322 REPERTORIO AMERICANO el sueño del Soldado Desconocido; y veo los mostachos estúpidos los ojos glaciales del que encarna a la Bestia pocalíptica profanar de insolencia la paz sepultural de tus Adalides.
31. vuelvo a escuchar el treno del profeta cogitabundo, la vos que parece vagar sin dueño en las oquedades desoladas de la noche: 32. quién te compararé, hija de Jerusalem. quién te igualaré y te consolaré, oh virgen de Sión? Porque grande es como el mar tu quebranto. quién te consolará?
33. Mas he aquí que después he visto la otra cara del martirio, el otro lado de tu infortunio, oh Francia; mas he aqui que he visto el reverso de tu agonia.
34. Has dejado que en la noche desolada Jeremias fiara al viento sus lúgubres lamentaciones; pero tú no dormias ni llorabas. Tu vigilia engendraba aureolas, torcía látigos, preparaba tosigos en la enterrada con fabulación.
35. El oprobio que sofocaba tu corazón; el quebranto que tu ánima escindia; la amargura y la cenisa de tu boca; las lágrimas de tus niños y el silencio de tus muertos; y el hambre y la sed, el insomnio y el duelo cantaban en tus hijos marsellesas de desquite y represalia.
36. Mientras las bofetadas caían en la fas del maestro de escuela y el salivaso en la frente de los inválidos, forjabas, oh Lutecia, los venablos urentes del contracastigo.
37. Mientras los sayones hacían ludibrio del abuelo y befa de sus canas; en tanto que rompían con la airada castidad de las doncellas, urdías la trampa, preparabas el cepo, aguza bas la jabalina.
38. Mientras escarnecían los insolentes de la swástica la Cruz de Lorena y de portaban hombres como esclavos hacia los campos teutones de concentración, extendías los hilos de la conjuración y aplicabas el escarmiento a los infames traidores de tu sangre.
59. Mientras vehenes y más rehenes, limpios de culpa, iban al paredón a pagar el precio de tus contiendas tubterráneas, sublimaban tus hijos el espiritu de resistencia, santificaban el sabotaje.
40. Tu espiritu fué enriqueciéndose en la opresión; el patriotismo de tus hijos, acendrado y púgil, se fué adueñando de un caudal de fluidos que venían de tus mártires de todos los tiempos, como contribución sagrada de la Historia.
41. De la miseria y de la muerte, de los destinos mutilados y de la sangre caliente que iba mojando tu suelo en los suplicios cruentos decretados por tus verdugos, hiciste acopio de heroísmo, sacaste hidrógeno de esperanza, sales de voluntad, esencias de denuedo.
42. Fuiste, en fin, oh Francia, magnífica en la ruina y en el estrago, augusta en la derrota, excelsa en la humillación.
Libraste subyugada otra suerte de batallas más sutiles y estoicas, con genio latino y coraje sin igual.
45. mientras Jeremias apelaba sobre tus ruinas a la misericordia de Dios, tú librabas dia a dia, hora por hora tus proezas sigilosas, tus hazañas clandestinas, tus sacrificios silentes.
44. cuando llegó el día en que la empresa abnegada de tus patriotas tuvo por corona estelar la reconquista de Paris, metrópoli de la tierra, capital del mundo, en las lágrimas de Jeremias pudo verse al iris sonreir como si fuera el mensaje de un Dios reconciliado con Sión la rediviva.
45. Gloria, oh Francia, a tus patriotas anónimos, a tus héroes obscuros, a tus mártires sin nimbo. Gloria al altar de tus innumerables holocaustos, y al fuego en que encendiste los impetus de la revancha.
40. Gloria a tu sublime ejemplo, a la abnegación y al coraje de tus mujeres, a la intrepides imperturbable de tus cawdillos sin nombre, a tu tradición millonaria, a la fastuosa herencia que te hace digna de tus penates y te encumbra al nivel de tu pasado.
47. Gloria a las guillotinas que cercenarán las cabezas de los traidores de tu propia sangre, los colaboracionistas abyectos que, después de rotos tus grillos y quebradas tus cadenas, ya no podrán mirar al cielo que te cubre ni aspirar el aire que respiras.
48. Gloria, oh Francia, a la sabiduría que has sacado de tu dolor; a las enseñanzas que abrevaste en el manadero del fracaso; a la verdad que brilla y resplandece en el vértice de tus sagrados muertos.
49. Gloria al numen de tus guerreros; los que mantuvieron el vínculo con el mundo que se debate contra la insania arrolladora de los junkers; a la mistica de quienes mantuvieron en alto la pulcritud de tu nombre y la santidad de tus labaros; al impetu encendido de los videntes de tu destino.
50. Vuelva ya el gozo a tu corazón y la alegría a tus convites, oh atribuiuda tierra del heroismo; vuelvan los tañedores y las dansas, y cuando se te interrogue qué hora es, responde, oh rediviva Lutecia, responde por el reloj de sol de la sonrisa alada de tus mujeres: que es la hora de la libertad, la hora nueva de las alondras.
Alberto Velázquez Guatemala, 1945.
La manifestación más clara y siniestra del La nueva Francia contiene una exposición de sus conocicáncer moral de Francia, y de la degradamientos sobre la moral y los procederes de (De El Tiempo Bogotá 15 45. ción a que en muchos órdenes del espíritu la publicidad en tierras de Francia, antes había llegado ese eterno símbolo de una lancinante no llegó a producirles insupe de 1939.
noble raza y de una asombrosa cultura, fué rable sorpresa. La prensa de París y la Según él, como la prensa francesa vivía la prensa en todas sus variedades. El dia de los departamentos gozaba de las mayo asi enteramente de los anuncios, una sola rio, la hoja hebdomadaria, la revista men res libertades conocidas en Europa, para empresa, la Agencia Havas suministrasual, las publicaciones gráficas, aun los esa forma de la expresión del pensamiento. ba contratos de avisos, y no solamente esta órganos de asociaciones científicas, lite aunque la ley necesariamente había: se clase de contratos sino la generosidad en rarias o artisticas adolecian del vicic ne ñalado limitaciones, en defensa y garantia especie de gentes que necesitaban ser trafando de la venalidad, casi sin excepcio de la honra y buen nombre de las perso tada benévolamente. Los principales dianes. Por esto una de las más intensas y nas, la degradación del periodismo había rios, diez de ellos cuando más, recibían la mejor intencionadas preocupaciones del llegado a tal extremo en el concepto de mu parte del león, los demás, intrigaban y se heroico e imperturbable general De Gaulle chas gentes dignas que los individuos ata debatian para obtener la mejor porción.
en la obra de reconstruir a Francia rege cados en su honra raras veces acudían a la La patria, la familia, la dignidad pernerándola, ha sido la sanificación de la ley para defender su reputación ante las sonal, la honradez del comerciante, eran prensa francesa. Para quienes conocían a calumnias o injurias de los foliculares. valores computables, según la posibilidad fondo la historia y los métodos de ese Pertinax, hombre de prensa, menos co y el monto del logro obtenible. En 1909 cuarto poder en la tercera república el de nocido con su nombre y apellido de André Guillermo II, de histrionica memoria, presastre de 1940 con naberles causado dolor Géraud, acaba de publicar un libro que sentó al Reichstag un proyecto de ley so Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica