REPERTORIO AMERICANO 21 los suyos.
sus amores.
retratos las suyas.
se 0comete con este a en el regazo de las mujeres amadas, como De allí el escollo para distinguir al as Yo diría que este libro es el mejor de este Casanova.
ceta del bandido. Cuántas son Ellas? La leyenda ha per En la ideología y en el anecdotario de ¿Se ruborizarán las altas damas que un dido las cuentas y exagera las ponderacio este hombre hay de lo uno y de lo otro. dia bebieron en su copa? No. Nunca. Ellas nes.
Va a publicar ahora un libro que lla mismas no sabrían donde está la ceniza de ¿Quiénes son Ellas? Sólo Dios y El l3 ma Cendrier, es decir, cenizas de cuanto su cigarrillo. Como en un cenicero, todo saben, porque este caballero tiene como el ha vivido y cuanto ha amado.
está confundido en un libro que no es de mejor de sus éxitos, no hablar jamás de sus Con él he paladeado y discutido confesiones sino de reflexiones; que no reuaforismos, que son todos discutibles, pero ne dhismes femeninos, ni exhibe vanidosos ¿Se sabe de algunas? Tampoco. estoy convicto de que los ratones de biblio donjuanismos; un libro que escribe un mísSu galería de retratos femeninos, con teca no sabrán si ponerlos entre los pensa tico del amor que ha consagrado a él todas cálidas dedicatorias, resulta envidiable, pero mientos de Pascal o las sátiras de Bocaccio; las potencias de su vida.
las fotos no siempre acusan entrega y las entre los breviarios de las devotas o los car Hombre de letras que renunció a ellas que se entregaron quizá no dejaron el ras nets de las cortesanas.
por el deleite de vivir sus poemas, porque tro claro obscuro de sus ojos. Son tan apa Dice hablando del prójimo: prefirió ser el héroe de las novelas que no sionadas algunas líneas de estos Me interesan poco los hombres y me le dió la gana escribir.
que sólo el sentido crítico de este hombre espantaría que yo les interesara, eso sería Hombre de hogar que rompió el suyo, ha podido situarlo, en medio de su galería, la decadencia de mi masculinidad. hecha en la altura elegante y holgado, por a distancia del ridículo. Dos o tres amistades grandes compen usar el albedrío de su preferencia y vivir No colecciona pañuelos o abanicos, co san el vacío que dejan en mí tantos hom sin ataduras.
mo los enamorados de oficio, guarda retra bres pequeños. En mi balanza tiene un pla Diplomático que se cortó la coleta para tos de mujeres valientes que pusieron al pie to la calidad, ninguno la cantidad. peinarse a su antojo.
sus frases encendidas con la misma firme Dice hablado de las prójimas: Este libro es cenicero de un hombre cuza con que los poetas y pensadores dejaron Las mujeres no son ni amigas ni ene yos labios viciosos no han terminado de migas; son mujeres y por lo mismo, todo ofrecer los dos deleites: del beso hecho carEs una noble puja entre la belleza de les está permitido.
ne y de la frase hecha espíritu.
la inteligencia y la inteligencia de la be Cosas que en un hombre se responden Cenicero de un mago que todavía lleza.
con una bofetada, en una mujer se pagan duerme acariciando una rubia melena y hacon un beso.
ciéndola soñar en los paraísos de la tentaLa injusticia que se las mujeres no les pido nada, les ción.
hombre es la de querer catalogarlo. doy lo que me pidan.
Un libro como El Arte de Amar de La vulgaridad vive afanada en agremiar La cortesía no me gasta el capital y Ovidio, tendido a la eternidad sobre un palas cosas y los hombres; el individualismo puedo derrocharla: la doy a las ancianas Isado de experiencia, sin renunciamiento agresivo la exaspera.
como homenaje póstumo a su juventud, a la conquista futura.
Los hechos de Sierravalle han de ser si las feas como justo tributo la compensaUn dolor de los pecados, sin propósito tuados, por fuerza, entre el saco de los sie ción y a las jóvenes bellas por tomar poside enmienda.
te pecados capitales o en el cepillo de las ciones para una futura batalla.
Siempre llena su casa de artistas intevirtudes teologales. los hombres les perdono hasta que ligentes y de mujeres bellas. Siempre llena Nada hay más escabroso que marcar ese me llamen Excelencia, a las mujeres no les su copa de vinos viejos; siempre lleno su linde donde se divorcian la virtud y el vi permito el Don, quiero que me llamen Al estante de libros nuevos.
cio, las dos fuerzas gemelas y vertebrales de fredo, a secas, o que no me llamen nun Esa ceniza es alma de Mausolo Arla vida.
ca.
temisa beberá en su vino. Que la beba con Las cosas de Sierravalle no están Sierravalle invita a cocktails elegantes elegancia, como ha vivido este hombre. Que la moral, pero tampoco contra ella. Se que mezclan licores dulces y amargos, pero la beba con horror a la ulgaridad que tánmantienen al margen, más allá del bien y que se suben a la cabeza y producen una to le aterra. Que la beba con un desden del mal como quería Nietzche.
suave embriaguez soñadora.
profundo por el juicio hipócrita; con esa fresca concepción del pecado y con esa noble concepción de la mujer que este hombre ha ido sembrando en su vida, martirizada por las dos fuerzas fatales de la virtud el vicio.
San José, Costa Rica Luis Dobles Segreda AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS París 1940.
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