Liberalism

A RICA Repertorio Americano Tomo XLI CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1944 Sábado 15 de Enero yon Año XXIV. No. 967 No. 24 En acción de justicia a Tomás Carrasquilla.
Por Carlos García Prada.
Manuel Domingues. Por Natalicio González.
Un periodista. Por Rafael Flores Bermúdez.
Sonetos. Por Claudia Lars.
Madre es aquella. Por Consuelo Lée Tapia.
La madre. Por Manuel Navarro Luna.
Camarada. Por Carlos Luis Sáenz.
Lo presento. Por Manuel Crespo.
contenido: Poesias. Por Abel Romeo Castillo.
Joaquin Eduars Bello. For Luis Alberto Sánchez.
Recado sobre el copihue. Por Gabriela Mistral.
Tahirih, mujer de Irán. Por Vera Yamuni.
Simbad.
El Sarape. Por Lucas Radriguez Más allá de la trocha. Por Maria Wiesse.
La sabiduría de Abdul Bahá.
Manuel Domínguez de en re.
En la tarde del 29 de octubre, a las seis y media, perdió el Paraguay en Manuel Domín.
guez a uno de los más altos ejemplares repre.
Por Natalio González.
sentativos de su cultura. La figura del pensador y del artista, acrecida y purificada por la (De Guaranía, Asunción del Paraguay, noviembre 20 de 1935. muerte, ya ingresa en la memoria colectiva, con el gesto inmóvil de la estatua, para agregarse guerra: cursó el Colegio Nacional y luego la a las pocas figuras imperecederas que ha prr.
Facultad de Derecho de la Universidad ducido nuestra raza.
Asunción Se hizo educacionista: llegó a ser Guarania contó a Dominguez entre sus colaDirector del Colegio de que egresara y catedrá.
boradores predilectos. No hay para qué ckpre, tico de varias asignaturas en el mismo y en lo sar la congoja que su desaparición provoca en Facultad ya mencionada. Actuo politica: esta casa. Pero no con lágrimas, sino con el fue diputado, ministro y Vice presidente de la análisis de la obra realizada es como conviene República. Como diplomático, defendió los de despedir al Maestro del pensamiento hondo y rechos de su país al Chaco Boreal.
de la palabra precisa y elegante. Es lo que se intenta en las páginas que siguen.
De joven, Domínguez se distinguió en el periodismo: en el Paraguay la carrera del es.
critor se inicia siempre o casi siempre en el pe EL HOMBRE EL ESCRITOR riodismo. Sus articulos tuvieron merecida sonancia. Sus frases breves, cortantes, envene.
Hombre de breve estatura, fornido, do ras.
nadas de cruel ironia, se hicieron temibles. En gos inconfundibles, Manuel Domínguez puso ciertas páginas dd sus estudios críticos trascien.
en su habla la misma precisión y belleza que de esta faz de su talento artistico.
fulgen en sus escritos. Su conversación consti.
Voltaire, Pascal, Renan y Taine, entre los tuyó un goce del espíritu. Sus libros, antes de franceses; Schopenhauer, entre los alemanes ser libro, eran expuestos en tertulias de amigos, Berkeley, entre los ingleses, son los que en mapues este escritor tan sugestivo gustaba cons.
Manuel Domingues yor grado contribuyeron a la formación inte.
truir sus frases, precisas como las ideas que lectual de Manuel Dominguez. Su liberalismo traducen, en el calor de los diálogos. Lector de Legouvé, cultivó la dicción clara, la elocuer, y algunos rasgos sarcásticos de su literatura son de filiación volteriana; de Pascal aprendió cia discreta, pesando el valor emocional y me. Paraguay que a dichas altuias asume un encan.
la concisión en el decir y la intensidad del pen melódico de las palabras, con la diestra intui. to profundo, con su caudal rumoroso y apaci.
samiento; y en el método del historiador no es ción de un actor de genio. Pero su elocuencia ble, sus bancos de verdor eterno, sus costas le.
difícil advertir algún dejo de las maneras de no era retumbante, y en ella se advertía los janas, sus ensoñadores paisajes, y los crepúscu.
Taine y de Renan. Berkeley y Shopenhauer hábitos del antiguo catedrático que enseña de los que forman extrañas fantasmagorias sobre el constituyen la fuento de su intenso idealismo.
leitando. Sus iabios no se cerraron ni al humo risado cristal del agua. Por alli pasaron, siglos Pero no se crea por esto que nos encontramos rismo ni a la ironía ni al sarcasmo, y sus ojos atrás, las carabelas de los Conquistadores, en ante un escritor secundario, de talento reflejo, negros, profundos, adquirían por momentos un aque viaje al Septentrion poblado de leyendas, de ideas fonográficas. La cultura de Manuel fulgor inquietante. Bella cabeza: la combada que evocara Dominguez en una de sus páginas Dominguez as vasta y profunda; pero esta cir.
frente, vasta y meditativa, resultaba algo páli, de más noble belleza, cunstancia no mata, más bien vigoriza la origi.
da bajo el oleaje crespo y sombrio del cabello. El niño creció en la pobreza y en el trabajo, nalidad del escritor.
Manuel Dominguez nació en Filar el 17 de en un país aniquilado por un invasor que incen junio de 1866. Tronaban sucesivas batallas som diaba los campos y saqudaba las ciudades. El Su estilo conciso, vivaz, es de una precisión bre el suelo estremecido de la patria: el para turbión de la existencia le alejó con los suyos de casi algebraica. Para el cultivo de este estilo guayo oponía desesperada resistencia al inva. la ciudad natal y conoció varios pueblos del in. personalisimo encontró rico material en su gran sor, defendiendo el terruño amado, cuando terior: en todas partes se elevaba, del osario erudición científica. Disciplinado como estuvo secretas disposiciones del destino!
en los más variados ramos del saber humano, de nacia de los guerreros y de la ruina de las villae, la quien más tarde explicaría, en páginas magis. trumenda elegia, el funesto coro que presagiaba todo sacó elementos de belleza. Escritor psico.
trales, las causas de aquel loco, heroistoo colcc. el fin de una raza cuya muerte cantaban los lógico, a veces pintaba, sobre todo en sus in.
tivo. Descendía por su línea materna de la nc. poetas. Aquel espectáculo sin segundo debió vestigaciones históricas, los cambiantes matices ble familia de Ferriol, una de las tantas ramas imantar el espírita del vástago adolorido de un del alma de sus héroes. Colocado en el corazón desprendidas de Irala, el organizador de la Co. gran pueblo: la patria agonizante será la musa de sus personajes, infundía energia vital a las sombras evocadas del limbo de la muerte. Pre.
ionia, y era hijo natural de Matias Goiburú, de su vida, y el astudio el refugio de cisamente ahí reside el encanto de su prosa, e caudillo de fin trágico, descendiente a gran esperanza: la de la reconstrucción poder cautivador de sus escritos. La atención vez de Joaquín Goiburú, Ministro de Real Ha, cional.
cienda cuando la Independencia, Su infancia Dominguez aprendió primeras letras en Itau. del lector corre en pos de la frase rauda y debió correr en la ciudad natal, junto a ese río guá, en una de las malas escuelas de la poste del relampagueante pensamiento.
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