REPERTORIO AMERICANO 361 Poema a César Vallejo (Envío de Eres la noche, hermano, allá en tus sierras indias, la tremenda noche del aire enloquecido, con nieve, clamor y gamonales.
la noche americana, desolada, Porque tu rostro, César Vallejo, que baja desde el cielo con lluvias y candelas es el santo amuleto de tu pueblo e ilumina tu rostro de piedra milenaria. que anima la dulce cosecha de los campos, Tu conmovida frente pensativa, las lluvias enlazadas del trópico sombrio, herida con negros pedernales de los siglos, con truenos, relámpagos y amores desatados como el pecho morado del Cristo de los y vidas prematuras segadas por la fiebre.
indios, Por él, César Vallejo humano, asusta los grises conejos de la sierra, labradores de cobre envejecido a los trigales Floridos de Santiago descienden por riscos, colinas y montañas. e los niños que van a la escuela rural. con hijos fatigados en la espalda Porque tu rostro, César Vallejo, y fúrebres aullidos de zorros vagamundos mo con su cigarro azul entre los labios que apagan las estrellas y encienden los 38 y su lágrima caliente en las pestañas, colmillos regresó a las tristes montañas silenciosas de hambre y soledad César Vallejo donde el viento silba la vieja melodía del Ellos sienten tus voces en la niebla. Por Picasso)
olvido como blancas ciudades sumergidas en su bueso solitario de verdes soledades.
en el fondo del alma lacerada.
Un joven poeta de Venezuela hora hesa el sacro polvo que pisa el sufri Son los hombres obscuros de tu pueblo, miento, silenciosos campesinos de la altura, Entre la brillante juventud que en Ve el polvo caminante que mira los destinos con la coca de la muerte entre los dientes nezuela trabaja en los campos de la no y se esconde en el agua lejana de tu infancia construyendo sus falsos paraisos.
vela, la poesía, el cuento y el ensayo, el donde flota el gallo negro de tu escudo, Sor los mismos de ayer, César Vallejo, nombre de Oscar Rojas Jiménez es bien cruzado de navajas y agonía.
sembradores del tabaco y el maiz, conocido y mejor admirado. Estudiante Eres la noche, hermano, elevando sus cantos hasta el sol.
universitario, gran lector y por ello cin en tu sangre vital y apresurada Son los hombres colectivos de Amazonia celador de una cultura la sólida cul un árbol de suave fronda estremecida con el fuego y el águila en la frente, tura humanística y filosófica que debe con luna de amapola entre las hojas, fallecidos en brazos de la cruz.
tener todo poeta que se estime a sí mismo creció, interminable, por tus venas, Tú los miras con llanto contenido en su poesía Oscar Rojas Jiménez es de para ofrecer su luz a todos los que sueñan y los llamas con nombres familiares: libertad, sobre la tierra.
a los buenos hermanos de la tierra los jóvenes poetas venezolanos que como Vicente Gerbasi, Otto Sola, Olivares Los que vieron su sangre derramada que te dieron un nombre universal.
en la velluda piel de las alpacas Figueroa, Venegas Filardo, Aquiles Nay en la cobija roja de la feria, Oscar Rojas Jiménez.
zoa, Ney Himiob, José Miguel Ferrer, y otros, toman la poesía como la más pura fuerza del espíritu, y la usan, no Corro de Niñas bandería de pasiones personales, sino como alta expresión artística. Toda la poe(En el Rep. Amer. sía de este poeta de mi país se halla saturada de un exquisito lirismo, de un liLa tarde desmaya Los pobres guerrean rismo recio y elevado que va desde la flor su lus vesperal.
porque quieren pan!
hasta el bronce, del charco sangrante al Las niñas en corro Piden que los amen madero florecido en primavera; un poeta se han puesto a cantar la humanidad.
de tonos finos, de expresiones ajustadas a lo cabal de la poesía, la poesía que, bien No más guerras cruentas en la vieja plaza de la Catedral no más mortandad.
nacida, como dice Juan Ramón Jiménez, el canto más bello cabe en el poema como un niño en el vien¡En vuestra impudicia de la humanidad.
tre materno. No ha escapado tampoco el gobiernos, cesad.
poeta Rojas Jiménez a cantar a nuestra En vuestro dominio El parque sintiéndolas gran América, en sus paisajes, en sus parece vibrar dictador, parad.
hombres. por eso este hermoso poema al compás unísono Llorando las madres que dedica al gran poeta de Trilce nos del ritmo lustral.
sus hijos están.
lo presenta como un poeta de auténtica Unamos las manos Los hombres guerrean factura americanista, porque si América, pidiendo la paz porque quieren pan es una gran novela sin novelistas, según el decir de Luis Alberto Sánchez, para para que los vientos vuelen nuestro afán o porque la fuerza sus poetas es siempre un tema inagotable.
sobre ellos está Bienvenido a las páginas de este hospiy todas las niñas La tierra se eriala talario Repertorio Americano del Maeslas de aquí y de allá al fuego tenaz, tro García Monge, este hermoso poenia respondan al nuestro de Oscar Rojas Jiménez.
canto recental.
que deja asolados campos y ciudad Aquiles Certad ¡No más guerras cruentas para el sobresalto San José, abril de 1945.
no más mortandad.
y el hambre hospedar, como Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica