REPERTORIO AMERICANO 261 masco.
mias. como aquel carro formidable del dios Krish herido como a Saulo en el camino de DaDIOS, por el na aplastando a los hombres, quitándoles doctor LUIS VILLARONGA la sustancia humana, robándoles las almas, Bajo un flamboyant que el ardiente sol de que, humilladas, escarnecidas, por el solo junio ha vestido completamente de rojo. En el Rep. Amer. hecho de ser almas, irán a zambullirse en Alberto Uribe musitó: el abismo de sangre y de sombra recién «He aquí la libertad. Una libertad abso José Enrique Rodó, con Ariel, abierto, junto al cual alzaban su vuelo las luta, completa, perfecta. Una libertad como Constancio Vigil, con El Erial, águilas victoriosas. no la conocen los hombres. Se oye hablar Luis Villaronga, con Dros. Trilogía Así pensaba Uribe mientras caminaba por continuamente de libertad y, a juzgar por de grandes pensadores de América.
la calle Sierpes de la urbe. Al fondo, en el lo que se oye y se lee en periódicos y libros, Aquél en el ideal; el otro en el conextremo de la larguísima calle que él, sin tiene uno que preguntarse si los hombres sejo; éste en la realidad sublime de lo darse cuenta, había recorrido, se abría el saben precisamente lo que es la libertad. que es, de lo que existe, de la verdad campo. Fiel a su deber, atado a las respon Llega uno a creer que la libertad es más en todos sus aspectos pero como esensabilidades del trabajo, Alberto Uribe casi que nada, una palabra y que los hombres cia de Dios en el espíritu y en la manunca había salido al campo. Ahora, Uri. no saben bien en qué consiste. Hoy, más teria. Rodó es el anhelo y la espebe no se volvía atrás. Iría a bañar su cabe que nunca, debido a la agitación de los ranza de liberación. Vigil es la siemza enfebrecida en las brisas frescas y gratas tiempos, el hombre individual y el hombre bra en la tierra dócil y en el yermo.
del campo. Mientras más adelantaba por la colectivo sienten el escarabajo interior de Villaronga es la redención y es a un avenida, mayor era la visión del campo que cosas inalcanzables y que no pueden preci mismo tiempo el guardián de los se abría ante él. Cuatro pasos más y ya la sar bien. Pero la libertad está aquí en esta campos sembrados por Vigil.
pradera ante él desplegaba el cuadro mara pradera radiante y sonriente. Aquí está la La cosecha habrá de ser magnífica villoso que él, hombre preocupado de la paz, la despreocupación, la alegría, la glociudad, nunca había contemplado.
ria de la vida. Aquí desaparece el escozor no sólo para nuestra América, no sólo para el Continente de América: lo Un paso más que da, le separa de la ciu interior de la ansiedad. Aquí el hombre es será también para el resto de la tiedad y le pone sobre el suelo divino del cam dueño de sí mismo, de su vida, de su desrra: lo será por el Dios de que nos hapo. Sus ojos tendidos hacia el horizonte pa tino. Se vive aqui en la Naturaleza, en el bla Villaronga: el Dios de todos los rece que beben la luminosidad de la prade amor de todo lo que existe, en la contem tiempos: el Dios creador del Univerra. Camina ahora presuroso como si tuvie plación de la hermosura terrenal y sidérea ra ante si un tesoro, del cual deseara pose en que está la solución de todos los proble finito. El Dios de todos los hombres, so que es tiempo y es espacio y es insionarse. Ya no piensa en la ciudad, ni en de todas las razas, de todos los puela tarea que le espera, ni en la guerra, ni Alberto Uribe, sin volver la cabeza blos: El Dios hecho hombre para paen aquella prosperidad sorprendente y tran atrás, siguió caminando por el campo ludecer hecho un símbolo en la cruz sitoria. Todas las preocupaciones han des minoso y en flor. Siguió caminando haaparecido como sombras que aquel radiante cia el profundo horizonte que se domi través de todos los milenios.
para servir de faro a la Humanidad a sol ha ahuyentado. Mientras camina, con naba en el fondo del paisaje. Según catempla extasiado el paisaje. La pradera lu naba hacia la lejanía, su figura como es José FRANCISCO VILLALOBOS ROJAS minosa y sonriente le ha producido el mis natural, se iba haciendo más pequeña. Fimo efecto que una copa de vino generoso.
nalmente no fué más que un punto impre Alajuela, Costa Rica, julio de 1946.
Sonríe y musita palabras que ciertamente ciso que desapareció en el esplendor solar son de dulzura y emoción. Le parece que del lejano horizonte, ha tenido una revelación, que un rayo le ha VEN al mando de tu barca, LUIS VILLARONGA fatigado marinero, que ya es hora de que vuelvas POESIAS INEDITAS sobre los mares abiertos.
de CLARIBEL ALEGRÍA El viento te está esperando a la orilla de tu puerto. En el Rep. Amer. para llevarte a regiones ANTES de que la noche, bajara hasta la tierra donde se tocan los sueños.
fuí hasta ti, Madre mía, cortando las distancias.
Alli verás islas verdes Nunca te había visto más bella que ese instante, en que hace nido el silencio, tenías la frente en alto, y la mirada ausente.
y golfos de maravilla florecidos de luceros.
Yo contemplé en silencio tu silueta alargada, que parecía a veces, la voz de una oración Deja la tierra sangrienta, y me acerqué en puntillas, para hablarte al oído que te hace daño su duelo, y embriagarme al aroma de tus cabellos sueltos.
y vigoriza en los mares Toda tii estabas llena de una esencia sagrada, la fatiga de tu aliento: nunca le había visto más bella que ese instante, hu regreso has de hablarme casi no pude hablarte, no encontré las palabras, de los fantasmas del miedo un estupor inmenso me cerraba los labios.
y de las lindas sirenas embrujadas de misterio.
No sentiste mi aliento, cuando estuve a tu lado?
Yo no sé cuánto tiempo te contemplé en silencio, Mil aventuras te esperan, tengo los ojos llenos de tu imagen profunda, date prisa, marinero, y el anhelo infinito de estrecharte en mis brazos.
que esla noche hay un incendio en las aguas del estero.
Quiero besar tus manos, Madre mía del alma, Nueva Orleans, 1944.
y apoyar en tu pecho mi cabeza cansada. Véase la pág. 268. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica