REPERTORIO AMBRICANO 83 Beba cervera SELECTA De malta y lúpulo.
لن. Mas lo que le ha dado su relevante significancia en la historia del pensamiento contemporáneo es el conjunto de sus concepciones ético religiosas tan admirablemente expresadas en sus Himnos. Muy especialmente su absoluto monoteismo.
En el vértice del Delta, hacia el Este del Nilo, tuvo su asiento Heliópolis, por entero consagrada al culto del Sol, ya en su forma de Ra Horakhti o en la de Aton. Esta deidad solar era antecesora de los Faraones, razón por la cual Heliópolis fué la ciudad amada venerada por ellos; allí se conservaron los archivos de todos ellos; allí se venía a estudiar la Historia, allí escuelas filosóficas que feecuentó Platón. Podían los Príncipes venerar en la residencia de su Corte la divinidad local: en Menfis Ptah, en Tebas Amón, Osiris en Abydos, Neith en Saís; mas en todas por igual se reverenciaba a Ra.
Apenas en su adolescencia Akhnaton llevó el título de Gran Sacerdote de Ra Horakhti Aton, o Gran Vidente, conio se llamaba al Sumo Sacerdote en Heliópolis. de su padre había recibido la noción de Aton y de su madre Tiy la consagración a Ra Horakhti Aton.
De suerte que si Akhnaton se hubiese contentado con revirir en Tebas cl culto de Aton no habría surgido tan amarga la hostilidad del Sacerdocio Amonita.
Originariamente Aton fué el disco del sol: para Akhnaton ha llegado a ser el Calor que es en Atón. Luego es el poder que ha creado al sol, la energía que impregna la tierra y hace que todas las cosas vivan y crezcan. El joven Rey declara ser Aton la esencia sin forma, el germen inteligente, la fuerza amante que pervade tiempo y espacio. No era para él una deidad antigua y local: era el Dios, como se le concibe ahora. El símbolo de su religión era el disco l sol, del cual emanan numerosos rayos, cada uno de los cuales se termina en una mano hamana con que se alude a la distribución del calor y de la luz de Ator. Akhnaton proclamó con osadía que Aton era el dador de vida, esencia intangible, el calor que es en Aton, el poder que produce y sostiene la energía y el movimiento del sol.
En todos los momentos se esfuerza este Rey porque sus súbditos levanten su mirada más allá de esa inteligible expresión de la divinidad a fin de discernir aquello que está detrás del velo. Tras el disco del sol el Espíritu creador del sol.
Aton era para él un amoroso Padre Madre de todo cuanto había creado, que produjo millones por causa de su generosidad. Aton a el Señor de Amor. la Nodriza que cría al niño hombre en la mujer, y lo consuela para que no llore, ternura que hace desfallecer las manos. esa ternura y ese amor han encontrado justa expresión en sus Himnos, en donde no se hallarán la ira ni la venganza.
En el apacible levantarse del sol, en el silencio de su poniente es cuando sus enociones se rebullen más fácilmente. Los sacerdotes, raros en número, en sus sacrificios ofrecían legumbres, frutos y flores: alzaban himnos, y salmos, y oraciones y con blanda música elevaban sus alabanzas al Padre de alegría y de amor. hacíase esto, no para complacer al Dios, sino para dejar que de su corazón se desbordasen su amor y su gratitud. Más significaba para Akhnaton la contemplación de la Naturaleza que las muchas ceremonias; y erguíanse hacia lo alto sus pensamientos niás con el susurro de las hojas que con los sacudimientos del sistro.
Compuso himnos imperecederos, así por su profundidad como por su belleza moral y poética. En relieve o inscritos apenas aparecen abundantes fragmentos en las tumbas labradas en los peñascos circun.
dantes de la Cindad. Porque fué favor insigne recibir del Rey asignación del sitio donde se cavaria la tumba del Noble amigo. Artistas reales las elaboraban con habilidad y los agraciados las ornaban con fragmentos de aquellos Himnos que sabían compuestos por el joven Rey Poeta. La clocuencia de este cementerio ha dado vida a todo este luminoso período de la historia del Egipto.
Dos Himnos a Aton resaltan entre estos fragmentos, siendo el más extenso el que guarda una extraña semejanza con el Salmo 104, compuesto unos dicz siglos más tarde.
La originalidad de Akhnaton es de esterlinol timbre. El no reconoció otro Macstro y Guía que Aton. Su más leal y seguidor, Meyra, fué el Sumo Sacerdote suyo.
Ya se ha dicho que, alentó la vida sencilla, sin mortificaciones.
Aconsejaba la vida confortable, la decoración del hogar, el encanto de la música, la belleza artística de la Pintura y de la Escultura, la agradable sociedad y el jarro de vino. No otra cosa deseó más tarde el anónimo del Eclesiastés.
La de Aton fué y quiso siempre ser una religión mundial.
Construyéronse (templos en la Syria y en la Nubia y en otras regiones del Imperio. Aun puso Akhnaton firme empeño en borrar de todos los monumentos en donde se hallaba el nombre de Amón.
El templo de la Ciudad del Horizonte de Aton estaba rodeado de una muralla. En el recinto había dos edificios separados. Al trasponer la muralla se veía la fachada del edificio mayor y a los lados de éste logias o capillas y vestuarios. En el abierto patio un altar al cual se ascendía por un tramo de gradas. Luego un segundo patio con capillas y cámaras, seguido de cinco patios más. El segundo edificio era más sagrado que el primero. Todo estaba siempre bañado de luz, como la mente en claridad.
Aton, por medio de sus inteligentes rayos, porque las manos terminales simbolizan la inteligente actividad estaban siempre construyendo y reconstruyendo el mundo. La divinidad no era, pues, el hermoso disco del Sol, sino la inteligente fuerza viva, imbibita en su calor y su luz. Si Ra es el Sol que vemos, Aton es el espiritual dador de vida que no vemos por ser la energía sustentadora del Sol. Ya no era una deidad protectora del Valle del Nilo, sino de todos los hombres y de todo el niundo.
Religión sin teología, se la encontrará, bella como es, en sus Himnos dejó su obra inconclusa cuando apenas contaba treinta y un años. Fué sepultado en la tumba que ya él mismo se había preparado.
Su co regente Smenkara sólo gobernó unos pocos meses. heredó el cetro, pero no el genio, Tutankhamon, casado con la tercera hija de Akhnaton, muy inferior a la tarea de mantener el ritmo de aqu:lla revolución espirirual contra el sacerdocio de Tebas, ahora seguro de su triunfo. El mismo cambió su nombre por el de Tutankhanion y trasladó su corte Tebas. Quemáronse en los hornos del Tiempo los años y sus cenizas cubrieron los palacios y los templos y las moradas de los Nobles en la Ciudad del Horizonte. Bandidos beduinos saquearon las tumbas que pudieron. De las piedras de las ruinas hicieron casas, durante siglos, quienes deseaban fijar su sidencia en la vecindad. se hizo guardián de todo aquel grande y bello pasado el vido. El cual, en treinta y dos siglos de soñoliento abandono trans formó en feruilizante, para un cansado huerto, la correspondencia de Príncipes de Babilcnia, de Syria y de Chipre. La célebre correspondencia de Tell el Anarna es no más que los restos de un gran naufragio.
Akhnaton no apareció en su tumba, sino en la de su madre, la Reina Tiy, al pie de la cual el Rey Poeta había hecho grabar la estela que dice. Respiro el dulce aliento que me viene de Tu boca. Cada día contemplo Tu belleza. Es mi anhelo poder oír tu grata voz, así sea el viento del Norte, para rejuvenecerme con vida que me venga a través de Tu amor. Dame Tus manos, empapadas de Tu Espíritu. a fin de recibirlo y poder vivir por El. Pronuncia mi nombre durante la eternidad, y él nunca perecerá. habiéndolo pronunciado en el siglo xx, de las cenizas del Tiempo ha surgido su obra, y sus Himnos que agracian su memoria, son revelación de belleza trascendente y de verdad eterna.
Costa Ria, 1945.
Bibliografia Baikie, james. The Amarna Age Breanted Cambridge Ancient History, VII Breasted, Development of Religion and Thought in Ancient Egyt Theo Davis: The Tomb of Queen Tiy Carter and Mace: The Tomb of Tutankhamen Weigall: Akhnaton, Pharaoh of Egypt.
Ei nombre de Akhnaton también aparece como Ikhnaton y Akhenaton Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica