Imperialism

94 REPERTORIO AMERICANO Doña María de Vives (En el Rep. Amer. En las manos del filósofo, distinguido profesor, delicado poeta y buen amigo mío, don Lorenzo Vives.
El autor, que una defensa Dama ilustre. Gentil doña Maria: resumen del hispánico decoro que un artifice fino grabaría en linda perla recamada de oro.
Madrigal inmortal de azul poesía donde al ritmo del Cántabro sonoro lanza un grito de heroica rebeldía la hidalga casta del solar del moro.
dro Sirio cuando un día llegó a la redacción don Enrique Larreta con el propósito de conocerlo personalmente. El ilustre autor de La gloria de don Ramiro había pensado en él como un posible ilustrador de su obra.
Hacía tiempo que don Enrique Larreta acariciaba la idea de hacer una edición ilustrada de La gloria de don Ramiro. Sabedores de su propósito, no le faltaban ofrecimientos de los más reputados dibujantes, deseosos de vincular su arte a la obra famosa. él, guiado por su propia voluntad, va a elegir a aquel muchacho asturiano, que en Cádiz compró un ejemplar de su novela y que leyéndola, en la travesía del Atlántico, cuando aun no era dibujante, soñaba con ilustrarla.
Bien es cierto que ya no es aquel oscuro emigrante. Pero su nombre no brilla aún con las luces de la popularidad y de la fama, que pueden llamar la atención hacia él. Sólo los que se han detenido a leer el arabesco de su firma lo conocen. es indudable que éstos lo conocen bien; sobre todo los escritores y poetas. Sin duda hay para ello una razón profunda: en sus manos nunca deja de verse un libro; sus bolsillos están siempre deformados por libros y periódicos; las librerías de viejo le cuentan entre sus más asiduos visitantes. Se le nota la avidez con que nutre su espititu por medio de la lectura, la ansiedad con que persigue la emoción artística y la verdad humana a través de los libros sin que esto le impida buscarla también en la vida.
Se entrega a su arte como a una orgía; y así cuando le encontramos en un café de la Avenida de Mayo hablamos de aquella época en que nos conocimos, lhace ya cinco lustros tie.
ne ese aire fatigado del continuo desvelo, el desvelo del arte, que suele cobrar en fatiga lo que da en notoriedad. De esa fatiga se recupera pronto su poderosa naturaleza, pero le queda ese fondo irritable de los nervios demasiado trabajados. veces reacciona bruscamente contra lo que molesta a su sensibilidad, lo que no es más ya la vez disfraz de su finura espiritual y su honda temura; cuando no confirmación de que toda buena capacidad fué mal contentadiza.
Para él dibujar es como escribir. ya decía Quevedo que el escritor escribe para los escritores. Quizás por eso los poetas son los primeros en reconocer los auténticos valores de su arte; y también quizás por eso, se fija en él un gran escritor como don Enrique Larreta. Sin duda quiso decir Quevedo que la valoración de nuestro arte ha de venir de quienes lo profesan al igual que nosotros. Y, en la estimación de los mejores ha de estar su excelencia. He aquí la piedra de toque de la excelencia del arte de Alejandro Sirio: Enrique Larreta cree haber en.
contrado en el al ilustrador ideal de su obra. no se engaña. No se engaña porque más que de wa elección se trata de una predestinación: como si así estuviera decidido de antemano por los invisibles hados que se mueven en el misterio de la creación artística y que un dia alumbraron en su imaginación aquella obra maestra. Ellos son los que inducen a Alejandro Sirio a adquirirla en una librería de Cádiz; ellos los que le hacen soñar en ilustrarla cuando el ni siquiera había soñado en ser dibujante; ellos porque sólo los hados les está esto concedido los que se encargan de que su sueño se realice, para mayor gloria de La gloria de don Ramiro.
Es del coraje altivo del Corán y de la angustia estoica de la Cruz un compendio encerrado entre corazas, en las ventanas de su alma están como embriagados del festin de luz palpitando ocho siglos y dos razas. Fco. Villalobos Rojas.
Alajuela, marzo de 1944.
a Palabras que también suscribimos (De Pueblos Hispanos. Nueva York, 26 de febrero de 1944. Senado de Puerto Rico los recaudadores rindan cuentas de su inversión. Derecho a indemnizacin en caso de perjuicio, pero el interés común prevalecerá sobre el interés particular.
Todos estos derechos significan Libertad política.
Inicias el segundo año de PH con los mismos bríos del primero, sin duda con más experiencia, positivamente con horizonte más despejado. Adelante en la obra! Nuevas cicatrices y nuevos laureles hablarán con elocuencia de las jornadas venideras.
Fraternalmente, Vicente Geigel Polanco.
Vicente Geigel Polanco, Senador Por Acumulación.
San Juan de Puerto Rico, 16 de febrero de 1944.
SEGUN ROOSEVELT Sr. Juan Antonio Corretjer Director de Pueblos Hispanos 1480 Madison Avenue New York City Los Derechos del Hombre (De Acción Política, Bogotá, enero 31 de 1944)
SEGUN NARIÑO Mi querido Juan Antonio: En ocasión del primer aniversario de Pueblos Hispanos, permíteme hacer llegar a ti un fuerte abrazo en señal de reconocimiento de la labor fecunda, vigilante y orientadora, que has venido realizando a través de esta publicación. En tres direcciones vitales se ha proyectado esa obra: afirmación del derecho de Puerto Rico a su plena soberanía, reclamación de un nuevo orden jurídico y político a base de efectiva justicia social y emplazamiento de nuestro drama de pueblo junto a los dramas colectivos de todos los pueblos del área indohispana.
La labor ha sido de doctrina y de puñetazo; de doctrina, en la postulación del principio libertario y de la norma reivindicadora de justicia; de puñetazo, en el golpe ágil y certero a las narices mismas del imperialismo, del privilegio explotador, del aislamiento derrotista y suicida.
En 1794, Nariño, el Precursor de la independencia nacional, tradujo, imprimió, e hizo circular, la Declaración de los Derechos del Hombre, que pueden sintetizarse así: 1º Derecho a la libertad e igualdad ante la ley. Derecho de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión.
39 Derecho a ser juzgado conforme a leyes preexistentes y ante tribunales comunes. Derecho de opinión, de asociación, de comunicación.
59 Derecho a que los impuestos sean establecidos por órganos populares, a que graven a todos equitativamente y a que En 1944, o sea ciento cincuenta años después, Roosevelt proclama, en su mensalje al Congreso de los Estados Unidos de América, los nuevos Derechos del Hombre, que pueden resumirse así: 10 Derecho a empleo útil y remunerativo en industrias, talleres, granjas o minas.
29 Derecho a ganar lo suficiente para disfrutar de alimentos, ropas y distracciones adecuadas.
39 Derecho de todo agricultor de cosechar y vender sus productos a precios equitativos.
49 Derecho de comerciar en un ambiente de libertad y seguridad, sin privilegios ni monopolios.
5p Derecho de toda familia a tener un hogar decente, 69 Derecho a atención médica adecuada, a gozar de buena salud y a recibir una conveniente educación y preparación para la vida.
Todos estos derechos significan Segu ridad económica. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica