REPERTORIO AMERICANO 59 COMPRE SUS MUEBLES EN LA Mueblería EL HOGAR, Apartado 1384 culpa de los nazis en circunstancias en que no Deruppe OUR UNCU RUNNE por espontaneidad, sino a la fuerza se me obliga a llevar esas estrellas como estandarte, como paladín de democracias que no sentía. Oh ironía del destino. Un simple mortal timorato sin ideales transformado en un contingente más que garantiza las libertades en el mundo a costa de mi propia libertad. Con estos consiSituada 200 vrs. al Este de la Iglesia del Carmen.
derandos, tuve vergüenza de mí mismo. Porque el burgués saltaba en mí y se ocultaban Teléfono 3339 mis sentimientos altruistas de liberación.
Más tarde supe algunos detalles que no co JJJJJJJJJJJJJJJJJJJJ du JJJJJJJJJJJJ JJUUNILARI nocía de lo ocurrido hacía año y medio en Pearl Harbor, en que fué protagonista un liente y me di cuenta que nos acercábamos al con la cara llena de gozo como el vencedor de compauero de clases de la Grammar School, en canal de Panamá. Pensé que iríamos al Pací un concurso maratónico, que acude sacando ale la calle Pierce de San Francisco de California: fico. Soñaba llegar a Honolulu. Tenía ardien grías de sus reservas porque está deshecho y sin Fred Stockton.
tes deseos de conocer personalmente al Gral. Mc. embargo, pide a gritos el premio por tanto es.
Cartas y documentos comprobatorios con Arthur. Catorce días después nos encontrábamos fuerzo.
serva otro antiguo condiscípulo ahora conmi. era las costas africanas. Estaba engañado, com Con unas cuantas galletas mohosas en mi go en el mismo equipo, Willie Connell. La pletamente desorientado. De todos modos, me mochila y en la cantimplora con un poco de alevosia que no tiene nombre y que me acom acercaba al campo de lucha, al objectivo que agua tibia y sucia recogida en un riachuelo el pañará mientras viva es un párrafo de la carta tanto ambicionaba. Cinco días más tarde y a día anterior, entré en la ciudad. En esas conque textualmente dice: Cuando oyeron el media noche pasamos el estrecho de Gibraltar y diciones pedía a gritos mi espíritu abatido sonzumbido de aeroplanos enemigos en Pearl llegamos a Palermo, Sicilia, Italia. Una larga risas, hurras, bienestar, alegría. Una ducha fría.
Harbor y cayeron las primeras bombas, reci.
travesía sin contratiempos. Permanecimos a Algo que se siente en el alma cuando se regrebió órdenes del comando el cuerpo de avia bordo en la rada del puerto dos días y conti sa al hogar después de una larga ausencia. Que dores, entre ellos Fred Stockton, mi antiguo nuamos la ruta. En la madrugada del tercer día ría saborear la victoria que tantas vidas nos hacompañero en Frisco, de situarse en el aeródro.
desembarcamos en tierra firme del Continen bía costado. Un paréntesis de felicidad. mo a coger las máquinas respectivas para con te Europeo. Caminamos todo ese día y toda la En las calles intransitables llenas de estestar el ataque. Eran ochenta y tres, indefennoche y en una planicie nos detuvieron. Ar combros me detenían grupos de seres harapiensos, que acudían aturdidos a los hangares a mamos en cuestión de horas un ciudadela que tos que más parecían fantasmas que seres vicoger sus cazas; cuál no fué la sorpresa al ver no existía el día anterior. Estábamos en las vos. Uno de tantos me coge por el brazo, me salir de los vagones de leche que acertaban a cercanías de un hospital de sangre donde lledetiene y me dice: pasar el campo en esos instantes a un grupo gaban a diario heridos del frente. Después, nos Mire, americanito, los nazis nos tienen mucomo de treinta japoneses con ametralladoras ordenaron atacar Salerno, que esperábamos toriéndonos de hambre en la calle; usted tal vez de mano acribillando a tiros a todos los pilo mar en una semana. Indescriptible y pavoroso tenga algo, alguna ltrafa, una borona de pan, tos, que estaban perfectamente desarmados. No el número de bajas nuestras! No contábamos con un mendrugo. búsquese. apreté las galletas quedó ninguno con vida. En un instante, toque estaba tan bien defendida la ciudad. Del ocenmohecidas en mi mochila. Vea, señor, este dos cadáveres. Muerte alevosa de inocentes. tavo regimiento de la 32 división sur, a la que anciano, quien es mi padre, se muere de sed, no Monstruosidad colectiva. Acción que no tiene pertenecía yo, no quedábamos más que cator hay agua. le acerqué la cantimplora con el nombre! Hombres que regaron con su sangre ce. Entre las bajas se contaba mi hermano es agua tibia y sucia del riachuelo del día anteterritorio americano y que abonó el terreno papiritual Willie Connell, a quien tanto que rior. Mire, algo más; este niño se muere de ra hacer florecer en forma exuberante los dería y quien inyectó vida en este cuerpo frio e frío; usted, al fin y al cabo, es rico y viene a seos de venganza, y que sacudió el alma de indiferente que era mi persona cuando me endarnos abrigo, sustento y libertad. Vivan los más de 100 millones de personas en Norte rolé en el ejército. Después de tantos y tantos americanitos salvadores. Vivan. América y que sirvió para que agudizaran el días de lucha, cuando pensé que nos iban a Tonto de mí! Había olvidado la lección del pensamiento y la acción y transformar todas echar del territorio, tal había sido la acometiprofesor Knox: Esta es una guerra humanilas actividades humanas, en producción de ma.
taria.
teriales bélicos en forma tal, que no tiene pada del enemigo que tuvimos que ceder terreno repetidas veces, claro está, para reconquistarlo Mariano Padilla.
rangón en la Historia de la Humanidad.
más tarde; entramos en la ciudad.
El Dr. Mariano Padilla es el autor del cuPolvorín que provocó la entrada a la GueExhausto, abatido, con el alma adolorida, rioso e interesante libro ¿Será la bestia? Adolrra de los Estados Unidos, que ha puesto alma, vida y corazón en una empresa titánica que va quise saborear la victoria, corrí como un tonto fo Hitler Poelzi, San José, Costa Rica, 1943.
inclinando la balanza del lado de la razón que prevalecerá en el Mundo gracias a su enorme y decidido contingente.
La memoria de los héroes de Pearl Harbor debe perpetuarse en la Historia porque con las (Envio del autor)
vidas de esos indefensos mártires han manteni.
do la Libertad del Universo tan gravemente Aujour hui ce que ne merite pas etre dir en prose il faut le dire en vers.
amenazada por los nazis.
Después de esas noticias recientes para mí, No te quiero poner bajo la égida inicie la marcha triunfal.
tuve una inyección de patriotismo, de valor, del Cristo triste que expiró en madero, Que las bacantes con ramas de tirso de coraje, de sangre en la cara. Necesitaba dar déjame mirarte en el Olimpo.
castiguen al Fauno.
mi vida en aras de la Libertad. Pedía a gritos Protegido de Pan y de sus corifeos.
Que al pasar el féretro contribuir con mi humilde contingente a que Que las bacantes te coronen de pámpanos indemnes mujeres se pongan orat, desaparezcan del mapa los inhumanos japoneses y tirsos.
postradas de hinojos ante tus despojos que en frío y con alevosía no prevista en el Que sea Panida quien presida pero sin llorar.
léxico asesinaron cobardemente a tantos inoel fúnebre cortejo.
Que allá en la montaña centes en Pearl Harbor donde no había sospeQue el monte se desmonte pero en lo más alto.
chas siquiera que existiese estado de guerra. para que asome una cohorte que fué para estoicos alegre y pastoril.
lugar de suicidio.
Salimos un jueves en uno de los trenes de Que las bestias caprinas al ritmo de un bronce la Southern Pacific para New Orleans. Abi ariscas y ruinas salten ante ti cantes con Ovidio.
nos embarcamos con rumbo desconocido. Era de jubilo rellenas.
la última estrofa inmortal.
un convoy completo de dieciséis embarcaciones que el viejo Sileno borracho Que se levante un túmulo en ta honor.
mayores y ocho de menor tonelaje. Días des. de mosto y de vino, cabalgando como en Patroclo pues me llené de gozo, sentí el clima muy ca en ancas de onagro divino.
Elegía pagana Responso a Rubén Dario Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica