HitlerStalin

10 REPERTORIO AMERICANO corteza deleznable!
hundir montes impávidos es crear un infierno con nuestras propias manos teñidas de ambiciones.
Cómo el hombre es un monstruo cuando el mal lo corrompe!
Por destruir a su hermano se destruye a sí mismo.
Llueve sobre los héroes lluvia blanca de estrellas, por los arcos del Triunfo ya van, como en el canto de Dario!
las trompetas marciales abriendo el horizonte de un nuevo mundo.
Nacerán en las cuencas ciegas de las calaveras amapolas de fuego!
Regados y abonados quedan los campos, de humus y sangre humanos, para que humanos labren y siembren y cosechen.
El sol ya no se espanta con la mirada torva de Hitler, el Satán. Ha muerto Mussolini como mueren los ogros en sus propios colmillos.
Nos queda Hirohito, el sátrapa del Asia, para quien el infierno se agranda horrorífico.
No revienta el oído los cascos de las bestias.
El dia es más largo porque el susto es más corto.
El látigo de Cristo extermina la infamia.
El mal nunca se impone; se eclipsa por sus culpas.
Ah!
si el fulgor de esperanza de este arcoiris soñado fuera un tenacimiento fiel de la primavera!
La pura luz del sol y de la luna blanca de la paz y el amor!
Si fuera el renacer humano y sólo humano del hombre!
Del hombre, criatura divina, él mismo un dios, que podría al impulso de su fe y voluntad tehacer para el hombre el reino de lu tierra, en la que suyos sean: las alas, nunca asidas, de la Libertad, la abscóndita alegria del vitit y la resignación serena del morir!
Pasó la pesadilla con sus hachas horrendas.
La luz de la Victoria limpia la roja sangre.
La tierra generosa se alzará al horizonte sonriéndose en los pétalos, volando en el perfume.
Un rumor de albas nuevas nos anuncian las cumbres.
El sol vendrá cargado de pensamientos tersos.
Yo no hay noches sin dias, ni dolor sin contento.
La flor del mundo se abre cual fruto sempiterno Cómo nos nace el bien cuando la Paz nos nutre. Bendita sea la Paz! Benditos sean los hombres que apagaron sus vidas por encender los faros del amor, la concordia. Benditos los que lucen sobre la faz del globo las sagradas banderas de la liberación. Que Stalin, Roosevelt, Churchill, tres torres de centellas, esparzan la semilla de la felicidad. Emancipado el hombre de la Guerra, el espíritu flameará cual bandera.
Si la Paz es la vida, que la Paz nos asista!
Quito, mayo de 1945.
Quito, mayo de 1945.
La Paz sean con nosotros Por Alfredo Martínez (En el Rep. Amer. El Monstruo de la Guerra con sus ojos de sangre vio pasar la blancura fulgente de la Paz.
quemando la tiniebla con la llama de oliva, abriendo el horizonte con su rostro de luz.
a El pulpo del dominio, el vampiro del odio, el dragón de la ira, el yugo de la muerte dieron cuatro alaridos en la boca del Monstruo.
Se quejacon los montes: el mar dio saltos locos; los cristales del aire se hicieron trizas de agua; los niños se arrugaron como formas de goma y la vida en los ojos se estremeció de angustia.
Espanto tan enorme, que liquide la tierra.
ocasiona tan sólo el Monstruo de la Guerra. Esquema de la mariposa desde el huevo al insecto adulto.
El Angel de la Paz nos cubre con sus velos de armiño y de estrella. Colora las banderas; en las vendas dolidas se viste de esperanza; apaga la congoja, y el ave del amor revuela por las uvas de la felicidad.
El monstruo de la Guerra vencido por la Paz se abre el vientre fatidico con sus garras de acero y se bebe su sangre; se atraganta sus vísceras.
Suicidio tan horrendo no se ha visto jamás!
La mariposa de alas azules Los labios temblorosos se inundan de armonías.
Los alas de las manos trazan signos profundos.
Los ojos en penumbra se rexisten de arcoiris.
Las madres de sus senos extraen leche turbia para que nazca el hijo limpio como el cristal.
Quiebra el hombre en su instinto las espadas del odio.
Las Vírgenes ya pueden dar la flor de su vientre anegadas de júbilo. Las puertas del destino se abren de par en par cuando la Paz alumbra.
La reina de las mariposas habita la poesía de la Naturaleza, que dora en las montañas sombrias de la re todas las manifestaciones de la vigión costeña, donde bate sus granda.
des alas azules, con ritmo acompaAl descender por la cordillera sado. cual si mostra con orgullo volcánica, desde lo alto de La Palsu rico manto de esmeralda. En cam ma hacia las llanuras del Atlántico, bio las mariposas nocturnas visten se presenta en la cumbre de los ártrajes oscuros, pero unas y otras se boles más altos el divino Quetzal, reproducen por huevos y pasan por con su manto de grana y de esmelos estados de larvas, orugas y cri ralda, volando con donaire, cual si sálidas. alimentándose en su primer fuera el rey de la montaña, y luego, estado de sustancias vegetales. en el monte bajo, la mariposa de alas Hay en el vuelo de la mariposa azules, que abanica la floresta, comla suavidad de movimientos te pletando los encantos del paisaje nues, como la consistencia de sus tropical, donde hasta las serpientes alas, sutiles como el rayo de luna, se adormecen al arrullo de las aves.
que se infiltra por la ventana: son Como no podemos presentar graPara qué más cañones si los hombres son balas.
Para qué más fusiles si el pecho es un impacto.
Para qué más aviones si el corazón es bomba.
Para qué la ametralla si las venas son son cintas cargadas de relámpagos. Derretir los aceros. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica