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138 REPERTORIO AMERICANO Ya Francia los siente llegar porque es la Hora Cero!
La alta marea propicia la hazaña.
El Cielo se cubre de aviones de hierro y heroicos descienden los paracaidistas tomando trincheras y puentes de acero, en tanto que el suelo y el agua del mar Je envuelven en místico o trágico incendio.
nuestros Creo de ello queda constancia en otra nota que en un futuro próximo no sólo será permitido el suicidio, sino que se pondrá a la disposición de los desesperados, lugares en donde, respirando gases inhalantes, hallen la muerte de una manera agradable, dulce y serena.
La eutanasia seria establecida, por respeto a convecinos.
También ha de serlo la cremación de los cadáveres por dignidad, por higiene y por estética.
Sidmpre, lo que más me ha dolido, es el aspecto de pelele que presenta el suicida. Ya sea viéndolo rodar alrededor de una soga, o caido con un hilo de sangre en la cara, o como desarticulado y amoratado en el piso de una calle, hemos sentido la máxima conmiseración, porque al punto pensamos en nosotros. Esto no debería ser. El hombre, en el acto de su muerte debiera aparecer aureolado de dignidad. Por esto no puedo ver un difunto vestido con el traje de las fiestas calzando las mejores botas. Me inclino ante la inkumación de Jesús: qué nobleza, que sencillez. El Arimateo lavando el cuerpo del Maestro, untándolo cors esencias finas, envolviéndolo en un blanco lienzo y dejándolo en la Avanzan y arrollar. Los tanques emergen por entre las olas.
No escuchan los hombres ya más que las voces que lanzan cañones de bocas monstruosas.
Estallan granadas y quedan de sangre teñidas la rocas!
cueva que en las playas feroces tiranas que llevan el pecho, quebrada y maldita, la cruz que profanan; que oponen sus tanques, sus rifles, su máquina toda de guerra salvaje y prusiana, a aquellos valientes que llegan gloriosos luchando por las democracias!
Mas, nos apartamos del tema. Volviendo a él, insistimos en que no hemos de dedicar a los que se cortan la vida, pensamientos de reprobación. Vale más que nos concentremos y pensemos en tántas tragedias sordas, anónimas que acaban bruscamente una vida que si no ha sido útil, podía haberlo sido si hubiera hallado comprensión y ayuda. Si todos los suicidas, al borde de su abismo encontraran la mano amiga, la paLabra oportuna, o el cariño perdido, tal abismo podría convertirse en una rosaleda y cada rosa en una apetencia noble que redundara en bien de todos. Somos demasiado, excesivamente egoístas. Todo el universo está en nosotros, y fuera, sólo desierto o, cuando más, víctimas de nuestro amor propio Lorenzo Vives.
Alajuela, Costa Rica, abril de 1944.
Ya chocan. Ya encienden la guerra, ya elevan con signos de odio sus manos crispadas.
Ya nadan por sobre los mares bermejos de sangre, que inundan las costas de Francia ctra vez liberada.
Silencio! Oración!
Llegó la Hora Cero!
América entera se postra de hinojos.
Se cantan los salmos con místicos puegos y se abren las puertas de todos los templas sagrados en donde las gentes elevan plegarias al Cielo.
Del Norte nos llega la voz del Gran Presidente que pide que todos recemos con él.
Pues bien, a rezar. Miserere. La Hora Cero (Emio del autor)
Esta es la Hora Cero!
Silencio! Oración!
Ya llegan del mar los hombres enviados por Dios, los hombres que tyden en sus blancas banderası escritas hermosas palabras divinas de Paz y de Amor. llegan volando por sobre las mubes, ya vienen ligeros por sobre los mares, ya atruenan sus fieros cañones, alientes, ya vienen los bombres de heroicos ideales.
Cayendo la luna se ve al Occidente, antorcha que arde, fanal con que Dids ha anunciado el momento glorioso, feliz, Yibertario, del Dia de la Fé!
Es hoy seis de Junio de mil novecientos cllarenta y cuatro, la fecha en que brilla y se eleva el sol esplendente de la Democracia, por entre los mares de sangre que cuesta Silencio! Oración! Ya sonó la Hora Cero, la hora esperada que llega por fin inundando de luz las tinieblas. Alfredo Saborio Costa Rica, 6, junio, 1944. Retrato y bibliografía.
bos autores y sólo aparece como cita obligatoria en determinados momentos. (iene de la pág. 136. musufrimientos y momentos de plenitud. Como ofre como un niño y se da plena cuenta de su micimiento histórico, es sin duda más importante sión. Sabemos por Rogers que Walt se daba a que el de Babette Deutsch. Esta última si mismo extraordinaria importancia, que se toje, al fin desarrollo su biografia con más de maba muy en serio y que fuera de él, muy pocos Sicadeza, con ternura y pasión. Pero Cameron Ro poetas en el mundo podían parangonársele: Juzgers, cita forzosa en todo investigador whitma ga a Shakespeare lejano y feudal y no puede riano, reune en su copiosa información toda cla. soportar casi nada del Dante ni de Milton. De se de datos, anécdotas, correspondencia; en fin, sus contemporáneos Browning lo adormece lee toda una fuente de orientaciones precisas.
a Mathew Arnold con desprecio. Victor Hugo Como las humanas imperfecciones (o per es un autor mezquino y asaz fastidioso. Homefecciones, no sabemos) de Walt lo hacian tomar rc, jah. Homero es bueno, pero raros son los la vida a la diabla cu jour le jour, que dicen Homeros de los tiempos modernos.
los franceses, la biografa de Rogers se preo Una biografia, en fin, que retrata en forma cupa en destacar aquellas situaciones desconcer maestra la personalidad de Pero hemos tantes, tan numerosas en W, que lo defi de apuntar que ninguno de los dos libros bosnen mejor, lo califican, El Haragán Magnifico quejados logra interpretar con hondura el es el título que le da. Viejo zorro desvergonza significado social y artístico del gran poeta nordo para las amas de casa los empresarios de teamericano. La obra poética de en cuanesclavos, mas un viejo que se comporta siempre tema expositivo, permanece inédita en am. Walt Whitman: Canto a Mi Mismo (Son of Mysel. traducción y prólogo de León Felipe, Epilogo de Guillermo de Torre. Editorial Losada, en la colección de La Pajarita de Papelº. Buenos Aires, 1941.
Uno de los capítulos más vigorosos y universales del único poema de Leaves of Grass es sin duda el Canto a Mi Mismo, donde el poeta americano acumuló tanta energía y fuego creador, que pudo legar a la posteridad una verdadera sinfonía, un coro majestuoso e imponente, cuyas mil voces se elevan cantando la soberanía de los pueblos, de los hombres de todas las razas. El Canto a Mi Mismo dice León Felipe en su prólogo no es más que una invitación al heroismo, que se le hace al average man, al hombre de la calle. agrega: Walt es un poeta totalitario: contra el totalitarismo del odio no thay más que el totalitarismo del amor. El Canto a Mi Mismo es el momento más luminoso de to Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica