Democracy

REPERTORIO AMERICANO 309 su nótona, en el aire de la montaña arran mas. toman, como Proteo, todas las for noches de estrellas, el romance campecada al sueño. Pero su mayor densidad mas: unas veces son las beatas del lugar que sino, el arado, la yunta, el río que se emotiva, no se lafirma únicamente en el cuando la lluvia detiene por un rato su percrece, el perro faldero, el mugir de las poder descriptivo o de evocación del am petua calida. acuden con su pasito rápide, vacas, la gleba, son simples testigos de biente físico a 2500 metros. sino que pasito de cabeza cubierta, de cabeza in que la intriga es la más constante y la enraiza también en el contingente huma clinada, de toalla negra, de párpados con más uns de las dedicaciones del pueno, propietario de un lenguaje cuyas pa vision lateral, que en el amanecer les da blo, que solamente desea ver hundirse labras no están en el diccionario acadé el aspecto de fantasmas atareados. o son al vecino: mico sino en la vida, en las ventas y en las mujeres del pueblo, de las que casi ninlos caminos. Por eso los personajes misLa sensualidad juega uno de los paguna se libra del noble calificativo de peles más importantes y casi ninguna mos, que asombran por sus caracteres de puta. o que como Petra, Tina y Dulcegenerativos, su impulsividad e insensibili lina, hermanas, incestuosas y rivales en el mujer, casi ninguna, se libra del noble aalificativo de puta.
dad, no inspiran repulsa, ni alarman por vicio. mujeres desprovistas de todo, mela carencia de toda moral en sus acciones. nos de sexo, recuerdan en la crudeza del Tal despierta el alba en San Luis de Se les siente vivir simplemente. Ni siquie cuadro que el dolor y la miseria son siemlos Jaules, que se roza con las nubes, ra nos inspiran odio o desprecio. es por pre escuela de abyección y que las clases de templo construído por tanto sacrificio de los fieles que le han dado una que su fuerza, su tragedia, su caída, su sociales oprimidas toman, como represamisma bestialidad, son la fuerza, la tra lias contra las clases dirigentes despóticas gran casa a Dios, al Dios que perdona, pero que viven en unos ranchos misegedia y la bestialidad de aquellos campesi y ciegas, el camino hacia abajo, como el rables como guaridas de lobeznos emnos nuestro pueblo abandonados a enfermo que se lescapa a la presión, hostitriste destino. Tienen por eso la potencia lidad e indiferencia de sus parientes, por palados.
oscura de la tierra; son como acusaciones la vía de la neurosis.
Si Max Jiménez emplease ese mismo vivientes, testigos irrecusables de nuestro estilo en describir, cambiando el lenguaje atraso, pues que viven atados a un manojo Para muchos lectores los cuadros traza rudo por el de nuestras clases ricas, a la de instintas y sin frenos morales que dos por Max Jiménez en El Jaul podrán alta sociedad costarricense, encontraría que atemperen los impulsos de sus pasiones y parecerles demasiado rudos, pues nos he hay equivalentes humanos, de una semede sus apetitos, que exacerba el alcohol y mos acostumbrado a la figura de nuestro janza que asombra, en todas las jerarrecalienta la lujuria.
concho esbozada por Aquileo, de modo que quias sociales. es porque talles escenas esa les la mayor prestancia dramática aquellos contrastes de pasiones. aquel chovipifican un estado general del ánimo en del relato. Surgen allí los hombres de que tumultuoso de los instintos, el tropel nuestra democracia: la sorda lucha de la nuestro campo duro, pero no en la exaltarasante de la animalidad, que se desbor intriga, la sensualidad enmascarada, pero ción lírica del convencional cantor de nuesda en elalcohol o en el crimen, nos pare no por enmascarada menos brutal; las patros campesinos, o a la manera literaria y cen inverosimiles, exagerados por una siones del juego y del alcohol apenas recupoética de Aquilleo Echeverría, sino como tinta de odio y de desprecio. es que biertas por un barniz de decencia y pulencarnación o trasunto de una realidad siempre surge, en lo que toca a la verda critud, y vería surgir de los estratos ariscruel, Ique sangra y que corroe; se trata dera naturaleza de nuestro pueblo de la tocráticos, disfrazados y arropados con los de hombres de nuestro campo duro, de briegos, la idea gasmoña de que sigue mismos sentimientos de negación y muerte, hombres como los hijos de ñor Santiago, siendo sencillo como lo pinta el Him a idénticos tipos humanos, que reproducinacidos de las cópulas con su mujer no. Pero la verdad es que nuestro cam rían fielmente, tras la blanca camisa y la huesos vivientes que picaban leña y traían pesino también participa de la corrupción americana, a Chunguero, a Nor Santiago, agua del fondo del cerro en donde está el que hoy ataca, como una tiña contagiosa, a Jeremiar, a el Mosco, a Tortas, y tendría rio. hijos de la unión de gentes con a todas las clases sociales del país. No de que reconocer que todos tienes el mismo alor a tierra húmeda y ramas desgaja hemos olvidar que es cierta la ley del doble linaje moral.
das, al almizcle de los animales que hu frenesí, de Bergson, y que en lo social, De ahí la importancia del contraste con yen y que declaran su camino a los pe como en los misterios de la creación, como los conchos de Aquileo Echeverría. Arros. en fin, gentes de vida en cuatro es arriba es abajo. Max Jiménez tiene a quellos eran fruto del ingenio benévolo de tarros, que bajan leche a la ciudad y su la manera de Erskine en Tobacco Road, quien fuera un eterno romántico, bohemio ben guaro.
esa franqueza brutal, sin límite: la morimpenitente en aquella sociedad de fin de Las mujeres esas dolientes mujeru diente veracidad de aquellos que han pesiglo, cuando aún nuestro campesino cocas, compañeras de fidelidad y resisten netrado en las moradas sin luz, en las que mía. Son, por eso, entes de razón, más cia aterradoras. tienen igualmente drahabita la carroña humana, la miseria canmáticos perfiles, son como espectros que tada por Lautremont; y en donde toda que seres vivientes. Pintorescos, poéticos si emergen de sus misérrimas existencias incomodidad tiene su asiento y se incuse quiere, pero irreales. Los campesinos de la pavorosa miseria criolla, de que hablara ban los vicios atroces o los inmundos conMax Jiménez llevan en la sangre cuarenta años más de democracia costarricense; Gabriela Mistral traspasadas por un dolor cubinatos. es que el escritor siente o presentan el estrago del alcohol a través sin voz, anegadas por un llanto sin lágri ventea toda esa tragedia oculta tras la de generaciones, del alcohol de chirrite, tranquilidad del pueblo. que es la más del que se destila a escondidas, que lleva completa de las farsas. y hace el corte olores de fermento y cacina las garganACADEMIA longitudinal que va de abajo hacia arritas. ostentan los estigmas morales de un ba, de modo que surjan a la vista la podre pueblo que ha visto el descenso vertiginoso dumbre y la corrupción de todo el conjun de la moral pública en bancarrota, rende to social. Por eso resultan como acusacioPintura, Acuarela, Dibujo y Grabado nes colectivas que nos alcanzan a todos sin queante y en andrajos; que tienen en el para el curso de 1945 robo, en el merodeo, en la mala fe, todo excepción, estas palabras que condensan no un sistema de nivelación contra las injus Pida detalles a sólo el paisaje y la sintesis sicológica del ticias de las clases sociales que los explodrama local de San Luis de los Jaules, sino Don Manuel Cano de Castro de la sociedad costarricense entera: tan; que carecen de ejemplos que les sirApartado 382, en San José van de freno y que por lo mismo prac El templo y las casitas bajo la llu tican la delación por placer y que han Teléfono 2247 via, los árboles que albergan el canto construído un culto a la venganza, cuan.
triste de los pájaros, las auroras, las to más ruin y cobarde, más paladeable y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica