REPERTORIO AMERICANO 285 JOHN KEITH ren para poner de lado a los servidores de la plutocracia. Aquí viene, como joya fülgida al dedo, aquel sarcástico pensamiento del peruano José Joaquín Larriva, cuando ya consumada la independencia exclamó SAN JOSE, COSTA RICA ante los excesos de los republicanos. UlAgentes y Representantes de Casas Extranjeras timo día del despotismo y primero de lo mismo, Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Regis Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. RATERISMO INDIGENA Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Un doctor venezolano, de apellido Dávila Máquinas de Calcular MONROE (no don Vicente. acaba de promover sen Refrigeradoras Eléctricas NORGE sacional controversia en su país, después Refrigeradoras de Canfin SERVEL ELECTROLUX de afirmar que el indio tiene predisposición Balanzas «TOLEDO. Toledo Scale Co. Frasquería en general (Owens Illinois Glass Co. congénita para dedicarse al raterismo. La Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. afirmación no puede ser más extravagante, Equipos KARDEX (Remington Rand Inc. pues basta echar una ojeada al panorama Pinturas y Barnices (The Sherwin Williams Co. histórico de América e invocar los textos de JOHN KEITH RAMON RAMIREZ los cronistas españoles del siglo XVI, para Socio Gerente Socio Gerente convencerse de que esa acusación es inconsulta. La capacidad para el robo y el amañamiento no es exclusiva de este o aquel pueblo, como no lo son la aguda perspicacia, COSTA RICA el valor personal, el genio artístico, pues en (En el Rep. Amer. mayor o en menor grado en todos los pue blos se han producido ingenios sublimes, Al levantar e el avión en Chicago senti Costa Rica, bella como ninguna! Qué ri valientes que han probado su ausencia de que la tierra que dejaba era mía, que era yo queza más estupenda de naturaleza, contemnervios en múltiples aventuras y también americana, y al mirar hacia abajo contem plando se llega a realizar que es imposible criminales de la peor calaña. Es probable plando los dibujos geométricos en verdes contemplar tanto color, tanto lujo, de cieque el Dr. Dávila guste de generalizar frente claros y obscuros, cafés claros y obscuros, lo, de montaña, de suelo, sin absorber hasa uno o dos ejemplos, como frecuentemente me henchía de satisfacción de la grandeza ta por los poros, y por eso veía aquellas ocurre a personas que se apresuran a forde Illinois, la planicie sin límites, el cielo mujeres de perfiles perfectos, trenzas largas, mular dictámenes sin contar con los sufi clarísimo y el poder de aquel avión de mo gruesas, retintas, pasadas y bañadas en necientes elementos de juicio; y no sería re tores sincronizados manejados por pilotos grura, aquellos patriarcas de caminar arromoto que algún indio, antropológicamente americanos, jóvenes, bien parecidos y de gante, la soltura del cuerpo, arrogancia naindio, le haya sustraído alguna prenda queuna raza y lengua mia, de mi intimo ser, tural que de ser rey es sencillo. Reinas rida, algún chirimbolo familiar, olvidánme identifiqué con su pensamiento y su sen mujeres nacidas en esa tierra! Chicos encandose de que los ladrones existen antes de tir y comprendí que era yo una con todo tadores, amistosos, sonrientes, que me deque Moisés, desde las faldas del Sinaí huello.
cían sin turbarse, adiós! adiós! al pasar yo biera mostrado al pueblo judío las tablas Volar era natural para mí, ver el avión por el camino. Vean los caballos, caballo de de los Diez Mandamientos.
que se hundía entre nubes, que remontaba lechero, aristocracia en la delgadez de sus RAFAEL HELIODORO VALLE a la par de luna y de estrellas, que se en patas, en el brioso patear. los perritos corvaba brioso sobre montañas, era delicia del campo, orejillas paradas y de raza. Los México agosto 1946.
y pasión.
carros no significan nada para el campesino El instante que pasé de Nicaragua a Cos y no podía yo de orgullo al ver la indifeAHORRAR ta Rica mi corazón latía, tremendo, y tenía rencia total, no moviéndose más que la pulque respirar, hondo, para contener el goce.
gada necesaria; tiene el carro que estrujarse es condición sine qua non Bajaba la vista a mis montañas que hacía y sus motores como que se avergüenzan; el de una vida disciplinada veintiséis años no veía y recordaba el color camino es de los campesinos. quién osará verde bellísimo, morado azul en la sombra a quitárselos? Los chicos hasta desafían coDISCIPLINA de las nubes, de aquella selva, los árboles mo si fueran toros en vez de carros.
es la más firme base tapidos y gigantescos; sentía la claridad, la En el campo, en aquellos caminos siempureza de aquel aire en mis pulmones y que pre ondulantes, siempre remontando la del buen éxito.
ría fuese mi ser eternamente grande y mi cumbre, cielo intenso azul, nubes espesas, LA SECCION DE AHORROS mente tan ancha como aquella belleza in. campos verdes, riscos, árboles teñidos aquí del tensa de Costa Rica. Costa Rica, repetía y allá en col r, rojo, rosa, amapolas, la beuna y otra vez como una sinfonía, bien nom llísima, la llama del bosque, los juchis frabrada. Costa Rica. tierra escogida de los gantes y de formas delicadas y tentadoras dioses, bendita en esa fertilidad sin límites. como chicas quince abrileñas. Abajo, persOír mi lengua, otra vez! Desde niña soñaba pectiva sin límites de montañas casi palpa(el más antiguo del país)
en este momento, mi tierra! y era yo molé bles a través de las millas.
cula de toda parte cosa una del conjunto.
está a la orden para que usted Apretaba la tierra entre mis manos y la iQué identificación más perfecta! Ese el se sentía vibrante de vida, prolífica. Helechos realice este sano propósito: creto de aquel ciudadano del futuro amar de tantas formas así no más al azar; colla tierra y la lengua, el pensamiento de to gando al camino y qué jardines: nunca do hombre que viva sobre el Universo.
acaba uno de contemplar, nunca acaba uno No era yo complejidad ni separación de de sentir, hasta que llega un instante en entidad; amaba y por amar comprendía. que es necesario cerrar los ojos y reconcen Banco Anglo Costarricense AHORRAR Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica