254 REPERTORIO AMERICANO Banco Anglo Costarricense AHORRAR UN CUENTO DE MYRIAM FRANCIS LA LUZ DE SUS OJOS AHORRAR (En el Rep. Amer. es condición sine qua non Marietta había buscado la felicidad cendal, y ellos eran dichosos en el de una vida disciplinada por sendas equivocadas. Creyó que, disfrute de su preciosa amistad.
DISCIPLINA al igual que otras personas, hallaría entonces vino la tragedia.
su felicidad en el amor. Pero fué va Marietta sintió más que nunca es la más firme base no su empeño, y hubo de desenga ahondarse el afecto por el amigo del del buen éxito.
ñarse repetidas veces.
alma. Siguieron como antes, en sus No supo, sino hasta mucho tiempo diarias charlas, hallando cada uno LA SECCION DE AHORROS después, que la Felicidad había habladel refugio en el corazón del otro. Ella do cuando alguien le dijo, contestan solía leerle durante largas horas, y do a una pregunta de ella: luego se quedaban callados, pensando Tú eres la luz de mis ojos. tal vez, soñando acaso; o bien, interEstaban los dos solos con la tarde cambiaban ideas y hacíau comentay con el mar. Juntos, absortos conrios. el más antiguo del país)
templaban el milagro tornasol del as En esas tardes que pasaban juntos, está a la orden para que usted tro rey al hundirse en el ocaso. El Marietta fué podando el rosal de su realice este sano propósito: era para ella su mejor amigo, aquel existencia de las ramas inútiles que a quien se cuentan todos los auhelos, constituían las pequeñas vanidades, todas las penas, todas las esperanzas: las frivolidades, sus brotes de mal gesu amistad nació al calor de otro amor, nio, algunas faltas de tacto. Estasiendo él el confidente, el compañero, ba satisfecha de perfeccionarse a diael hermano del alma.
rio y de que su vida, diamante a. Qué soy yo para ti le había medio pulir, se fuese abrillantando qué hubo de herirle la tragedia tan preguntado ella de repente, sin alzar día a día al contacto maravilloso del despiadadamente, a él, que en su vida a mirarlo.
alma de aquel hombre superior.
sólo había sembradc bondades y no Tú eres la luz de mis ojos. había Muchas veces íbanse al campo, co blezas, y que prodigó el bíen a manos sido la contestación de él. Marietta gidos de la mano, como dos chicuelos. llenas. Dios era injusto! Si no. por alzó el rostro y le miró, pero él miraElla iba hablando siempre, sin cesar: qué lo había castigado con tanta cruelba sencillamente hacia el mar, y la Alla viene el chico de Josefa dad?
joven se quedó pensando si no sería arriando las vacas.
El, en cambio, nunca se quejaba, una broma. añadía luego: pero Marietta comprendía cuán proTerminó en decepción el amor de Ya nos acercamos a la playa. fundo era su dolor.
Marietta, pero el amigo continuó Quieres que nos descalcemos? Am veces, cuando estaban sentados siempre a su lado. Ella sentía que le bos lo hacían, rientes y contentos, y frente al mar, ella solía cerrar los hacía falta esa amistad serena, limpia con los pies desnudos se iban por la ojos y permanecer así durante largos de pasiones pero llena de ternura, en orilla del mar, a pleno sol, respirando minutos, viviendo intensamente, sinla que jamás una frase equívoca tormuy hon lo la brisa marina. Luego se tiendo también la tarde que no veía.
ció el recto y mplio camino de aquesentaban en las rocas, y Marietta, en Después regresaban, despacio, colla rara amistad. Ideales, ideas, comsu incesante charla, decía alborozada: gidos de la mano, ella haciendo un prensión, y la suave y dulce alegría Hoy el mar está lleno de peces. esfuerzo por seguir su charla alocada: de estar juntos los unía. El amor¡Cómo brillan plateados al reflejo del Viene un jinete por el puente, y pasión no los envolvía en su rojo sol. Dan ganas de cogerlos con las a lo mejor se van a caer jinete y manos!
puente juntos. No. Logró pasarlo. IPrueba a hacerlo. contestaba pero el puente se tambalea como una él riendo.
hamaca!
El traje hace al CABALLERO Pero Marietta no se movía, y se así pasaba el tiempo. Marietta y lo caracteriza.
quedaba callada, callada, sumida en pudo comprender que ahora sí era la SASTRERIA profunda meditación. Su compañero feliz. Sentía que su vida tenía un acaso se daba cuenta de sus pensa por qué, y no anhelaba ya más, coLA COLOMBIANA mientos, y no la interrumpía; se limi mo no fuera el disfrute de aquella de FRANCISCO GOMEZ e HIJO taba algunas veces a cogerle las ma serena amistad que se deslizaba mannos. Una vez, acariciando suavemente samente al lado de su amigo. Pero le hace el traje en pagos semanales los dedos de Marietta, le dijo: o mensuales o al coatado. Acaba de no podía evitar que se llenaran de recibir un surtido de casitaires en to ¿Ya no te pintas las uñas? lágrimas los ojos all recordar que dos los colores, y cuenta con operaElla se miró las manos, tan largas cuando ella le preguntó una vez, harios competentes para la confección y pálidas. En efecto, ya no se pintaba cía ya muchas primaveras: de sus trajes.
las uñas, que antes llevaba de vivo. Qué soy para ti. él le había color rojo. Una vez le había manifes respondido, en un extraño presentiESPECIALIDAD tado él su disgusto por esa costumbre, miento, mientras miraba a lo lejos, EN TRAJES DE ETIQUETA y ella la había suprimido, como una como entreviendo el futuro: Tel. 3283 Sur Chelles hoja marchita de su rosal. Tú eres la luz de mis ojos.
Paseo de los Estudiantes Sentía Marietta, en esos ratos de Ahora él estaba ciego, y ella era, Sucursal en Cartago: compañerismo, una tremenda rebelión efectivamente. la luz de sus ojos. 50 vs, al Norte del Teatro Apolo. contra el destino. Cómo era posible que hubiese sucedido aquello. Por Cartago, Costa Rica, julio de 1946.
30 vs. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica