Joaquín García Monge

RBPERTORIO AMERICANO 205 Lo presento (En el Rep. Amer. Desde Brujas de Flandes va un saludo de amigo y hermano, al Magnifico Señor de Repertorio Americano Don Joaquín García Monge.
Pues, sí, mi querido amigo, me encanta cerrar mi paréntesis de lejanía, con Ud. enviándole estas glosas de uno que iba leyendo del librito de poemas del joven poeta costarricense y nicaragiiense don Joaquín SaTazar Solórzano.
Raiz de Selva Virgen título de palabras significando, para nada lo suponga Cuántos versos!
Parece mentira que todavía itodavía! ha.
ya poetas. D seo, Lamento, Crestezia, Angulos, Las viejas golondrinas, Santa Cruz, Galope. Lo que sueña de estero, Yoismo Zoomorfia, Xilografía, Ostra, La novia incógnita, Marinera No sólo, pues, cuántos versos, sino también, cuántos poemas.
Salazar Solórzano está muy joven y tiene en preparación otro libro de poemas, En su Repertorio que es también nuestro Repertorio, este su viejo amigo y muchos otros devotos suyos, quisiéramos leer una selección, como Ud, sabe hacerla, de los poemas de Joaquín Salazar Solórzano.
Muy pronto quiero mandarle una mis Siete glosas de los ladrones, Como siempre, su afmmo. Enroliada al recuerdo mágico y reverente lo mismo que los ríos fajas alucinantes en la distancia lánguida de aquella lejania BAixench Joaquin Salazar Solórzano en el vasto regazo los llanos nací, como la garza y el venado (1944. cuando vuelva de nuevo por tu casa y vea el jardinill, florecido peydón he de pedirte.
admirador y amigo LAS VIEJAS GOLONDRINAS Azarías Pallais.
hasta hoy no comprendi cómo te quiero y lo que a mí me quieres, sin que nadie En la fronda de un rojo malinche florecido hicieron sus amores dos viejas golondrinas.
Hastiadas de viajar sus almas peregrinas buscaron en las ramas donde colgar su nido.
León de Nicaragua, novbre, de 1944.
Algunos poemas Muy lejos de las torres, del ábside mullido, de casas coloniales cubiertas de cortinas, vivían las viajeras de las alas cetrinas, del recuerdo embriagante y el agror del olvido.
de Joaquín Salazar Solórzano DESEO con las flores que esparcen sus aromas es un carmen risueño de ilusiones.
Fue asi que en una tarde crepuscular de Mayo cuando muere en la sierra del sol el postrer rayo, pasaron las primeras hermanas fugitivas.
El pesado volar de las palomas perdidas en las grise, trabazones, rompe los aromales y rizomas y agita los zarzales y matones. sintieton entonces nostalgia de distancias y probaron las alas y avivaron sus ansias, lanzando por los cielos sus miradas furtivas.
SANTA CRUZ En el vasto regazo de los llanos nací, como la garza y el venado.
Me atrullaron los ríos, mis hermanos, y el doliente balido del ganado.
Alli, junto a lagunas y pantanos, por los humildes árboles mimado, mi vida de pequeño, los arcanos; en silencio adentraba, enamorado.
Por eso, perdido entre los hombres, hastiado de sus vidas, ni sus nombres ni sus buenas acciones me interesan Prefiero las regiones solitarias, donde no existen miserables parias, ni ricos hombres que sus joyas besan, El río por la falda culebrea, enorme, cual el boa que rastrea la huella entreborrada del venado.
Una cisterna hirviente de alegría circundida por cerros, la ciudad; embrujada también de lejanía, de añoranzas, de amor y soledad, allá, junto al confin dulce y lejano, se oye el grito estridente del milano como queja de algún desesperado.
ANGULOS Por su aspecto de clásica alquería, queda en el aite viva tenidad; y al mirarla desnuda se creería, una virgen indiana en pubertad.
LAMENTO Allá en el centro de la montaña, como los gnomos entre los árboles, yace olvidada la vieja casa; caido el techo, cubierto el palio Por los aromos y, sobre el suelo, como recuerdo, tota una taza.
Sus hembras son cual tierras de labranza que esperan la simiente y la bonanza para plasmat el genio de la vida.
Cuando vuelva de nuevo por tu casa y vea el jardinillo florecido, perdón he de pedirte.
Recordaré en silencio nuestro idilio, nuestras dulces promesas de Cariño, las sinceras palabras y los besos que siempre nos cambiábamos, Hasta hoy no comprendi cómo te quiero y lo que a mí me quieres, sin que nadie, para nada lo suponga.
Es el refugio donde prefieren todos los monos, Fieles a los instintos de la especie. cuando los dias son invernales reunirse en no van al lupanar, por más que arrecie masa.
la tempestad del mal, envilecida.
Aún se encuentran sobre la mesa pequeños cro mos, GALOPE una escobita, un libro, un jarro ya sin el asa.
Una noche opalina de verano cuando pasé rondando tu ventana, Ha mucho tiempo que no le habitan seres huma las horas, como en briosa caravana. nos.
subían como sube el trigo vano.
y que las aves y la polilla son sus hermanos.
Huyeron todos, padres e hijos. Ya nadie pa Las estrellas quemaban el lejano horizonte, y copiuba la fontana, Di si es que guardas viejos tesoros en tus entra el coro de luceros que engalana ñas. la bóveda infinita y el arcano. o acaso al menos rebelde al hombre son tus montañas? De la sierra callada y pensativa, Ay. Quién pudiera darte ternuras, humilde subió hasta mí un olor a siempreviva casa. atado al lino de la luna blanca.
Es tiempo todavía, humilde mujercita, para que solitarios recordemos nuestro mejor idilio. sa.
CRESTERIA Perdida la casita entre las lomas, hecha toda de amor y privaciones Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica