NazismSandino

316 REPERTORIO AMERICANO Recuerdo rumor de voces cubriendo los caminos tiernas, enamoradas, apagadas por un beso. peligrosas serpentinas excitantes.
Recuerdo playas, limpias, ordenadas, Recuerdo Las Cruces, somante, arena infinita que el mar arrastra, Yunque, La Pica, Toro Negro, pero devuelve siempre en infinito amor y el olor del ilán ilán que sube y adormece como el vino dulce.
perenne.
Recuerdo rojos mantos de flamboyanes Recuerdo palmas chorreando plata celestial.
Lucero matutino. Solo deslumbrante.
Recuerdo la savia de la caña, dulce oro, poderoso para el bien o para el mal.
Yaytambién recuerdo hambre, entierro azul y sangre. mi jibaro desnudo sin canto en el alma.
PRESENTE VALEROSO Lsta tarde es más suave el sol en tu ventana.
Duerme tranquilo el viento en la fronda del parque.
Despacio van nubes de esquifes soñolientos.
Voces de niños tiene la solitaria culle.
Pongo en tu frente un beso cindido como un ave.
Eres mía. Reposas, como savia, en mis huesos. Que ya no exista el mundo sino para quererte!
Para decirte, te amo. sólo sea el silencio.
7e miras en mis ojos. Pasan los años tristes.
Los de la ausencia larga, sin tiempo de tan larga.
Las ciudades malditas. Los espectros de horas.
Calendarios de luto. Muñecas destrozadas.
para blancos e indios y negros, igualdad, para el mundo consciencia, para el débil indulgencia, antorcha que el hemisferio encendió y como llama de justicia los mares cruzó y tocando a otras playas a crucarlos volvió. por qué olvidas a una, a la linda Borinquen, sola, aislada, como una perla en la concha, como la hermosa de la leyenda que sufre por el beso de amor?
Dolorida, ultrajada, sufrida, pero clamando, clamando a sus hijas por justicia.
Sus hijos bañaron los campos con sangre, con sangre por la Libertad.
Sangre boricua en América toda: sangre nuestra en Colombia, sangre stra en Bolivia, sangre nuestra en Cuba y el Perú; cadáveres de todos los mejores hermanos: Hostos, Ruiz Belvis, Valere, sangre en la tierra que cubre a Sandino, sangre en los Andes bajo la nieve, de norte a sur, de oriente a occidente, sangre que salta a tus flores, a los frutos que dan vida a tus hijos, América.
Sangre que clama el machete el pecho martiano.
América, por Borinquen. al deber!
Consuelo Lee Tapia Pero ya feneció el pasado sombrio Yo te quiero y me quieres. Presente valeroso.
Miremos las entrañas que en las manos llevamos, vestidas con la lumbre de nuestro amor hermoso.
VIAJE Por mi idea tu espíritu viajaba.
En tu clara pupila fulgecía oro, safiro y sangre la agonía con que mi mismo corazón luchaba.
Pregón XII La roja veste en que tu estrella erraba cómo en la propia frente me escriba cl tema en que mi vida pugnaria a solas, por llegar adonde ansiaba. Consignado a la madre. En el Rep. Amer. di mil veces con la frente al muro. en la dolencia del andar obscuro mil veces en el pecho recibiera No es limosna la que dan a los pobres, les devuelven lo que es suyo, tu palabra alla en mis cabeceras.
Sembradora como la tuya, la voz de mi padre aseguraba. Los pobres del mundo son los dueños del mundo.
asesino puñal y artera bala.
Pero iba usi subiendo por la escala que el fulgor de tu astro prometiera.
Juan Antonio Corretjer AMERICA, POR BORINQUEN.
América que te crees grande y hermosa pues tu oración ha sido: Libertad! Libertad!
Desde el tañer de tu campana en el norte hasta la gioria de tus hijos del sur.
América, la que en el nombre proclamas amor por la doliente humanidad.
Madre, la que del vientre adolorido dieras las 21 hijas, e peranza a hombros del Libertador.
América: la rica en lomas valles y entrañas. Todo es de ellos, amaneció a saberlo mi corazón en los caminos. Pero nada poseen, aunque su sangre nutre el árbol negro de la riqueza, salieron diciéndolo a mi paso los hombres, la injusticia, la tierra de unos cuantos.
Un primero de mayo, tal como hoy, escuché vocear a los de abajo una proclama coreada en todas las plazuelas del mundo a esa hora. Nada tenemos en verdad, a más de las cadenas, y a más de las cadenas e por ellas el derecho a morir organizando la revancha del hombre.
Como si hablaran las raíces, nuestro pulso de tierra, el hallazgo de meia, doctrina y horisonte, rompi a cantar sobre el pecho del pueblo desde entonces la verdad sublevada. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica