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REPERTORIO AMERICANO 111 breza que estamos cuaLetras e Ideas somos tan desdichados. Sabemos ESTAMPAS DE DOS TIEMPOS por un proverbio chino que la precipitación es vicio occidental y que la dicha está en el Por Víctor Lorz pasado muñana. Es posible. En punto a di. En el Rep. Amer. cha interior y a pesar de estar rodeados de El mundo era bien chiquitin antes del siglo ventanas. En esas aldeas, todo era aldea no: una infinidad de cachivaches útiles, xv: un rincón de Asia, una esquina de Africa y las personas y las costumbres, el pensar y el por debajo de la edad media. No cabe vivir, los deseos y las ambiciones, las almas dudarlo: la inconsciencia, eliminando cauun cacho de Europa. Total, un círculo de alguna leguas de radio alrededor del Mare y sus sueños.
sales de perturbación, es un elemento activo Nostrum, con Sin ideales, excepto el religioso. Sin cono de paz interior. El hombre de ayer tenía sosu Roma papal en medio a cimientos, excepto el de las cuatro o cinco guisa de ombligo divino, al que toda la crisbre el de hoy excelentes ventajas: desconocía nuestra neurastenia y nuestra tragedia de la tiandad convertida en Buda, necesidades primarias en que inscribía toda la orientaba sus vida. Sin medios de expresión, fuera de los mesa puesta.
miradas. En tamaño aproximado, un vigésimo cuarenta o cincuenta vocablos de los roman La picaresca nos descubre los trucos que de la realidad. Más allá de estos límites, por ces en formación, rudos y primitivos. Sin vida empleaba el hampa para sofocar la proel Norte y el Este la Tartaria y la Escitia. Al de relación, fuera de los encuentros fortuitos testa del estómago. Tampoco era difícil ir Sur, la Mauritania o Barbaria. Al Occidente, en la iglesia. Sini horizontes, fuera de las tres a los cotos del señor conde, en que abundadespués de Compostela el Finis Terrde; y deso cuatro leguas de andadura que se devoraban ban los conejos. en el peor de los casos, pués de las Columnas de Hércules, el Mare Tealrededor de la aldea.
todo se desvanecía ante la fe robusta y la nebrosum. al Oriente, después de los Santos Sin embargo, no se vaya a creer que todo visión de la otra vida. con una hoja de Lugares, las fabulosas Tierras de Gog y Maera modorra en aquellos días de aldeanismo y lechuga y un trago de agua bendita, aquel gog y del Preste Juan de las Indias. Más allá de sancta simplicitas. Había mucha savia bienaventurado mortal dominaba por de esto, todo era Terra Incógnita. Qué ese animal, siendo la vida un equilibrio de fa renta y ocho horas cualquier revolución de lo que se ocultaba bajo estos nombres tremecultades, y no jugando apena entonces las las tripas.
mebundos que ponían; pavor en los oídos de potencias intelectuales o superiores, el cen No; no tenía valor el tiempo. Cualquier la época? Nadie lo sabía. Ni el judío navarro tro de gravedad se desplazaba hacia las infe varón se daba por satisfecho, si no hacia Benjamín de Tudela, ni Marco Polo, los dos riores o animales. Es una ley que no falla. Ni otra cosa en su vida que una visita a Jerumás célebres geógrafos y viajeros de los siglos en el palenque del indio ni en el centro de la salén o al sepulcro de Santiago. Fuera el xii y xm que habían rondado aquellas fronQuinta Avenida. El hombre de antaño era cuerpo del apóstol lo que se adoraba en teras. Nadie tenía una idea ni aproximada del pobre de riqueza intelectual y el exceso de su Compostela (como quiere la fe) o el del valor y de la figura de la tierra.
sabia animal se desplazaba hacia los impe grans heresiarca y gnóstico español Pris.
Mejor que la figura circular que dije arri rativos del orden físico. Como a estos impera ciliano, gloria de la heterodoxia y de Galiba, el mundo medieval tenía una figura elíp tivos, la sabiduría de la época los llamó cia (como quiere la crítical fina. es un tica alargada. En los extremos del eje mayor pecados, los llamaré yo también así aun hecho considerable que, desde el últinio Jerusalén y Santiago de Compostela; y en que no sean pecados. Quiere esto decir que se rincón de la Germania o la Auvernia, el uno de los focos de la elipse, Roma. Los tu.
pecaba fuerte, y aun puede decirse que se peregrino iba a Compostela, guiado por la ristas de la época, el monje, el peregrino y pecaba más a gusto, porque se pecaba a hur Via Láctea o Camino de Santiago. Lo treel cruzado, sólo se movían en una de las tres tadillas, andándose a salto de mata tras la mendo del viaje que hoy haría temblar al direcciones en cumplimiento de algún voto. fémina que era entonces la música prohibida, más osado, no asustaba al romero clásico de También los reyes y los condes en demanda el pecado en sí; y con esta salsa picante se xde. ayer. Con una esclavina de conchas, un borde perdón por alguna barbaridad. Dentro de rezaba más a gusto el pecar. Cómo ignorar dón viajero, una calabaza vinatera y un zula elipse cristiana, todos vivían mirando al que la salsa más sabrosa es la prohibición?
rrón pastor a la espalda, podía lanzarse a la cielo teológico, sumidos en el nirvana de una dijo Dios a Adán: De los frutos de todos conquista del mundo sin tener un maravedí.
inconsciencia mental que les hacía pasar por estos árboles comerás; pero de éste no comerás Un peregrino que supiera su oficio, tenía que el mundo casi sin mirarlo, desviendo la tieporque morirás. Qué tontico era Jehová! volver rico de su viaje. No matando moros, 11a; una tierra que ya no era para ellos la mad:e Pero era el dios de los principios del mundo; sino escurriéndose sabiamente en las bolsas eterna sino la posada del peregrino. Ninguna luz y dios párvulo al fin, su testa divina no ha. cristianas. La aldea medieval estaba llena de real proyectaban sobre este mundo los do bía acumulado aún bastante experiencia so monjes y de hidalgos. Teología e hidalguía mines de la teología, ya que esta misma no bre la malicia del bicho que acababa de crear. fueron el sarampión de la época. El hidalera sino una coleción de sueños sacerdotales, ¡claro! se equivoco. Hoy, más maduro y guillo creó una filosofía de la vagancia como o mejor, la suma de los dolores de cabeza de mejor psicólogo, ya no prohibe nada. Deja el domine creó otra filosofia de la mendicidad.
los sacerdotes, escritos en papel, y dados a hacer como cualquier tendero de Mán El hidalguillo razonaba: El trabajo, según la los pueblos de orden del rey, para que tamchester. Por ejemplo. a qué seguir prohi Biblia, es una maldición. Ergo: no se debe bién a ellos les doliera la cabeza. Un mundo biendo libros, cuando los libros probibidos trabajar. La única actitud digna es una huelga así, tenía que ser silencioso, sin ruidos. Si son los que más se leen porque son los me de brazos caídos. El hijo de algo no debe algún ruido armaban las escuelas con sus si jores? Digo pues, que se pecaba fuerte en mancillar su calidad de hombre de pro con logismos en Bárbara y. Celarent era contrapeaquellos días de modorra teológica. Pero se los atributos de la plebeyez. El hombre de pro sado por el magister dixit, o por el Roma le quitaba virulencia al pecado con esencias está más alto y más allá del trabajo vil, y que locuta est, o por el Dios lo quidre, que opeescriturarias o con cataplasmas calientes de por ser vil es oficio de villanos.
raban a modo de sordina y en que se cocia piedad. se atenuaba su gravedad con la Vino luego el teólogo y le hizo la barba al y ahogaba toda protesta.
sabiduría casuista que se sacaban los docto hidalgo. El mendigares de derecho divino. fuera de las escuelas, nuestras abuelas res de la manga siempre ancha y siempre co. Las aves del cielo y los lirios del campo, son hilaban al amor de los pucheros y nuestros moda de su doctrina. el último caso, a alabados por Jesús por eso: por no hacer abuelos cavaban de sol sol en los latifun.
Roma por todo, como reza el refrán. con nada. La causa de la caridad estaría perdida dios del señor conde. En tanto que las mu.
unos quanti cuatrini o una peregrinación a si se prohibiera pedir limosna. El vago de chachas en flor cubiertas las cabezas con neSantiago se rescatabat el pecado y. a San derecho divino, estaba creado. El pedigüeño gras tocas, acultos los senos bajo amplios tiago otra vez!
de derecho evangélico, estaba creado. Crecían pliegues y desdibujadas las divinas formas los vagos, se multiplicaban los mendigos. Pecon largas faldas que barrían el suelo, iban El tiempo no contaba en aquella edad. Se ro florecía la caridad! Un historiador (Colde la casa a la misa y de la misa a la casa vivía sin prisas. Todos eran riquísimos de meiro) dice: La fama de la caridad en Cascon los ojos bajos, sin hacerle un guiño a la tiempo y lo derrochaban pródigamente. Hoy tilla fué tal que, muchos nobles franceses y alegria que pasaba y ocultando a los miroestamos bajo el signo contrario: la prisa nos alemanes prometían en dote a sus hijas lo que nes la última pulgada del peccatum. No había Letreros y cuadernos nos advierten ganaran en un viaje de ida y vuelta a Com.
alumbrado público, no había vida social, no economizar tiempo, administrar los minutos postela. El gnóstico Prisciliano saltaría asom.
había teatros, no había libros. Aldeas con con cuentagotas. Nuestra civilización apresu brado en su tumba ante los milagros de la fe.
casucas ni mayores ni mejores que las de los rada está muy pobre de ese precioso elemento Hoy tenemos otra concepción de la vida: salvajes. La calle pública era el excusado pú.
y hasta enferma de su escasez. Apenas nos la mendicidad es una vergüenza; el trabajo es blico, y era el vertedero de las exoneracioalcanza el tiempo para el time money, pero santo. Es que ya, ni el monje, ni el peregrino, nes que le caían al peaton nocturno desde las no da para más. Será quizás por esta po ni el cruzado son exponentes de nuestra época mata. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica