la iglesia a pedir el aire había una esencia sutil de albahaca por el descanso de las ánimas benditas del Regreso a ti, ciudad ya casi mia.
y mirto, de musgo fresco y olor a montaña. purgatorio, la salud para los enfermos y De nuevo yo regreso de portado, Del campo venían las carretas cargadas de el perdón para los pecadores, entre los y otra vez, mi corazón de desterrado parásitas, de helechos arborescentes, y de cuales, sin duda alguna, estaba yo, como ayer se me llena de alegria.
que piñuelas y cohombros.
en aquella noche memorable había de es Gracias, ciudad pequeña y bienhechora Ya se sentían los pasos de la Navidad. En caparme sin autorización paterna y apro porque me das esta ocasión preciosa todos los rostros se dibujaba la esperanza de vechar la ausencia de mi madre, para bai de olvidar a los poetas de la rosa recibir algún aguinaldo; de reunirse con al lar tanto tiempo como las circunstancias para escribir este mensaje ahora: gunos familiares para la cena del veinticua me lo permitieran.
tro o de ver a alguien, que acaso sólo una Mi padre era un hombre cuya bondad Oíd los hombres de clara tierra vez al año, podía encontrar el tiempo para este mensaje súbito que encierra y tolerancia no tenía limites. Lo amaron pasar con los suyos una noche.
todos los que lo conocieron. No lo temió un evangelio fuerte como el mar.
Del puerto llegaban lindas porteñas de nadie. Tuvieron veneración por él, los Estoy junto a vosotros con mi tea.
ojos chispeantes que solían economizar du trabajadores y los humildes. Se le enfrentó Que no se puede deportar la idea rante un año para venirse a San Ramón a a los potentados y les tendió la mano a aunque lo quiera un simple militar!
pasar sus vacaciones, y que soñaban con en los que para ascender, necesitaron de su SAN SALVADOR, CAPITAL contrar en la bruma del cerro del Tremedal, apoyo. Jamás estudió psicología, ni creo amor de temporada, romance y alegría, que supiera nada de los métodos moder Siento que tu eres hoy mucho más mia Han sido tradicionales los veraneos en la nos de la enseñanza del gran Profesor Deque ayer, y es por eso plácida ciudad de San Ramón, y muy bue crolí, ni de María Montesori. pero a fe que en el exilio amargo hay alegría nas las relaciones establecidas entre los por mía, que su talento innato, su clara intey que yo no deseo mi regreso.
teños y los ramonenses.
ligencia, y su gran corazón, le permiteron En el año en que ocurrió lo que voy a comprender la vida tanto como los que quiero verte de lejos. Cómo ansia contar, no había servicio de camiones, y la durante muchos años, se han dedicado al para que quepa en ti todo mi beso correspondencia solía llegar, en buen tiem estudio de los problemas educacionales más mi corazón en varonil exceso po, entre cinco y seis de la tarde. Yo acos escabrosos. Yo lo respetaba sin temerlo, lo saberte libre de tu policia.
tumbraba sentarme con mi padre en el coamaba con ternura y le tenía confianza.
Tu policía azul nazi alemana rredor de la vieja casa a conversar mientras Mas, el caso es, que habiendo quedado a que ha llenado de sangre tu mañana llegaban los periódicos.
a su custodia, y sabiendo que tenía ins puntándola de horror.
En los pueblos, generalmente se come trucciones de mi buena madre de no detemprano, y por tal motivo, con muy pojarme salir después de las ocho de la noDeseo que al volver junto a tus brazos no vuelvan a manchar ya tus ocasos cas excepciones, la hora de la comida ha che, decidí) pretextar que tenía mucho bía pasado cuando el cartero llegaba con Sueño, y darle las buenas noches para esos ombres sin y sin valor.
las noticias que nos ponían en comunicaretirarme a mi cuarto, afirmándole que me OSWALDO ESCOBAR VELADO ción con el resto del mundo.
iba a dormir.
San José, Costa Rica. 1946 Comentar los cables, leer en la biblioteNo encendi la luz, por temor de que se ca de la escuela, bailar en el Club y jugar dieran cuenta de que en vez de acostarme, a los naipes, era principalmente lo que haestaba frente al espejo acicalándome como Una suscrición al Rep. Americano cíamos las muchachas porque el cine era la cucarachita mandinga, para ir a buscar el la consigue Ud. con bastante malo y no valía la pena ver las principe azul de mis sueños. Salí por la películas en un teatro incómodo.
ventana, sin hacer el menor ruido, y ya Matilde Martinez Marquez Para la juventud, no había nada como en la calle, dije para mi capote a bailar se ha dicho. Pronto encontré en el salón el baile, la música y las noches de luna, LIBROS REVISTAS a mi novio y no me hice de rogar cuando AVENIDA LOS ALIADOS Nº 60 Un sábado del mes de Diciembre, en que me ofreció su brazo para que lo acompañara.
brillaba la luna esplendorosamente, como Tal era el entusiasmo de aquella juventud APARTADO NO 2007 para favorecer a las viejitas religiosas que TELEFONO FO 2539 alegre y sana, que no se conformaba con asistían a un novenario en la parroquia bailar, sino que tenía que subrayar el énLA HABANA, CUBA.
central y a los muchachos que encontraban siempre algún pretexto para improvifasis de su regocijo, cantando y danzando sar un baile, pasaron frente a mi los al mismo tiempo.
atriles y los músicos y me di cuenta de Mi intención fué údicamente robarle a la que no era exactamente como ella se lo que habría una fiesta en la vecindad, vida de colegiala una hora de expansión, y imaginaba, porque si bien era cierto que él y así fué efectivamente. Pronto llegaron a regresar a mi casa antes de que se termi me hacía durmiendo, recordaba que algo le mis oídos el rasgueo de una guitarra y nara la ceremonia religiosa; a fin de no po había dicho yo y que sin darse cuenta, las melodías de una voz masculina, que ner a mi padre en entredicho por no haber mecánicamente, había contestado, después entonaba una canción. Desde aquel mome sabido cuidar en ausencia de mi madre. de mi gran discurso «Vaya, asómese al mento dejó de interesarme el comentario Sin embargo, como perdí la noción del baile y vuelva ligerito. Esto lo eximia del del cable. Perdí totalmente el control, y tiempo, se me pasó la hora sin darme cuen pecado de haber tolerado el desacato de una me era muy difícil mantener los pies en ta, regresó a la casa mi mamá, y hubo de orden que yo debía obedecer, pero no era un solo lugar. La sangre española de mis pedirle cuentas a mi papá.
la verdad, y sólo tendía a disminuir la antepasados, mis dieciseis años y la heren Afortunadamente no le preguntó por mí; gravedad de mi desobediencia, cia paterna me impulsaban a abandonar el sino que comenzó por decirle que me ha Para evitar que mi papá ejerciera reprehogar para lanzarse al torbellino, en que bía visto en el baile y que sin duda alguna salias, se ofreció a proceder con energía y los muchachos y las muchachas de mi edad me había ido sin su consentimiento; a lo a hacer que volviera al redil la oveja des en loca algarabia, participaban en la fiesta. cual él contestó que algo había de eso pero, carriada. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica