REPERTORIO AMERICANO 85 no es ser los cuatro vientos. Había frente a la casu. Pos. la verda, algo recogía. con cariño, como cuando estaba vivo. Ya cha donde vivía una sabanetilla acogedora. Qué las hizo. en qué las gastó? verás que no es pa tanto. Espera que te que hacía muchos años lo estaba invitando Naide lo sabe. Pa un quincillo que se metia salga la luz y después me contás.
a tenderse en ella, a perecear y a dormir. una vez quiolia mirá que es viejo dicho esto, sonaron en el reloj de la El momento había llegado. Qué gusto recogía su buena bucha a! Pues hombre, iglesia las diez de la noche, hora en que más grande. Tumbado boca arriba se pasa si no gastaba en nada la guardo; y si cerraban la taquilla. Mosca se despidió; ba las horas contemplando como se deshanaide la enccntiao, pues está enterrada; y el taquillero puso candados a las puertas cían, y formaban mil figurillas, las nubes si está enterrada es ta borija Qué ni y espantó a Nanguito para su casa.
que el viento iba diluyendo. No lo hacía enredo!
En el alma del pobre infeliz habíase por el placer de la ensoñación, no; todo su Usté cré eso. pracuntó Nanguito desarrollado como un cáncer, la codicia de empeño se cifraba en no hacer nada, no No bía dle crelo, honabre. y cons.
tener dinero para disfrutar de mujeres no pensar en nada, ni meterse con nadie.
hermosas le, que no siendo ya por la ambición de de muy buena familia, como le Fl trabajo le era desconocido; y como tenía segura la comida, ni en eso se dignaba ñor Porras no siga quemándose en las lahacese rico, hay que sacar esa plata pa que dijo su amigo. desde esa noche no pudo volver a pepensar. Todo se resolvía esperando a que mas del purgatorio. Hay que ver lo que gar los ojos; desde ese día, no volvió a su madre volviese de su gira limosnera y sufie cualquier carambas que deja plata salir de su casa. Se pasaba aguzando el le trajese unas sobras envueltas en periódi cuterrada! No creas; cualesquier noche de oído y trataba de interpretar los menores cos viejos. Comía hasta eructar y lo que estas podés ver una lucecita amarilla. coruidos, los más insignificantes reflejos de le quedaba, se lo daban a la chanchilla.
Una vez harto se incorporaba sin darle las mo de linterna. y oyis que te llaman luz. Muchas veces confundió la intermitencia luminosa de una simple candelilla gracias a la vieja y se iba para la taquilla por tu nombre. No te vayas a asustar. Es con el ánima del finado Pincho Perras.
inmunda, tan odiada por ña Cacharpas.
el ánima de tu tata que se quiere hablar El tal Mosca era un sujeto malo hasta los para endicarte óde enterró la botija Na Cacharpas no cesaba de protestar y tuétanos como decía la vieja. Se comNo sería de estrañar que juera hry. u de recomendarle que se juera a volar pala placía en embriagar al muchacho para comañana. quién sabe. Sabés quiénes en lugar de estar haciendo huecos en las gerlo de mona; le contaba cuentos de es se dan cuenta deseguida de la presencia de paredes de la vivienda y poniéndola en pantos y aparecidos, de aventuras con el los hermanos. los animales. Excs ties peligro de caerse; pero no conseguía sino cadejos y la cegua y sobre todo, se exci nen ese previlegio; y todavía tu mama sacarle una risilla burlona y despectiva taba impúdicamente cuando le referia lan tiene la chanchilla en el cerco que se le iba de medio lado. Cualquiera ces amorosos, pintados con detalles vivos nada raro que la chancha lo vea. iba a volar pala. pudiéndose hacer rico en los que él había sido el hombre de mu La chancha, sí está respondió el con sólo dar con el escondite de la botija!
chas mujeres de buena familia. muchacho mientras abría y cerraba los ojos Qué importaba que la casilla se fuera al. Claro. le decía, Mosca pa al compás de los gestos de Mosca; estira suelo, si de todos modos, con sólo empuafortunao en amores no sólo hacen falta ba la jeta, contraía los dedos jarla podía caerse.
y tragaba los amuletos; es menester contar con un posaliva a empujones; y, por reflexión, Pero un día ña Colasa no pudo más, se co de gurbia. Si vos te quisieras hacer sentía que los pelos se le ponían de punta le fué la albarda a un lado y se enredo de unas cuantas hembras, no tenés más al sólo pensar en que tenía acaloradísima discusión con el vérselas con que que golpiame con el codo y. yo te llevo el ánima del fintado.
idiota de su hijo.
Deveras. preguntaba el tontillo si caigo con un patatúz?
Cuando volvía de limosnear, pasajda ya Pero diónde vuá coger la plata. No, hombre! Cuando es uno de la la oración, se encontró a Nanguito metido familia Diónde. No seas tan deveras. hasta la cintura en un hueco que amenaque se presenta no pasa nada.
zaba derruir el fogoncillo. Fué taj el enojo la gran botija que debe haber enterrada Hay que seguirle el corriente; saludarlo que semejante fechoría le causó, que le len tu casa. temblaron las quijadas, los ojillos laganoSoltaba una carcajada sonora y descaAHORRAR rada que Nango no acertaba a interpretar; sos se le hicieron un puño de arrugas, la lengua le chasqueó dándole sonido a se volvía a Toño. el dependiente, y le es condición sine qua non de una sarta de maldiciones: decía guiñándole un ojo: una vida disciplinada Linda gracia, grandísimo chollao de Oyistes lo que dice este hijuelagrantuiticos los demonios; ral hijo y mal crissiete? No te da cólera. Que dionde va a DISCIPLINA tiano. No estás viendo que vas a haagarrar la plata. Qué bárbaro! teniendo una gran fortuna enterrada en el es la más firme base del cer pedazos el juegón. Nango dejó a un lado la pala y se le suelo de la casilla. buen érito quedó mirando al sesgo. Apenas se puede crer. respondía el LA SECCION DE AHORROS El juegón! y pa qué diablos lo quiere aludido. Pero, qué va! ese no es capaz si en su perra vida lo ha prendio?
DEL de hablale a una luz. Ni te créas, Mosca Slea como sea. te alvierto que no Nanguito miraba a uno y a otro; estaba te premito seguime botando la casa!
perplejo y no sabía si creer tales infundios. Idiay. qué es eso. Unque no le pero por lo que pudiera suceder, se atrevió cuadre, yo, sigo escarbando hasta dar con a preguntar: la botija. Si eso es cierto, en qué lugar estará. Qué butija ni que zonta de mi agüela. enterrada la botija y quién demonches la (el más antiguo del país)
Dionde bis sacao esos infunfios?
enterró?
está a la orden para que Ud. Ja, ja já. Usté, como és media En la cocina dijo Mosca la enterró tu tata. Nunca te diste cuenta del realice este sano propósito: no nos dejes, se pasó la vida creyendo que ñor Pincho no tenía piloya! Aquí todo chorro de pesetas que rejuntaba tu tata AHORRAR mundo lo sabe; tata no hizo más que esconcuando limosneaba?
der cuanta pesetilla le daban, y se carcula en una Banco Anglo Costarricense 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica