José María Zeledón

286 REPERTORIO AMERICANO OCTAVIO JIMENEZ mos vivido: hacia la América una. Un el encargo que me dejó mi padre, por interesarse mutuo por la suerte común de ellos.
estas patrias; y a las extraviadas, llamarlas por fin, aquello de su casa en las a cuentas, atraerlas al buen sentido. En afueras de Quito, cuando ya quedaban atrás un destino común: o nos salvamos todos o Pichincha y Ayacucho gloriosos: terABOGADO NOTARIO nos hundimos juntos.
minaré mi carrera retornándome a la Oficina: 25 varas al de la Tesorería Otra de las perdurables enseñanzas de vida pacífica y agradable de un labrador. de la JUNTA DE PROTECCIÓN SOCIAL Sucre: ya señala los malles que emanan Martí soñaba con un retorno, después de TELEFONO 4184 del despotismo de una aristocracia mi la victoria, de maestro rural, maestro de APARTADO 338 litar que, apoderándose del mando en todas guajiros. Una casa co mada de libros.
partes, hacía gemir al ciudadano por un Lector de Plutarco (isu Plutarco. el absaluto olvido de las garantías y dere eterno Plutarco germinativo, estimulante. chos. Calamidad americana que segui y de su Tácito, fué Sucre. Sirva de ejem píritu, cuán necesarias. Amigos de Sarmos padeciendo. plo a dirigentes.
miento, de Bello, de Montalvo, de Flora cuando advirtió para todos los tiem Día glorioso, como ven, si a nuestra Tristán, de González Prada, de Cecilio pos: Pobres países donde la fuerza pú América en alguna de sus patrias, le nace Acosta, de José Martí, de Hostos, de blida delibera.
un Sucre.
José del Valle, de Bolívar, de nuestro don Estudiar el sentido de los hijos en Sucre. Cuántos en su nombre el de Sucre Mauro Fernández, de tantos creadores de ¿Qué relación hay entre su orfandad tem Isle reunen en estas patrias des unidas, así cultura que están esperando la hora de prana y este sentimiento paterno? Cuánto como Amigos de Sucre, ayer, hoy, maña proseguir en sus desvelos por el Continente candor, cuánta sencillez en lo que escribió na. Si los hay, en esas mesas donde se en que no en vano nacieron, al que honal respecto:. una mujercita que quiera comenta, se recuerda se estudia, se admira, raron y sirvieron. Hay palabra ameridarme unos chiquitos a quienes cuidar. Se respeta, se comprende, se cultiva, se cana, hagamosle auditorio y habrá una fe, lo de recoger una hija natural en Gua evoca, al prócer, tres que se reunan bastan, una esperanza. Estas Mesas a las que se yaquil, hija de Tomasa Bravo, que murió; Que Sucre, diría, como el Señor en las sientan Amigos de Sucre o de quien sea es mi deber, mi deseo, recogerla. Escrituras. Si tres se reunen en mi me recuerdan la constructiva sentencia de. sea mía lo no su madre lo decía así y he nombre, yo seré el cuarto. Lo que vale, San Mateo, con la que me despido de Uds.
llegado a creerlo. Qué fué de Simona lo que trabaja y crea es que los jóvenes y a la vez, les ruego la mediten: Donde Sucre. Se repite la pregunta. de ambos sexos en alguna parte se está el cuerpo, están las águilas.
El buen hermano que fué Sucre! reunan con frecuencia, en nombre de Bolívar le escribe un día: Ud. sabe cuánto alguien y en él piensen con nobleza; García Monge.
amo a mis hermanos y cuánto anhelo llenar cuán útiles estas Mesas Redondas del EsCosta Rica, febrero del 45 66 26 La estatua de Wilson (En el Rep. Amer. la memoria del egregio ex Presidente de los Estados Unidos Norteamericanos. Buen Vecino! No fuiste quien inventó la frase pero sí quien echara la inconmovible base de un convivio de pueblos: La Buena Vecindad; no comprando en subasta serviles sumisiones ni buscando la entrega de pequeñas naciones que de todo carecen. hasta de Libertad, sino isando en las torres de la Europa vetusta el gonfalón airoso de una vida más justa regida por los santos fueros de la Equidad.
De tus catorce puntos deshechos en Versalles sólo quedó el recuerdo, rodando por las calles, de un generoso intento que pudo suprimir la guerra en que de nuevo los pueblos se destruyen en tanto que los grandes culpables se diluyen en la sombra, a los gritos de vender o MorirLos rapaces políticos de pueblos de rapiña tisotearon tu sueño, destrozaron la viña que hubiera dado un vino generoso de Amor, y privaron al mundo del caudal de la Gracia con su desintegrante, casurra diplomacia que es un arte de engaños a espaldas del Honor.
Costa Rica, mi Patria, te debe. oh Buen Vecino!
con un Never rotundo, como lo es el Destino, la caída violenta de una vil opresión que a cambia de tu venia para sus desafueros te ofreció nuestras tierras, sus costas, sus veneros y hasta la independencia civil de la Nación, Quisiste hacer pedazos los viejos mamotretos de pactos en la sombra, de tratados secretos que hicieron nugatoria toda fe en la lealtad y caiste rendido, con la frente procera levantada hacia el cielo tal como una bandera ciavada en el desierto de nuestra soledad.
No fué el tuyo un alande de desdén altanero sino una consecuencia con el plan justiciero ae una alianza de pueblos basada en la moral de sus vidas internas, de la cual son proscritos ios que han visto abrogados sus derechos escritos subsisten al margen de su Constitución.
Así quedó esculpida, con sentido profundo, tu doctrina en los pueblos oprimidos del mundo que de todo carecen. hasta de Libertad; y así, Noble Vecino, como estatua viviente que no asotan las lluvias ni el polvo irreverente, se alsará tu recuerdo por sobre el Continente como un sol de Esperanza para la humanidad. Qué prenda más sincera de hidalga anfictonía pudo darse, sin mengua de la soberanía, que ignorar la existencia del malvado opresor negándole el concurso pecunario que luego pagaría su pueblo con lágrimas de fuego maldiciendo la mano del pródigo dadon?
José María Zeledón Puntarenas, Costa Rica, 28 de setiembre de 1944. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica