REPERTORIO AMERICANO 211 las cuerdas dolientes de su lira de oro.
Amor alma, Gustavo ¡qué poetaBeba cervera SELECTA Este verso solamente el timo constituye ya todo un vuelco en el decir poético castellano, un salto elástico a las modernas formas ¿Quién otro, antes del 85, así escribe? Rubén Darío, veinte años después, dirá en Cantos de Vida y Esperanza Néctar, Anfora, qué dulzura amable. ¡Carne, celeste carne de mujer! Arcilla dijo Hugo; Ambrosia más bien joh ma(ravilla!
De malta y lúpulo. as tuve Si la historia, pues, de la literatura hispanoamericana no lo ha nombrado en el movimiento de reforma, tiene, en justicia, que 112marlo precursor Que fué guía del adolescente y del joven Darío, y aguijón y quien le abre los ojos a la Entiendo que nos hallamos delante de un dos de ciencias; y a juicio de notables inteinueva luz, el propio Rubén lo proclama. He descubrimiento, del desentierro, mejor, de un gencias, merecen altos elogios por lo excelenido a su Autobiografia. En ella dice: título legitimo, que muestra la influencia de tes. La edición hecha en la imprenta de Dr.
la inquietud adelantada de Francisco Antonio Sagrini es buena, y los muchos grabados del Fué con Gavidia, la primera vez que esGavidia y sus realizaciones poéticas en el a ma libro, de primera clase.
en aquella tierra salvadoreña, con afiebrada del nicaragüense. No puede dejar Ahora una agradable noticia Federico Proaquien penetro en iniciación ferviente en la de señalarse esto como hecho en la historia ño, el atildado escritor ecuatoriano que reside armoniosa floresta de Victor Hugo; y de del modernismo en nuestra América en San Salvador, y de quien escribió Juan Mon la lectura mutua de los alejandrinos del No росо de lo que en esta revista de libros talvo, que lo habían confundido con él quizá gran francés, que Gavidia, el primero se dice Darío del autor salvadoreño, repite en por lo galano de la frase. don Federico ha dado guramente ensayan en castellano a la ma verso, en su Salutación a Poetas: Francisco a luz su Colección de articulos, que no valen nera francesa, surgió en mí la idea de reno Gavidia, si se comparan los textos cuatro reales como él dice, sino como digo yo, vación métrica, que debía ampliar y realizar Sirvan el encuentro de estas impresiones li millones; porque las perlas y las piedras premás tarde.
terarias de juventud del gran panida y el re ciosas, se valoran así. Puro en la forma como cuerdo suyo de Gavidia que copiamos, para no hay otro en Centro América. con perdón de Un año después de la muerte de Darío, Ven refrescar los ilustres laureles, tintos Ya en la Enrique Guzmán. es agudo en el fondo; y son tura García Calderón, al historiar la inicia postrera luz, de quien fuera su amigo y primer sus autores favoritos, Baralt el tiránico, su ción poética de Rubén en su nota Los Primeros Capitán en la cruzada de libertad de la poética amigo Don Juan el de los Siete Tratados y Ru.
Versos de Rubén Darío, publicada en la Re castellana, y emprender también, de inmedia fino Cuervo, el primer filólogo americano.
vue Hispanique, Tomo XL, 1917, no hace re to, un estudio cercano de su obra, tan curiosa. Proaño se ha ejercitado en el género ligero; sus ferencia alguna a esa comunión de los dos poe mente ignorada en la república literaria de artículos vein sobre el hombro a los de Pedro tas en las letras.
América Antonio de Alarcón; y no sé si es Académico correspondiente de la Española, pero si mal no recuerdo no le gustaría serlo. Dios libre a un prójimo, reo de les a literatura, de caer en maRevista literaria de Centro América nos de Don Federico, porque no volverá a comer pan a manteles. Es su crítica, roedora; Sr. don los versos que Lainfiesta hacía antaño, que lo se entretiene en martirizar al cuitado la quien Francisco de la Fuente Ruiz: de ahora. Esta es una simple opinión, que nada critica, jugando con como el gato con el rava e por cierto. En suma, Lainfiesta entre tón: lo mata a pellizcos. Cosa que nos engrie Buena cosecha de libros hemos tenido en las los poetas de Guatemala, no es nervioso y pua los centroamericanos, es que a nuestras placinco Repúblicas por este tiempo. Me ocuparé lido como Manuel Valle, ni espiritual e insyas llegueu hombres de verdadero mérito, con de las que a mi juicio crea más interesantes.
pirado como Alberto Mencos, ni juguetón y udha frecuencia. Federico Proaño, gloria del fácil como Salvador Barrutia; pero con algo de Ecuador; Valero Pujol, escritor notabilísimo En Guatemala ha publicado el Ministro Laintodos, tiene su puesto en nuestro parnaso cen de España; Nicolás González, aventajado fiesta una colección de versos. Lo que quiere troamericano; es aplaudido, y como me dice mi poeta ecuatoriano; de la península también decir, según las doctrinas de Samuel Smiles, amigo el venerable poeta Antonino Aragón: Juan Ferraz, literato y poeta que vive en que el sitial de un Ministerio no ahuyenta a las tiene en sus versos la frescura de la juven Costa Rica; don José Leonard, escritor polaco musas. Yo he leído prosas de Ministros, cuatud, la inspiración de sus primeros años de quien don Ventura Ruiz Aguilera dice mujadas de gazafatones y de adjetivos, es decir, Otrosí, la edición del libro de Lainfiesta, es chas alabanzas en uno de sus libros, reside pésimas; también he leído páginas de nuestro lujesísima, hecha en la imprenta El Progreen San Salvador; y otros y otros llenos de pren diplomático Ayón, que bien pudieran interca SO. propiedad del poeta.
das y dignos de aprecio (1) Pero volvamos larse en las obras de Lafuente por lo donosas a los libros. El gran poeta Gavidi, acaba de pu y en las de Mariana por lo pulcras.
Pasemos al Salvador. Esta República, fe blicar sus poesías con el modesto titulo con que he visto más en nuestra lilegatura oficial: cunda en ingenios y quizás la más adelantada Acuña bautizó las suyas: Versos. Dice Roversos de Usías que no valen. un pito; mas de todas las de Centro América en materias de mán Mayorga (y yo digo lo mismo. que Frantambién, estrofas galanas y sentidas como las producción intelectual, ha agregado a su lar cisco Antonio Gavidia es nuestro primer vate de Fernando Cruz y Francisco Lainfiesta. Sin ga lista bibliográfica, magníficas obras. Son contemporáneo. Al par de su mérito se eleva embargo, yo estoy con aquellos que aconseja las primeras las del sabio Dr. Chacón, de quien su modestia. Tiene diecinueve años. Núñez ban, en España, a Núñez de Arce, la vez de dijo Torres Caicedo que pocos como aquél ha de Arce lo propuso como miembro corresponmarras, que no estuviese agarrando a una las bría en la América Latina; y a quien Flamma diente de la Academia Real de la Lengua; le riendas del Gobierno y las crines del Pegaso. rión calificó honrosamente para éj y para su Lainfiesta (para mi) tiene en algunas de sus patria salvadoreña Las obras del doctor Cha. 1) En Nicaragua tenemos pocos que valen poesías cierto tinte de prosalismo hallado por él. cón se han publicado póstumas. La muerte por muchos: Ricardo Contreras, mexicaquizá cuando las tímidas hijas de Helicono no sorprendió al infatigable y laborioso anciano no, y cuyos escritos pueden figurar en osan acercarse a los regios salones del alcázar en sus tareas; y no pudo ver finalizados sus cualquiera parte del mundo; Ubago, eduministerial. Dígolo esto, porque más me placen trabajos el ilustre maestro. Sus libros son to cacionista español, y algún otro más Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica