Manuel Mora

170 REPERTORIO AMERICANO bramiento y fué desprendida de la forma edo que dice lanzar levantar en alto, exaltar. Editor fué entonces quien daba a luz y también el que levantó en sus manos la criatura.
García Monge no aspira a ser otra cosa que un editor, que eleva sus manos sacerdotales y muestra en ellas el parto glorioso de los otros, con un espíritu de dación y de desinterés que nadie podría regatearle. No es que esté ayuno de otros atributos altísimos, como costumbris.
ta acertado, como profesor erudito, pero es que tiene el rango de editor como el mejor y más claro de los suyos.
terno.
Como escritor ha sido poco fecundo:El Moto y Las Hijas del campo hacia 1900 y Abnegación hacia 1902, es decir, historias de los veinte años, cuando apuntaba el bozo en el la2. 3sixtusb bio y relamía las primeras amarguras del afán de crear En el homenaje de la Escuela Normal de Costa Rica.
Ninguna de ellas logró ser obra de gran valimiento y sí apenas iniciación y ensayo con toda la timidez del neofito en el templo de Atenea.
actividad y por el nombre. Leyendo con ellos, facultades, construyendo nuestra personalidad Pero sí tienen esas primicias una fuerza es y para ellos, fué sintiendo ese gusto de la bue sobre el propio andamio.
piritual que les da relieve y es que, apartándo na lectura que había de ser la directriz de to Instruir es construir adentro con elementos se de la elegancia verbal de la Hojarasca de Ri da su existencia.
de afuera. Educar es desarrollar los poderes incardo Fernández Guardia, del perfectismo de La veta de cuentista se bloqueo brevemente, ternos para que se manifiesten en el mundo exla Prosa de Ernesto Martín o del amanerado sin que tuviese más renacimiento que en La gramaticismo de la Chamarasca de Don Carlos Mala Sombra, hacia 1917.
El comprendió bien esta diferencia sustanGagini, se decide valientemente a buscar el sen Pero aquí, más maduro y más pensador, tiva y no se limitó a ser instructor, fué siemdero del patrio solar que apenas iniciaba, muy deja de contemplar el paisaje externo, las to pre un gran educador.
pobremente, Don Manuel Argüello Mora con rres de la aldea, los techos de teja, las gua Nos enseño también el sentido religioso de sus novelillas de Costa Rica Pintoresca y, un rias del tapial para ahondar más en el al. la libertad, como el único culto digno de toda poco mejor, Magón con sus cuentos en El He ma de los campesinos, para vivir en más in consagración y al cual hemos dedicado todas raldo y Aquileo Echeverría con sus crónicas y timo contacto con sus humildes tragedias cuo las fuerzas de nuestra vida, sin habernos siprimeras concherías.
tidianas: los proscritos del suelo que incen tuado nunca en oposición a ella.
Ese es el valor positivo de la conquista lite dian su rancho y hacen lo puños a quienes los Y, para crearnos conciencia de ella, nos araria de García Monge, que sus ensayos son expulsan, iluminados por el último resplandoctrinó en el culto a los grandes varones de cosas del terruño, recuerdos del pueblo donde dor del incendio. El que detiene la sierra, fa nuestra América, poniéndonos en plática dicreció y se formó el hombre; netamente costa tidica y ensangrentada, para sacar del agua a recto con Bolívar, con Sarmiento, con Martí.
censes, en que se mueven nuestros campesinos, Filadelfo el ahogado. El hijo del borracho que Con él aprendimos a levantar nuestro pensencillos, supersticiosos, con un apego magní acaba su cadena de miserias y vergüenzas pe samiento, en admiración fervorosa y en culto fico a sus costumbres patriarcales y una infi gándose un tiro.
apasionado, a los claros varones que construnita conformidad cristiana.
Dolor, resignaciór. silencio, heroicidad sin yeron esta América libre y tolerante, que se Dijo entonces la crítica: Las faenas cam gloria, santidad sin calendario.
mantiene vertebral y vigilante, a pesar de la pestres, las fiestas, las bombas del fandango, el Algo de Vicente Medina por lo hondo, al intolerancia de los liberticidas.
pueblecito, los montes vecinos, todo aparece a go de Azorín por el sencillo encanto para deIli tal como es, lleno de vida y con el acre percirlo.
De la cátedra saltó Joaquín García Monfume de las flores silvestres.
Aquí queda marcado ya el destino de este ge a la conferencia. No conozco otro costarriEso significaba un rompimiento definitivo hombre que pudo ser un gran prosista y que no rricense que haya hecho más pláticas que este con nuestra tradición de fin de siglo, una re tuvo tiempo de realizarse porque el afán de magnífico predicador de cultura y profesor de volución contra los que pensaban, de acuerdo editar el pensamiento ajeno, para servicio de idealismo.
con la moda, que la belleza literaria habría de todos, le consimía horas y ahorros. los obreros, a maestros, a campesinos, a copiarse de Francia o de España, pero que en Tuvo, pues, el heroísmo de sacrificar sus estudiantes, la palabra de García Monge ha ido la tierra, pobre y mezquina no existía ningún calidades de novelador, para consagrarse a en señalando rumbos y abriendo horizontes, con encanto digno de ser escrito.
señar la obra de los otros, que le pareció más una prodigalidad que asombra y con un desinPor ese sendero habían de seguir muy pron interesante que cuanto él podía crear.
terés y una probreza franciscana.
to Ricardo Fernández Guardia con sus Cuen Eso sólo es ya un gesto heroico de supreMercader que no compró sino libros y no tos Ticos, Claudio González Rucavado con ma humildad y de superación vertebral. An vendió más que libros. Que no hizo más coEl Hijo de un Gamonal, Jenaro Cardona con tes que huscar la gloria para su nombre, se de mercio que el de ideas, y que como Bias, el El Primo y Magón con La Propia. en el dica a mostrar a los jóvenes los prestigios de sabio de Priene, no tuvo más capital que el de campo del verso, el maravilloso y único Aqui las gloriosas figuras del pensamiento america las suyas, y no vivió su vida sino para serleo Echeverría con sus sagradas e inimitables no.
virlas con lealtad. Pues esa es la obra magníConcherías.
El gesto es digno de los varones de Plutarco fica de este García Monge que se dedica a una Ese fué el camino que a García Monge, le y de los héroes de Carlyle.
sola empresa: la difusión de la cultura.
había mostrado su madre, doña Luisa Monge Que funda esa tribuna de EL REPERTORIO de García, que le enseñó el encanto de las cosas Hay otro aspecto de Gacia Monge que cono no por el narcisismo de oírse, no para emitir del campo y de la vida sencilla de los campe cimos muy de cerca: el de profesor.
sus propias opiniones, no para sustentar sus sinos, según confiesa después en su Mala Som Tuve yo la clara dicho de ser su discípulo, propias doctrinas, sino para ponerse al servibra.
cnando él recién regresaba de Chile y yo em cio de todas las opiniones y de todas las docEsa fué la enseñanza que aprendio del escri pezaba a subir los escalones del Liceo de Costa trinas.
bano de Desamparados, su padre, que mante Mica. El sembró en mi conciencia enseñanzas Es el mérito mayor de cuantos le corresnía lleno su despacho de campesinos que llega le belleza y de buen pensar que me dejaron es pondan, como gran difundidor y repartidor de ban en busca de ayuda para sus pequeñas difi te gusto por las letras.
ideas, como editor, que levanta en alto la urcultades y a quienes deleitaba el niño Joaquín Pero si todo ello fuese poco, diré que su na de bronce en que humea el incienso santo leyendo, con gracia y entonación, cuentos de cátedra siguió, y ha seguido siempre, tres direc de cuanto sacude la espina dorsal de América.
El Americano, revista que su padre tenía en trices para producirse: Una tolerancia comple Si él hubiese dado poco de su propia cosecha, mucho y que ya es casi una indicación pro ta y sabia, que nos permitió expresar nuestras no es porque su tierra sea estéril, sino porque videncial del destino de García Monge, por la formas de pensamiento y desarrollar nuestras abandona el propio surco en un heroico es Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica