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44 REPERTORIO AMERICANO SALVE ROOSEVELT. En el Rep. Amer. Salve Roosevelt, ciclope de las empresas grandes!
ellas que te invocaron también se estremecieron Salve, señor que fuiste con el huracán de hierro que abrieron los comandos; el venturoso hombre tierras donde la vida los nazis destruyeron más grande de todos los tiempos a quien para verlo se empinan los sin conmiseración. Alpes y los Andes tierras, lejanas tierras que el sol. calienta igual No cabe en el orbe entero tu gigantesco nombre!
así sean holandeses, italianos o belgas, noruegos o normandos; Miguel Angel no hubiera encontrado mármol suficiente para tierras que en Ti encontraron ayuda y salvación inmortalizarte! porque Tú, padre Roosevelt, soñador inmortal, Moisés de las Américas que es como decir conductor de naciones! clave del gran arcano donde gestan las guerras, Franklin Delano Roosevelt, decidme. qué te hiciste?
con los hombres de acero que en asocio de Churchill les habías Tu pasta era de dioses. No podías ausentarte. mandado no podías dejar solos en el ring tus campeones!
la avalancha de la Horda valientes resistieron.
Sebastopol te aclama, te aclama Leningrado, Moscú también te acla ma y reclaman tu presencia. Muertos de Leningrado y de Sebastopol: alora os levantastris y os encontráis erguidos: El cielo truena y llora. No prolongues tu ausencia.
vosotros que a mansalva un dia fuisteis heridos!
Los vientos trastornados se tornan huracanes.
Una lágrima heroica en cada rostro yerto, Los mares se abren como vorágines y muestrant en el fondo enlutado y los ojos alzados como enigmas al cielo!
de swásticas, barcos y submarinos nazis.
De vuestras bocas mustias se escapa una plegaria Mago de las tormentas y del tayd incrustado y al reros. oh valientes, llorando sin consuelo en tantos cascos de muerte!
porque Delano Roosevelt ya hoy se encuentra muerto, Oh señor del ensueño, de la fe y del ideal os vuelve a vuestras tumbas la estepa solitaria.
que forjaste en tus luchas con sentido cabal la admirable sintaxis Rusia, la grande Rusia como un inmensa luna!
de un idioma de amor.
Rusia es el gran crisol Pide el mundo que vuelvas. Tu misión es más fuerte y como ese no tuvo jamás nación alguna!
que su propio dolor.
Crisol donde se funde la gloria del futuro Hay tal desolación y pena en el mundo ahord que será más brillante y más pura que el sol!
que no se sabe si es que en la selva hay luchas de titanes Cómo fuisteis, oh rusos, cruelmente perseguidos o que un gran cataclismo está incubando la hora.
cuando menos teníais el porvenir seguro, Las naciones que atentas te seguían en el mundo pero tal como Ulises Mentor de aquel instanteno verán más tu indice, oh estadista fecundo!
Franklin Delano Roosevelt con las alas de Palas voló por todas partes Itálicos de otrora: Garibaldi, Mazzini: y sin perder una sola, ganó cada batalla.
glorias, reliquias sacras que no empañó el desdoro: Cubrieron sus blancas alas vosotros que sois un punto en la historia del mundo los áureos estandartes, saltsteis del sepulcro para mitar a Roosevelt las lluvias de metralla, limpiando el horizonte de vuestra patria, cuando, los roncos bombarderos, los enormes cañones y los tanques de guerra la Italia bella y grande que enlutó Mussolini que fabricó Norte América para salvar la tierra!
hundida en el abismo se burló del decoro.
Grecia se puso en guardia. Su jefe: Agamenón.
Oh gentil Mister Roosevelt: santo, apóstol y hermano: No pudo Mussolini. Se estremeció iracundo te llora la fragancia ahogándose en su rabia porque él creyó que había de los campos de Francia, repetido la fácil victoria de Etiopía.
y te llora la cruz La Grecia de otros tiempos: su templo el Partenón; de cada valiente norteamericano la Grecia de Licurgo, la de Apeles y Fidias; que se embriago en la luz su arteria siempre viva, las agus del lliso.
que brinda el heroísmo donde su sed apagan los dioses en las lidias; defendiendo la democracia con valor y optimismo.
su simbolo más alto: el inmortal Homero!
Cruces blancas de héroes que amamantó la ubre de la gran Norte Grecia, copa breve de ónix se deshizo América!
al impetu salvaje de la Alemania Nazi.
En una gesta homérica esmaltaron de margaritas con sencilla arrogancia Creta, la Isla bella nimbada de leyenda vastos campos de Europa.
donde aprendiara Jonia a ornar de luz y olivos cada conquista heroica, cada empresa estupenda!
Timón de las naves seguras y de los seguros rumbos!
Lecho de los atlantes que hoy dormitan cautivos gigantesco centauro que estremece los astros y estremece la tierra si entre el mármol y el bronce de una edad milenaria. vuela o si galopa!
Creta, la augusta Cretu: también caiste agobiada Rosa náutica en los océanos de la idea!
por el peso glorioso de tu blanca estatuaria Trazador de las rutas que conducen a la gloria!
rota de un solo tajo por una infame espada!
Nunca se te vió dando tumbos Creta, que un dia acogieras sonriente a Tutancamen!
ni te preocupó solamente la aldea, Tú contemplaste a Rooseult también en tu agonía; ni pensaste en circunscribir tu patria a una mezquina historia.
Tú le viste su eterna sonrisa de hidalguía, Fuiste noble en la grandeza de tu serenidad!
Tú lo viste y lo oiste cuando en las carucolas Fuiste el verbo más puro con que habló la emoción.
de los siglos ya idos Te tuvo miedo el rayo; te obedeció la tormenta, recogieron las olas los linajes más altos te vieron con admiración su voz de gran profeta, y al saber que partiste, más tu fama se aumenta!
y si caiste, esos siglos, erguidos En tu cerebro montaña vieron planeando a Roosevelt la libertad de Creta!
hubo un sol siempre claro: tu claro pensamiento, si no lo digan Churchill, de Gaulle y Stalin, Dunquerque es una tumba con alma: la tristeza.
que lo diga la bien dirigida campaña Noruega, Holanda, Bélgica, donde el comando exhibe sus técnicos para librar a Grecia, a Luxemburgo, a Francia, a Italia y a Noruega. intentos. a Bélgica y Holanda: y Bardie es la esperanza; es Dieppe un buen er sayo: Normeedia una países que soportaron el yugo de Berlin. promesa! pero que en un momento Vedlas: se han levantado: son nobles sus alientos; con tu auxilio, oh señor del oro y del acero. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica