312 RBPBRTORIO AMERICANO Librairie Espagnole Manifestaciones del Arte (En el Rep. Amer. La fotografía que publicamos fué to drid por artistas españoles en 1892, algu(A. Moreira)
mada en la desembocadura del río Temnos de los cuales son verdaderas obras pisque, hace más de treinta años, al cru del arte decorativo. Hay una vista del río 10 Rue Gray Lussac.
zarse un bongo con la embarcación en que Sixaola en Talamanca, con los indios aregresábamos del Guanacaste. Nuestra pe rrastrando un cayuco, que es una maraSe encarga de buscar libros raros y lícula instantánea logró captar la vista, villa por el colorido del bosque, cual si el despacha libros modernos impresos con todos sus detalles, estando en movien América.
autor Casanova conociera la belleza de los miento opuesto la cámara y el bongo, por trópicos americanos.
lo cual le dieron el primer premio, en un concurso de fotografía, promovido por el La fotografía es un gran auxiliar del parecen pintados a pincel corrido, sin deAteneo de Costa Rica. El mérito especial pintor paisajista; porque no siempre puetalles del terreno, ni de las hierbas del del cuadro consiste en la actitud de los de permanecer en el campo durante lar campo. Una cerca de postes secos, con dos marineros impulsando la nave con sus regas horas y una vez que se tiene el dibujo, hilos de alambre y el tronco de un árbol mos, mientras el timonel mantiene la dicon todos sus detalles, se da el colorido quemado hasta la punta de las ramas, cornrección. mucha luz en las aguas tumultuoen corto tiempo: laun para los retratos hepletan la belleza del conjunto, bajo un sas del río, al chocar con las olas del Golmos visto a buenos autores copiar la imacielo azul, diáfano y puro; el camino latefo y densa sombra en los árboles de la gen de una fotografía y darle luego el ral, desnudo, amarillento, sin huellas de tierra firme a la margen del río: todo colorido, tomado del natural. Le queda al tráfico y una linea montañosa al fondo de contribuye la formar un paisaje encantador, autor la elección del paisaje y de las fila pradera completan los atractivos de esta que nunca volverá a repetirse. Las Páguras que han de darle vida, para que no miniatura de acuarela, tan simple desde ginas Ilustradas publicaron en su tiempo aparezca una naturaleza muerta. Luego ha el primer termino hasta el fondo, que la muchos paisajes nacionales, inclusive del venido la litografía en colores, que logra vista no se cansa de admirarla, por el reaGolfo de Nicoya; pero ninguno comparacopiar los árboles del bosque y las flores lismo del paisaje.
ble con éste que reune las condiciones de del jardín con relativa propiedad: hemos En contrastjes con esta manera de apreun cuadro, digno de trasladarse a un lienvisto un campo de helechos, margaritas y ciar la Naturaleza se halla el pintor Julio zo en colores por el mejor paisajista del violetas que difícilmente podrían repro Sqlera, que marca hasta las plantas del Renacimiento.
ducir mejor los pinceles de un artista. jardín en una casa de campo: piensan los modernistas que en tales casos es prefeEn la página 43 de Investigaciones Siempre queda para las manifestaciones del arte la elección del sitio, con árboles de rible la fotografía; pero tenemos de JuCientíficas se publicó una vasija de barro, exhumada de las sepulturas antiguas de fondo y plantas apropiadas, una roca, un lio Solera la reconstrucción de una calle manantial o un retazo de vereda, una camen Alajuela, tal como debió ser hace ochenlos indios chorotegas, que pone de manifiesto el proceder sencillo de que se vapesina cortando flores, que dan al paisaje ta años, con el agua de lluvia corriendo al vida lían los artistas precolombinos para la fa movimiento, sin quitarlle los atraccentro de la calle, sus casas de corredor bricación de sus lozas admirables. Repretivos naturales, que son su valor caracte y puertas esquineras, como las vimos de rístico. Hay en la página 92 del libro de niños: todo eso puede reconstruirse senta una india en actitud de contornear Stevens una lámina en colores, que es un recuerdos solamente. Le queda al pintor una olla grande, sen talda de plan al suelo, del encanto verdadero, por la elección sujetándola entre las piernas tendidas por tan sólo el dibujo y colorido, que Solera un lado y otro, para hacerla gira paisaje y las plantas que la visten.
sabe dar con maestría, porque maneja el color y los pinceles de manera admirable.
ambals manos. Si no puede considerarse Entre los paisajistas nuevos hay la tenLa morada de los abuelos, donde pasaesta pieza como una obra de arte por la dencia a dejarse llevar por el impresionismos los mejores años de la vida, tiene para ejecución de los detalles, tiene un realis mo, tan apartado de la nealidad de las conosotros el doble encanto de mantener lamo sorprendente y constituye el mejor sas, que a menudo se pregunta, al contente el recuerdo de tantos seres queridos comprobante de la sencillez con que tra templar un cuadro modernista, que ha quey conservar un testimonio irrecusable de bajaban los indios, sin mesas, tornos ni rido expresar el autor; sin embargo, tenelo que puede pintar Julio Solera, al imibanquillos. Mucha imaginación, buena vis mos a la vista una acuarela de Vega 0tar el agua corriendo sobre un lecho de ta y manos adiestradas eran los elementos campo, donde presenta un promontorio despiedras, los naranjos que adornaron la cade que podían disponer para transformar nudo, de tierra rojiza en la provincia de lles y nubes rosadas en un cielo de diáfalas arcillas len documentos históricos del Guanacaste, tal como se ve a orillas del na daridad, todo el conjunto de una verdamayor mérito.
camino, cuando se viaja por aquella llanura dera obra maestra.
Conserva nuestro Museo Nacional una encantadora. Hay tal sencillez en el coloAnastasio Alfaro serie de grandes cuadros, pintados en Ma rido del cerro, lel prado y el camino, que Costa Rica, 1944.
con con Entrada al rio Tempisque, contra viento y marea. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica