Omar Dengo

220 REPERTORIO AMERICANO Octavio Morales Músico dilecto y maestro apasionado (En el Rep. Amer. en a a a SURABADO GAREZAS Octavio Morales Mi linda ciudad de Heredia, mística, co Ya la escolar faena va a comenzar, queta, acogedora y agradecida, como es ella, la juvenil colmena va a trabajar, a trabajar está aquí entera, reunida en torno de este Parque Central que es su gran pulmón. Digo mejor, Los viejos versos de Don Juan Fernández en torno de este kiosco que es su caja de armo Ferraz, cabalgando en las notas de Don José nia: mejor digo, en torno de este Don Octavio Campabadal, fueron la obligada recepción de Morales que es su músico mayor de estos las renovadas tropas de infancia que cada año riempos; mejor diría, en torno de este corazón enviaba a esa casa el río interminable de la sobre el que va a ser impuesta una medalla vida.
de oro, menos valiosa que el oro vivo que iembla en sus aurículas, estremecidas de gra. Que linda en la rama titud. Hace muy bien mi linda ciudad la fruta se ve, de Heredia, rendit este homenaje si lanzo ung piedra quien enseñó cantar la ciudad en tendrá que caer.
tera y a saturarse de música, por sus cuatro horizontes, como si toda ella fuese una jaula La ciudad entira oyó por cuarenta años a de pájaros. Enseñar a cantar es enseñar a ser este hombre modesto enseñando a cantar a sus bueno. Goethe ha dicho: Entre gente que hombres.
canta siéntete con toda confianza; los perver. qué enseñanza puede ser mejor y más bailar el Can Can. Los ensayó a su manera y sos no tienen Carciones.
honda que esta que permite al hombre des de oídas y por eso Don Octavio siempre arruMuy bien hacen los que han querido que cubrir que su voz es el más perfecto instrugo el entrecejo por que aquello no era el clá sean las manos suaves y dulces de Julieta mento musical y a entender que los labios que Echeverría las oue impongan ese trofeo de sica Can Can parisiense y lo troteaban más cantan se acercan a Dios admiradores y discípulos. Ella es el mejor verso que lo bailaban Eso hizc que para Platón fuese la música del mejor de nuestros poetas y sentimos que Así se lo había hecho saber a Don Emilio.
la parte sustancial de toda la obra educativa.
El propio día de la Virgen salió la farándula por sus manos curre la savia vital del Gran Eso hizo que Martin Lutero dijera No concon sus ridículas máscaras y sus vistosos traAquileo y es como si un ánfora de nardos se sidero como buen educador a aquel que no volcara sobre este templo ateniense.
je y se vino derechito a esa esquina a restresabe enseñar a cantar.
Cuando hizo eclipse en las escuelas, no fue garle el baile a Don Octavio.
El maestro lo dejó venir y, para vengarse, para dejar de enseñar sino para servir, sin suel aconsejó a don Braulio, que miraba desde el Se me pide que haga un elogio de Don do, en el Colegio de San Agustín que reinsOctavio Morales que, encanecido de pensar y balconcillo, que les agradeciera el danzón con talara el talento y la abnegación de Don Benencorvado de vivir, tiene todavía fresco y ju jamín de Céspedes con un grupo de profeso sus famosas lluvias de cincos.
venil el ingenio y lista en alto la batuta para Cayeron rebotando los menudos discos de res que se: vían las cátedras sin recibir paga.
el buen dirigir.
Un Colegio ejemplar que vivía en casa presplata, comc una granizada, y cayó sobre ellos el chapulín de los mantudos y de la chiquiPara hacer ese elogio no necesito mover los tada por Don José María Zumbado y con pies fuera de esta tribuna, sino pediros que llería, y, cuando escampo, estaba vencido el bancas y mesas traídas de todas las casas de la Can Can, fracasado el mes de ensayos, las Cerreis los ojos un momento y regresemos, ciudad. profesó también en el antiguo Limáscaras despedazadas y los trapos hechos ji.
medio siglo, hacia el encantado país del re ceo de Heredia que honrara el maestro Gagi Fones.
cuerdo.
ni y profesó en la nueva Escuela Normal que Desde aquí, a la incierta luz de esta luna, prestigiara Omar Dengo, y no hubo escuela con el índice tembloroso de emoción, iria yo de la ciudad, ni colegio de la provincia donde esta nota picante ha de seguir la nota señalando lo mu ho que he visto, lo que vie faltase el buen humor y la gracia para ense entristecida.
ron vuestros padres y los míos, lo que vieron ñar de este voron dilecto.
Allí en frente. está la Iglesia Parroquial, mis abuelos y lus vuestros, lo que la ciudad de negro crespón vestida, sus campanas lloran no olvida, lo que forma el substractum de su la muerte de Don Braulio y el maestro dirige edificación espirirual y la envergadura de sus Allí, en aquella otra esquina del sur, don aquella magnífica marcha fúnebre que titulara prestigios mentales.
de hoy está La Floresta. estaba el gran ca. Adiós. con que la ciudad testimoniaba su Allí, al costado norte de este Parque, don serón de comercio del gran Don Braulio aiecto al patricio, por medio del mayor de sus de hoy están el Banco y el Play Ground, es rales, con espejos que ocupaban todo un lienzo músicos. Del lado opuesto, está la otra casa tuvo el viejo cuartel de armas donde por 37 de la pared Quizá esté todavía arriba la som grande, hoy casa de los Herrera, la de las linaños, consecutivos, dirigió nuestras Bandas Dia de don Braulio, mezando sus luengas bar das consolas biseladas de azul, traídas especial Militares este gran maestro de armonía. Des bas blancas y arrojando puñados de dieces a mente de Venecia, la casona de Don Joaquín de los leyendosos tiempos de Don Próspero la chiquillería.
Lizano, el pat y el patricio. Una bella Fernández hasta casi tocar a nuestros días, Quizá están también el gran republicano mazurka, Luisita. llena de placidez y de tereste hombre, con paciencia benedictina y con Albino Villalobos, el severo Matías Sáenz, el nura, abrió a Don Octavio las puertas de la devoción de franciscano, fué formando esa enérgico Doctor Juan Flores, el elocuente Fe mansión señorial y le abrió también el coratropa de músicos, cuyos nombres hoy nadie derico González pronunciando encendidos zón de María Luisa, su musa, su compañera recuerda, pero que alegraron con sus notas discursos contra la reelección de Don Rafael adorable y adorada.
todas las alegrías de la ciudad y lloraron to. Yglesias.
Paro dura poco la felicidad que es como una dcs sus llantos Recuerde en esa esquina a Don Octavio, por. ilusión que perseguimos sin alcanzarla nunca. la dirigió con tan serialado acierto que que ese era el sitio donde se reunía el club al Iris que encantados buscamos pero que se des.
cuando vino de Europa el Maestro Loots, a aire libre de los intelectuales de Heredia, cuan hace en las manos, cuando queremos tocarlo.
reorganizar nuestras Bandas Militares, decla do el viejo parquero Quinto Bragiroli cortó los De allí mismo salió, dos años después, el el mejor director de entonces era este gloriosos arcos de bambú a cuyo amparo se aco cortejo funerario que conducía a la joven deshumilde y sencillo maestro provinciano. gieran antes. lo recuerdo por una picardía posada a la ciudad de llanto y de las cruces, crudelísima que cometiera este fogoso director El dolor del maestro llegó hasta la desespera de orquesto con Don Emilio Morales. ción y confió al piano esas lágrimas que se de En aquella ot a esquina del nor oeste está la El bueno de don Emilio preparaba un lu Traman en la romanza Quejas del alma con las escuela en cuyas aulas aprendimos a leer la joso grupo de disfraces para celebrar con ran andechas Sentidas de Don Luis Flores: solfa y cantar en coro todos los hombres de go las fiestas de la Inmaculada, y en la cártres generaciones, bajo la dirección de este di cel vieja, ya vacía, allí donde ahora está el Tea Solo, triste y abatido, lecto inspirador del ritmo.
tro Astral, los encayó durante un mes entero a sin el ángel che mi amor, ró que Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica